Organizaciones defensoras de derechos humanos han tratado de apoyar principalmente a las infancias quienes no cuentan con atención médica, actas de nacimiento y viven sin acceso a la educación, siendo la basura su único entorno.
Por Omar Martínez
Ciudad de México, 8 de agosto (Cuartoscuro).- Jugar entre desperdicios. Caminar entre restos orgánicos e inorgánicos. Sonreír en el oscuro panorama. Así es la vida para niñas y niños en un basurero.
A las afueras de la ciudad de Tijuana, Baja California, se encuentra el relleno sanitario de Valle de las Palmas, concesionado por la empresa GEN. El lugar, donde habitan decenas de menores, recibe diariamente al menos mil doscientas toneladas de basura proveniente principalmente de Tijuana.
Las mujeres y hombres que trabajan ahí también habitan el lugar aprovechando los desechos para construir pequeñas casas improvisadas.
Los habitantes y trabajadores declararon que ante el abandono de las autoridades impera la marginación, violencia y venta de droga. Muchos de ellos se vuelven consumidores para sobrellevar las jornadas de trabajo.
Se calcula que cerca y en el relleno sanitario viven alrededor de unos 50 menores con sus familias, en situaciones de precariedad.
Organizaciones defensoras de derechos humanos han tratado de apoyar principalmente a las infancias quienes no cuentan con atención médica, actas de nacimiento y viven sin acceso a la educación, siendo la basura su único entorno.
Una galería de la agencia Cuartoscuro, lograda por Omar Martínez, enseña las condiciones en las que viven las personas en dicho relleno sanitario.
Una fotografía muestra el momento en que dos niñas disfrutan el atardecer en el basurero Valle de las Palmas que también habitan. Otra tiene como protagonista a un pepenador que camina con comida otorgada por una ONG durante un descanso en la jornada de trabajo en el basurero.