El colectivo de mujeres de El Salvador, Honduras, Nicaragua, Guatemala que integran la onceava Caravana de Madres Centroamericanas demandaron ayer lunes en una conferencia de prensa el acceso a la información de los centros de detención, en los penales y en otros lugares donde puedan estar recluidos los migrantes centroamericanos que cruzan México para ir hacia Estados Unidos.
Ciudad de México, 8 de diciembre (SinEmbargo).– La Caravana de Madres Centroamericanas exigieron respeto a la vida y a los derechos de los miles de migrantes que recorren todo México para llegar a Estados Unidos en busca «de lo que se llama el sueño americano».
«Los migrantes centroamericanos no son delincuentes, pero en México los criminalizan, los persiguen y los matan. Ante esto, exigimos respeto a la vida y a los derechos fundamentales de las personas migrantes porque son humanos, tienen una dignidad y son sujetos de derecho. Detrás de cada migrante queda una gran familia con esa incertidumbre y con todo ese dolor», dijo Catalina Pérez de Guatemala.
El colectivo de mujeres de El Salvador, Honduras, Nicaragua, Guatemala que integran la onceava Caravana de Madres Centroamericanas demandaron ayer lunes en una conferencia de prensa el acceso a la información de los centros de detención, en los penales y en otros lugares donde puedan estar recluidos los migrantes centroamericanos que cruzan México para ir hacia Estados Unidos.
«Hacemos un llamado a la sociedad para que ayuden a buscar a nuestros familiares, para que desde la sociedad dejemos de discriminar a nuestros migrantes mexicanos […]. Demandamos el acceso a la información de los centros de detención, en los penales y en otros lugares donde puedan estar recluidos nuestros familiares migrantes», dijo Maritza Venegas, representante de las madres de Nicaragua.
Blanca Gómez, representante de las madres de El Salvador, dijo que si es necesaria la apertura de los centros de detención para conocer el paradero de los migrantes centroamericanos de los que se desconoce su paradero. También pidió a las autoridades que ayuden en la búsqueda de sus familiares.
«Hay personas muy malas [en México] que no tienen corazón. Pedimos a las autoridades de este país que busquen a nuestros migrantes. Que se pongan en nuestros país. ¿A quién le gustaría que su hijo, su hija, desaparecería?», dijo Gómez.
Son 40 madres que en cuatro días de recorrido por México han propiciado tres reencuentros. El primero tuvo lugar en la capilla del albergue “La 72” en Tenosique, Tabasco. Sonia Iris Mejía se encontró con su hermano Jorge Jovel.
El segundo encuentro tuvo lugar en Coatzacoalcos, Veracruz, donde Tomasa Ramírez se reencontró con su hija Wendy Zuyapa Mencina. El tercero, tuvo lugar en el comedor de migrantes La Patrona, en Amatlán de los Reyes Veracruz donde Maria Elena Moradel se reunió con su hijo Melvin Lanza, a quien no veía desde hace 15 años.