La venta de nochebuenas es de las más importantes del año para miles de productores en el país, pero en el año de la pandemia «no es como la que esperábamos, del año pasado» explicó Rafael Moreno, un joven productor procedente del occidental estado de Michoacán. Este año no llenan «ni la tercera parte» de la camioneta para los traslados de la flor.
Esta planta roja, de origen prehispánico, «es la que más adorna» dijo una jubilada tras pagar por varias plantas. «A mí me fascina la Navidad, me fascina. Después del susto que llevamos del terremoto (de 2017), que salimos afectados y nos quedamos sin casa, yo no quería nada», confesó, pero sus «hermosas» plantas le devolvieron la alegría.
México, 8 de diciembre (EFE).- En la Navidad de la COVID-19, la nochebuena no puede faltar para las familias mexicanas. Al menos la planta. Los colores y la sola presencia de esta flor de herencia prehispánica y conocida en todo el mundo representan la esperanza de un 2021 con mejores noticias.
«Es una flor que por lo común durante el año no está, no crece, y sí da el toque navideño cada año con el color rojo», explicó este lunes a Efe Verónica Castilla, con un puñado de plantas de Nochuebuena recién compradas.
Castilla es una de las mexicanas que, pese a la pandemia de la COVID-19, no renuncia a la festividad ni a sus nochebuenas, que ya usaban los aztecas en celebraciones y rituales, ahora repartidas por millones de casas para «dar un toque navideño».
La venta de nochebuenas en diciembre es de las más importantes del año para miles de productores en el país, que para esta temporada habían preparado más de 16 millones de plantas, según los datos de la Secretaría de Agricultura.
Sin embargo, los campesinos, a menudo también vendedores de su propia cosecha, admiten que por la pandemia de COVID-19 las ventas no son tan buenas como las que preveían.
«La venta de nochebuenas no es como la que esperábamos, del año pasado» explicó Rafael Moreno, un joven productor procedente del occidental estado de Michoacán que vende junto a su familia en el mercado capitalino Palacio de la Flor, en el sur de la ciudad.
Moreno reveló que este año no llenan «ni la tercera parte» la camioneta para los traslados de la flor desde el campo al punto de venta, a causa de las pocas ventas.
«Vamos a perder mucha (cosecha) porque como el cempasúchil, que acaba de pasar, unos sembraron 200 mil y se les quedó la mitad. Eso es la ganancia, ya no nos queda a nosotros nada», lamentó el agricultor.
El proceso de producción de las nochebuenas, detalló la productora y comerciante Guadalupe Reyes, dura «ocho meses» y su temporada más intensa de venta abarca desde principios de diciembre hasta mitades de mes, cuando la mayoría de familias ya han adorando sus hogares.
«El proceso de esta planta consiste en darle mantenimiento durante ocho meses, o sea que nosotros esperamos estas ventas con ansias locas de que se vendan como pan caliente», reconoció desde su puesto.
La producción de Reyes de este año es de cuatro o cinco mil , el número que espera vender pese a un inicio flojo, ya que es un producto accesible para todos los bolsillos.
«Creo que sí (todo el mundo) puede tener una planta, porque los costos varían de los 15 pesos hasta los 120 pesos», expresó.
Sólo en Ciudad de México se sembraron este año más de 3.6 millones de nochebuenas, según la Secretaría de Agricultura, y es uno de los principales estados productores del país junto a los centrales Puebla y Morelos y el occidental Michoacán.
Esta planta roja de origen prehispánico, famosa hoy en todo el mundo, «es la que más adorna» para Blanca Rodríguez, dijo esta jubilada tras pagar por varias plantas para adecuar su casa en estas fiestas navideñas.
«A mí me fascina la Navidad, me fascina. Después del susto que llevamos del terremoto (de 2017), que salimos afectados y nos quedamos sin casa, yo no quería nada», confesó, pero sus «hermosas» plantas le devolvieron la alegría.
Por ello, Rodríguez piensa ahora que la flor de Nochebuena va a mejorar su ánimo en este año de pandemia, en el que las autoridades han llamado a no juntarse los días de celebración para no contribuir al repunte de contagios que el país está viviendo, con casi 1.2 millones de casos acumulados y 110 mil 074 muertes.
«Claro que sí, vamos a salir de esta. Vamos a salir», reiteró.
«Siempre buscamos estar bien y que no se pierda la tradición», ratificó Daniel Ávila mientras elegía sus plantas junto a su mujer.
Ávila, que solo va a coincidir con su hija y su esposa en las fiestas, tiene claro que hay que poner «las nochebuenas y arreglar el arbolito, llenar de regalos la casa» para celebrar en esta atípica Navidad.
«Es para estar con la familia, es cuando hay que darnos todo el cariño y el amor que no nos hemos podido dar con esta pandemia», reflexionó.