Especialistas en política de drogas y delincuencia organizada coincidieron en que la respuesta del Gobierno a los videos de cárteles de la droga no ha sido la correcta.
Ciudad de México, 8 de agosto (SinEmbargo) .– Los videos de los cárteles de la droga, cada vez con mayor nivel de producción y frecuencia, ponen en evidencia que las organizaciones criminales han ganado terreno en el control territorial y en el campo de la comunicación, mientras que los Gobiernos insisten en minimizar la situación, consideraron expertos en seguridad y política criminal.
Edgar Guerra Blanco, profesor investigador del Programa de Política de Drogas del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y el Doctor Arturo Alvarado Mendoza, sociólogo especializado en crimen y delincuencia organizada en El Colegio de México (Colmex), coincidieron que la respuesta del Gobierno a estas intensas campañas y propagandas del crimen no ha sido la correcta.
“Hacemos mal en minimizar las manifestaciones de violencia y despliegue de estas organizaciones criminales. Los grupos armados mandan mensajes muy claros no sólo a sus enemigos sino a la ciudadanía y al Estado mexicano”, señaló Edgar Guerra.
“Si tú estás viendo que están circulando unos videos en internet con identificación de actores muy específicos, donde hay un delito que fue cometido y grabado, ¿por qué no actuar e investigar eso?”, cuestionó el Doctor Arturo Alvarado.
Rodeado de un ejército de personas fuertemente armadas, un hombre que dice ser Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, uno de los objetivos prioritarios del Gobierno mexicano y estadounidense, aparece en el más reciente video del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en el que advierte que van por el control de Tepalcatepec, Michoacán, y también envía un mensaje a la Guardia Nacional.
Decenas de hombres encapuchados, con equipo táctico, chalecos antibalas, armas de alto poder (fusiles de asalto, lanzagranadas, barrets y hasta bazucas) y camionetas blindadas y equipadas con torretas, escotillas y pivotes para ametralladoras, son parte de la parafernalia militar que se muestra en los recientes videos difundidos por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), mismos que impactaron y se viralizaron por el alcance del armamento exhibido.
El titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el General Luis Cresencio Sandoval, informó el pasado 20 de julio que el grupo que aparece en las filmaciones del CJNG es una célula que lidera Juan Carlos González, conocido como “R3”.
El General también explicó que el video difundido el 17 de julio, donde la supuesta fuerza élite del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) muestra su «lealtad», a su líder «El Mencho», está relacionado con el cumpleaños del líder criminal. El segundo video, consideró el General, es una respuesta a una amenaza de José Antonio Yépez Ortiz, conocido como “El Marro” y líder del Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL), grupo antagónica al CJNG.
Alfonso Durazo, Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), respondió que la filmación difundida el 17 de julio era un montaje y que no hay un grupo criminal con la capacidad suficiente para enfrentar a las instituciones de seguridad federales.
Analistas en seguridad alertaron que es necesario que los gobiernos, tanto Federal como los estatales, realicen un análisis serio y claro de lo que ocurre detrás de los videos y actuar sobre el efecto que tienen en la población y en la violación de las leyes.
“Debemos entender que estos grupos tienen la fuerza letal, recursos y organización para desafiar las fuerzas del estado mexicano, al menos a nivel local y regional, y que se deben de atender este tipo de expresiones”, señaló Guerra Blanco.
“Hay que entender y atender esos mensajes y proteger a la población frente a situaciones en las que éstas amenazas e intimidaciones afectan la tranquilidad y la seguridad de las poblaciones ubicadas donde se emiten esos mensajes”, agregó Alvarado Mendoza.
PROPAGANDA
Los especialistas recordaron que el uso de videos por parte de las organizaciones criminales para hacer alarde de su fuerza letal, de su capacidad armamentística, poder financiero y organizativo no es algo nuevo.
El Doctor Arturo Alvarado explicó que son parte de una estrategia propagandística, pero no la única. Otras formas son las mantas y el uso de los cuerpos como forma de expresión pedagógica de la violencia que pueden ejercer sobre las personas.
“Es una práctica común que es parte de su propaganda y no es la única, pero ésta parece estar más orientada a mostrar la situación de fuerza, el ejercicio de la violencia, de mostrar capacidad de cohesión de daño y de aterrorizar a una persona o un grupo”, comentó.
Los Zetas son el grupo que inició con estas estrategias que después fueron replicadas por otros cárteles, según explicaron.
“Ha sido una tradición establecida en los grupos armados desde la irrupción de Los Zetas, allá por el año 2000-2003, cuando inician una especie de táctica de comunicar su poder a través de estos videos” relató el profesor del CIDE.
“Muchas organizaciones criminales se han dedicado hacer sus propios videos y difundirlos de muy distintas formas”, añadió el Doctor Alvarado.
Guerra Blanco catalogó la propaganda del crimen con al menos dos fines: el instrumental y el simbólico.
Por fines instrumentales, expuso, los grupos armados hacen este tipo de montajes para demostrar su poder. El segundo propósito, el simbólico, es para crear un impacto.
“Esto no quiere decir que el montaje sea algo pueril o ingenuo. Es, sin duda alguna, un trabajo organizativo que llevó varias semanas de preparación para poner en la cámara a todo este grupo de gente armada. Entonces ahí ya se muestra toda la estructura organizativa que está detrás para mostrar esta fuerza letal y crear un impacto”, dijo Guerra.
Un video hecho por ciudadanos, en el que trabajadores de limpia hacen una parodia de la filmación del CJNG, es una muestra evidente del impacto en la ciudadanía.
Sin embargo, los mensajes no son sólo hacia el exterior, de acuerdo con los analistas. No van encaminados sólo hacia los grupos antagónicos, población o a los gobiernos, sino también hacia el interior de su estructura criminal, como advertencia hacia quienes quieran salirse o traicionar a la organización.
El profesor del CIDE destacó que no es menor lo que ocurre a través de estos mensajes usados para infligir miedo y decir que pueden pasar cosas muy graves.
RESPUESTA TIBIA
Para los especialistas, las reacciones del Gobierno federal, y la ausencia de estas por parte de los gobiernos estatales, no son las correctas.
“Este Gobierno ha tenido una particularidad de hacer respuestas un poco fantasmagóricas”, dijo el Doctor Alvarado.
El investigador del Colmex detalló que las autoridades deben intervenir con instrumentos jurídicos claros para controlar esos videos, pues las leyes son muy flexibles y no existe una política para combatir estas expresiones propagandísticas.
“Creo que hay un problema, es decir, están poniendo imágenes, hay una disputa, tienes que averiguar qué pasa. […] No se vale solo decir que se va a analizar y que el mensaje no era para gobierno. […]Son amenazas que están ahí y debe de hacerse algo”, agregó Alvarado Mendoza.
Edgar Guerra resaltó que usar a la Guardia Nacional ha sido la principal, por no decir la única, estrategia del Gobierno federal para hacer frente a la violencia.
“Hemos escuchado decir a Durazo que el estado mexicano es fuerte y sólido frente a los grupos, pero esto no ocurre en las regiones donde estos grupos imperan. La ciudadanía vive en condiciones de temor y riesgo frente a los despliegues de estos grupos armados, la ciudadanía no solo está en medio de las guerras de cárteles, y eventuales enfrentamiento con las fuerzas federales, sino que muchas veces está bajo el dominio y control de estas organizaciones delictivas”, dijo.
Para el analista, si se quiere combatir la violencia en México, es necesario reformar la política de drogas, fortalecer a los cuerpos policiacos y al sistema de procuración de justicia en general y entender que la violencia y las drogas no son cosas juntas, son distintas y se tienen que tratar de forma diferente.
“El estado mexicano tiene que responder de mejor manera más que minimizar lo que sucede y esas respuestas tendrían que ver no solo con el uso de la fuerza, sino con acciones y políticas que vayan a la raíz del problema. La reforma en la política de drogas tendría que ser un punto muy fuerte y vertebral para empezar atender el problema de la violencia en el país. Así como la construcción de policías, que también se ha dejado de lado. Todas esas estrategias están paradas y lo único que queda es que estamos confiados a las fuerzas de la Guardia Nacional y eso a nivel local y regional trae consecuencias graves”, concluyó.