El Proyecto Alacranes realizará una expedición de 15 días al Parque Nacional Arrecife Alacranes y a Bajos del Norte, con científicos mexicanos y estadounidenses que usarán tecnología de punta para evaluar el estado actual de los arrecifes, además de estudiar la diversidad de la zona, tanto para la vida marina como para el interés pesquero, esto con el fin de hallar soluciones para lograr a un equilibrio.
Ciudad de México, 8 de agosto (SinEmbargo).- México cuenta con lugares fascinantes, con gran biodiversidad, con hermosas playas y mares que esconden secretos aún sin explorar. El Parque Nacional Arrecife Alacranes (PNAA) se ubica frente al municipio de Progreso, en Yucatán, un Área Natural Protegida muy importante que forma parte de la estructura coralina más grande del Golfo de México, un lugar sin dudas majestuoso, en el que habitan cientos de especies marinas como tortugas, almejas, tiburones, corales abanicos de mar, la ballena piloto y delfines.
Oceana, organización internacional dedicada a la protección de los océanos, realizará el Proyecto Alacranes, una expedición del 9 al 23 de agosto en el Parque Nacional Arrecife Alacranes y arrecifes Bajos del Norte, este ultimo es una zona poco explorada de la que no cuenta con muchos datos científicos. Durante 15 días un equipo conformado por científicos mexicanos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de Estados Unidos se adentrarán a estos arrecifes ubicados en el Golfo de México.
«Proyecto Alacranes se refiere básicamente a una expedición que hacemos en dos lugares en el Parque Nacional Arrecife Alacranes y Bajos del Norte, es la entrada, la apertura, a nuestra campaña de hábitat, la primera que tenemos en México y con Proyecto Alacranes lo que queremos es saber cómo están los arrecifes. Estos arrecifes a los que vamos son muy importantes para la vida marina, los arrecifes cubren solamente el 1 por ciento del total del océano, sin embargo, son sustento para una cuarta parte de la vida marina», explicó Renata Terrazas, vicepresidenta de Oceana en México, en entrevista con SinEmbargo.
UNA ZONA DE GRAN IMPORTANCIA
Renata Terrazas destacó que estos arrecifes son especialmente importantes porque están en una de las zonas con más impacto por actividad humana en el Golfo de México, además ahí se encuentran especies de interés pesquero. En arrecifes Alacranes y Bajos del Norte hay mero, pulpo, langosta y caracol rosa, especies en las que se interesan los pescadores, por lo que durante la expedición tratarán de identificar qué tan importante es esta zona para esta actividad. De acuerdo con Terrazas, «al menos en el caso de Yucatán más de mil 400 familias dependen de las salud de estos ecosistemas para poder seguir viviendo».
«Curiosamente lo que queremos hacer en Oceana, a veces nos cuesta explicarlo un poco más, queremos restablecer la abundancia de los océanos y cuidar el hábitat porque hay vida marina que necesita restablecer y regresar a la abundancia porque hay especies en peligro, pero también porque hay especies de interés pesquero que pueden alimentar a más personas, es decir, el equilibrio del océano también puede dar alimento a las personas y asegurar el sustento de quienes se dedican a la pesca», apuntó.
Este proyecto tiene un doble interés: el de conocer cómo está este lugar importantísimo en la vida marina y conocer cómo forma parte de las especies de interés pesquero.
UN EQUIPO DE EXPERTOS
La expedición durará 15 días, viajará a bordo del barco Caribbean Kraken y está compuesta por 24 personas, mujeres y hombres comprometidos con la salud de los mares que vivirán una aventura científica. «La líder de expedición, Mariana Reyna, ella es Doctora en biología, su doctorado es en medio ambiente, de hecho su tesis doctoral es sobre arrecifes. Entonces es una extraordinaria experta en el tema, ella se dio a la tarea de conformar un equipo de científicas y científicos que van a la expedición […] Una de las cosas que va hacer Oceana es que vamos a ir cinco equipos de investigadores e investigadoras que en sí mismo, lo que va a hacer cada uno de estos equipos es super importante para entender qué está pasando con ese arrecife pero en conjunto crean una idea mucho mayor y más certera del estado y su importancia», refirió Terrazas.
A la bióloga Mariana Reyna se le indicó que querían explorar los arrecifes para conocer su importancia en la pesca y saber su situación actual, ella inició observando el área e identificando qué es lo que ya se sabía de estos arrecifes, acerca de Alacranes se puede encontrar algo de información, sin embargo de Bajos del Norte hay poco debido a que es una zona alejada y de difícil acceso.
«[Mariana] logró tener y sumar al barco a las y los mejores en su campo […] son lo mejor de lo mejor, muchos de ellos y muchas de ellas mexicanas, también hay un equipo de California, Baja California, Baja California Sur y Yucatán. Lo que estarán haciendo son diferentes inmersiones a lo largo de cada día que estén en los diferentes lugares a los que van. El primer lugar al que van es Bajos del Norte, son 16 horas para llegar allá, es un viaje largo y además es complicado ir por el tiempo, ahí no hay lugar donde resguardarse si hay mal tiempo, entonces la verdad es que es muy difícil, no sabemos si vamos a poder quedarnos ahí y como suelo decir, el buen tiempo en Bajos del Norte significa que el barco va a estar bamboleándose todo el tiempo».
Parte del equipo está integrado por los científicos mexicanos Daniel Santana, Alfonso Medellín, Quetzalli Hernández, Jazmín Ortigos, Adrián Munguia y los científicos originarios de San Diego, California, Estados Unidos, Esmeralda Alcantar y Edward Clinton. Además de la bióloga Mariana Reyna por parte de Oceana, Diana Amador y Miguel Rivas, también de Oceana; el fotógrafo de La Paz, Baja California Sur, Carlos Náufrago y el camarógrafo Erick Higuera, junto al buzo científico Efraín Chávez.
Renata contó que tenían planeado realizar esta expedición el año pasado, sin embargo, tuvieron que posponerla por la pandemia, esto les permitió llevar mejores protocolos y que la mayoría de sus participantes cuenten con el esquema completo de vacunación.
ADN AMBIENTAL Y MAPEO EN 3D
Entre los estudios que se realizarán durante la expedición está el ADN ambiental, una ciencia totalmente innovadora que se conoce poco en el mundo, esto lo efecturará un científico mexicano. Estos análisis ayudarán a conocer exactamente qué especies se distribuyen en la zona. «Queremos identificar qué tan importante es, si nos da los datos que necesitamos, los arrecifes para especies migratorias que normalmente no vemos pero queremos saber si han pasado y han dejado su ADN, especies que quizá estén en peligro, y la otra tiene que ver con esa parte de las especies de interés pesquero», destacó Renata.
En Bajos del Norte hay varios arrecifes, los equipos de científicos estarán sumergiéndose y obteniendo información y datos que requieren, entre estos se busca hacer estudios de corrientes marinas, «queremos revisar cómo están las corrientes para hacer un análisis de dispersión de larvas, para entender qué tan importantes son los ciclos y cómo están las corrientes y cómo se comunican entre Alacranes y Bajos del Norte».
«La otra investigación que se va a hacer son estos mapas 3D que es la tecnología que viene, la desarrolló un laboratorio en Estados Unidos, en la Universidad de California y vienen a entrenar a parte del equipo, a gente aquí en México, para usar este software y quedarse con esta tecnología para continuar haciendo estos mapas 3D en diferentes arrecifes, es la primera vez que se hace en México», afirmó la vicepresidenta de Oceana en México.
Este mapeo formará parte de un proyecto más amplio en el que se incluirán mil islas. «Con esto vamos a tener un detalle casi como si estuviéramos ahí con lupa de cómo está el arrecife, ver los lugares donde está creciendo, los lugares dónde no está creciendo con la velocidad que se necesita, permite dar información para tomar decisiones sobre su protección».
LLEVAR EL ARRECIFE ALACRANES A LA GENTE
Para hacer participe a las personas, las redes sociales de Oceana estarán compartiendo material gráfico de la expedición porque Renata señala: «no se protege lo que no se ama y no se ama lo que no se conoce», con esto en mente buscan que la gente vea lo hermoso que es este lugar y lo valioso que resulta para que no se dé por vencido y cuide estos espacios.
Calculan que en 6 meses tendrán los resultados finales, después se tomarán un tiempo para interpretarlos y construir un documento que tenga dos propósitos: «uno muy puntual, comunicar como toda la ciencia a la gente más clavada, pero otro más de difusión y de toma de decisiones para que la gente sepa mejor qué pasó, qué nos dice ésta ciencia. Creo que también la ciencia tiene una deuda con las personas de saber comunicar y explicar sin tantos absolutos y más enamorando a la gente».
