Estos son nuestros 25 libros. Seguro que a alguno lo olvidaremos, pero también es cierto que cuando compre uno de estos ejemplares no saldrá defraudado. Novelas, ensayos, libros de cuentos, la literatura mexicana en todo su esplendor.
Ciudad de México, 8 de diciembre (SinEmbargo).- ¡Los libros del año! Esos libros que han llegado a la redacción y de los que no nos hemos olvidado. Los que están en nuestra biblioteca, los que recomendamos a nuestros amigos, los que mandamos a un compañero que está lejos pero muy cerca de nuestros gustos.
Es difícil hacer estas listas por todo lo que queda. Nadie lee todos los libros y ninguno está enterado de todo. Este año hemos leído con mucha más atención a las mujeres, pero sabemos que es una materia que tenemos pendiente desde hace muchos años. Está bueno elegir el No contar todo, de Emiliano Monge, como una de las novelas más jugadas –sobre todo en el aspecto formal, aunque él no va a estar de acuerdo con esa apreciación-, pero no es tan fácil leer Que parezca un accidente, de Elma Correa, una de las apuestas originales y con un sentido del lenguaje y de la gramática casi obsesivo (bueno, ¿casi?). Hay que buscar y buscar entre las editoriales independientes, de donde ha salido la reciente ganadora del Premio Lipp, la escritora Ave Barrera con su libro Restauración, de Paraíso Perdido.
Es muy interesante el libro de ensayos Los carteles no existen, de Oswaldo Zavala, así como el libro sobre la belleza y los cánones escrito a lo mejor en su tiempo libre por Raquel Castro, que en realidad ¡siempre escribe sobre zombis!: Cambiamos para ser más como somos.
Dos novelas que llegaron al final del año y que son espectaculares: Amor armado, de Jennifer Clement, un díptico de su novela Lady Di, que completa el caso de Perla, que vuelve a aparecer en esta novela, salvada por algo que va más allá de México o por México mismo ese país donde todo parece cambiar, ojalá que cambie.
Y esa segunda novela de nuestro escritor favorito Fabio Morábito, El lector a domicilio, una historia de amor torcido y de soledad abismal, donde se recupera a la poeta Isabel Fraire y donde él mismo dice, “la escribí durante un año casi de un tirón, a lo mejor no es buena”.
No hemos puesto aquí a los libros de poesía, pero sí algunos de cuentos, como Manos de Lumbre, de Alberto Chimal, un libro chiquito pero que tiene condesadas unas cuantas de sus obsesiones y hemos puesto un libro regalado pero que nos cambió la visión de las cosas: Historia secreta del cuento mexicano 1910-2017, de Liliana Pedroza, una notable estudiosa del tema de la mujer, experta en Elena Garro y también una cuentista.
Son 25, pero faltan muchos, de lo que sí estamos seguros es que no se defraudará comprando algunos o todos ellos.
No contar todo, de Emiliano Monge (Random House Mondadori)
Amor armado, de Jenniffer Clement (Lumen)
Historia secreta del cuento mexicano 1910-2017, de Liliana Pedroza (UANL)
Los carteles no existen, de Oswaldo Zavala (MalPaso)
El lector a domicilio, de Fabio Morábito (Sexto Piso)
Tsunami, de Gabriela Jáuregui (Sexto Piso)
El libro de las mentiras, de Gastón García Marinozzi (Tusquets)
Basura, de Sylvia Aguilar Zeleny (NitroPress)
Manos de lumbre, de Alberto Chimal (Páginas de Espuma)
Que parezca un accidente, de Elma Correa (NitroPress)
Villa Bandolero, de Jesús Vargas (Planeta)
La ciudad oculta, de Héctor de Mauleón (Planeta)
El nervio principal, de Daniel Saldaña Paris (Sexto Piso)
Habla María, de BEF (Océano)
Cambiamos para ser como somos, de Raquel Castro (DGP)
Todos los miedos, de Pedro Ángel Palou (Planeta)
Una novela criminal, de Jorge Volpi (Alfaguara)
Yo tuve un sueño, de Juan Pablo Villalobos (Anagrama)
Ahora me rindo y eso es todo, de Álvaro Enrigue (Anagrama)
49 cruces blancas, de Imanol Caneyada
Perseguir la noche, de Rafael Pérez Gay (Planeta)
El vértigo horizontal, de Juan Villoro (Almadía)
Muerte contrarreloj, de Jorge Zepeda (Planeta)
Donde termina el mar, de Claudia Marcucetti (Planeta)
Desconfianza, editorial Malpaso