Las conversaciones entre el Gobierno y los sindicatos se reanudaron el martes, pero por el momento no se alcanzó compromiso alguno. Los cambios en la ley de pensiones buscan unificar los 42 sistemas de pensiones existentes en Francia uno solo.
Tres de cada cinco trenes de alta velocidad circulaban con normalidad, señaló la empresa ferroviaria estatal, SNCF.
PARÍS, 9 de enero (AP).- Trabajadores ferroviarios, profesores, médicos, abogados y otros participaron el jueves en una jornada de protestas y huelgas en toda Francia contra los planes del Presidente, Emmanuel Macron, para reformar el sistema de pensiones.
Mientras el Gobierno y los sindicatos seguían adelante con las cruciales negociaciones sobre los cambios, París y otras ciudades acogieron protestas y la huelga de trenes entró en su sexta semana.
La Torre Eiffel estaba cerrada y los empleados se unieron a las movilizaciones. El metro de la capital francesa sufrió graves interrupciones, a excepción de dos líneas automatizadas que funcionaban con normalidad.
Tres de cada cinco trenes de alta velocidad circulaban con normalidad, señaló la empresa ferroviaria estatal, SNCF. El servicio regional de trenes también se vio afectado por los paros y muchas escuelas cerraron.
Los sindicatos pidieron también a los trabajadores que bloqueen las carreteras de acceso a los principales puertos, incluyendo en la ciudad de Marsella, en el sur del país.
Las conversaciones entre el Gobierno y los sindicatos se reanudaron el martes, pero por el momento no se alcanzó compromiso alguno. Para el viernes hay prevista una nueva ronda de contactos centrada en la financiación del nuevo sistema de pensiones. Macron pidió a su ejecutivo que llegue pronto a un acuerdo con las agrupaciones laborales reformistas.
Por el momento, el Gobierno se aferra a su propuesta de elevar la edad para jubilarse cobrando íntegra la pensión de 62 a 64 años, la parte más criticada de la reforma.
Los cambios buscan unificar los 42 sistemas de pensiones existentes en Francia uno solo. En la actualidad, los convenios específicos permiten que trabajadores como los ferroviarios se retiren antes y que otros, como abogados y médicos, paguen menos impuestos.
Los sindicatos temen que la gente tenga que trabajar más años para recibir una pensión más baja, y las encuestas sugieren que la menos la mitad de los franceses apoyan las huelgas.