Fráncfort, 8 nov (dpa) – La mayoría de los alemanes quiere que renuncie el presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Wolfgang Niersbach, uno de los principales protagonistas del escándalo desatado en torno a la presunta compra del Mundial de 2006.
Un 65 por ciento de los consultados por el instituto Emnid está a favor de la dimisión, mientras que sólo un quince por ciento se manifiesta contrario, señala hoy el dominical «Bild am Sonntag».
La DFB se reunirá mañana de forma extraordinaria para abordar la crisis y no se descarta que los principales gremios le retiren la confianza.
La fiscalía de Fráncfort registró el 3 de noviembre la central de la DFB así como los domicilios particulares de Niersbach, de su antecesor, Theo Zwanziger, y del ex secretario general de la entidad Horst R. Schmidt por sospecha de fraude fiscal agravado.
La DFB y el comité organizador del Mundial de 2006 están bajo el escrutinio mediático desde que el semanario «Der Spiegel» publicó hace unas semanas que la candidatura alemana utilizó una caja B para presuntamente comprar los votos necesarios en el comité ejecutivo de la FIFA para hacerse con el evento.
Tanto Franz Beckenbauer, jefe de la candidatura y del comité organizador, como Niersbach han negado en todo momento haber pagado sobornos, aunque admiten que transfirieron esos 6,7 millones a la FIFA.
Según su versión, lo hicieron porque el ente rector del fútbol mundial se lo exigió al comité organizador como anticipo para más tarde concederles una subvención de 250 millones de francos suizos como ayuda para preparar la competición.
Sin embargo, «Der Spiegel» sostiene que la candidatura alemana abrió una caja B en el año 2000 en la que el entonces dueño de la empresa Adidas, Robert Louis-Dreyfus, ingresó diez millones de francos suizos. El dinero, continúa la publicación, se utilizó probablemente para asegurarse los votos de los miembros asiáticos del comité ejecutivo.