«La información es poder para el cambio, y en ello radica nuestro trabajo de investigación en todo el mundo. En los primeros 6 meses de 2018, nuestras investigaciones han logrado un gran impacto mediático apareciendo en algunas de las publicaciones y medios televisivos más importantes en el mundo, cimbrado a las grandes marcas de renombre mundial», escribe Dulce Ramírez de Igualdad Animal.
Ciudad de México, 8 de julio (SinEmbargo).- Difícilmente podríamos cambiar la realidad del mundo en el que vivimos si no logramos conocerla, saber cómo funciona y reconocer sus consecuencias. Hay una maquinaria terrible que se esconde en lo más profundo de la industria alimentaria a nivel mundial; ocurre todos los días en granjas y mataderos. La ganadería industrial es la realidad que aqueja los más grandes males: crueldad animal, deterioro del medio ambiente, afectaciones graves a la salud y desigualdad alimentaria.
“Después de ver esas imágenes, definitivamente nada puede seguir igual en mi vida. No tenía idea de que todo esto sucede por el consumo de carne. Estoy decidido a cambiar mi alimentación por alternativas vegetales”, son algunas de las reacciones que escuchamos de quienes ven las investigaciones que hemos hecho en Igualdad Animal. La información es poder para el cambio, y en ello radica nuestro trabajo de investigación en todo el mundo.
En los primeros 6 meses de 2018, nuestras investigaciones han logrado un gran impacto mediático apareciendo en algunas de las publicaciones y medios televisivos más importantes en el mundo, cimbrado a las grandes marcas de renombre mundial.
Entre ellas se encuentra la investigación El Secreto de El Pozo, que fue llevada a cabo en colaboración con el programa de televisión española Salvados y reveló las terribles condiciones, insalubres y contrarias a la ley, en las que malviven los cerdos dentro de la industria. Se trata de una de las peores granjas en las que nuestros investigadores lograron capturar imágenes de denuncia.
Esta investigación impactó en todos los países donde El Pozo tenía distribución, llegando al punto en que algunos de ellos decidieron dejar de vender sus productos hasta nuevo aviso y además nos permitió relacionar a la empresa El Pozo con la granja El Escobar, que ya fue objeto de escándalo en 2012.
En este semestre, otra investigación fue lanzada en Reino Unido, Pateados hasta la Muerte, donde sacamos a la luz impactantes imágenes de maltrato animal registradas en la granja de cerdos de Fir Tree en Lincolnshire, que es propiedad de Elsham Linc, uno de los productores de carne de cerdo más grandes de Gran Bretaña.
La investigación reveló el grave y repetido abuso hacia animales por parte de varios empleados gracias a cámaras ocultas en los edificios así como docenas de cerdos con severas heridas de mordedura de la cola, algunos críticamente infectados, así como muchos cerdos con cicatrices fuertes y varios con hernias.
Gracias a la valentía del denunciante y de nuestro equipo de investigación, varios empleados fueron despedidos y podrían enfrentar toda la fuerza de la ley, además de que pudimos evitar que este abuso enfermizo siga sucediendo hoy.
En México, lanzamos la impactante investigación Pollo Hecho en México para denunciar por primera vez la crueldad sistemática en la industria de la carne de pollo en México.
En colaboración con la afamada fotoperiodista Jo-Anne Mcarthur, nuestro equipo de investigación obtuvo imágenes inéditas que muestran cómo es el ciclo de producción al que son sometidos estos inteligentes y sensibles animales desde que nacen hasta que su carne es procesada para llegar a nuestras mesas.
Esta investigación ha llegado a más de 33 millones de personas y, en una campaña de información asociada con ella, Igualdad Animal abunda sobre el uso y abuso de antibióticos y antimicóticos como promotores del crecimiento de los pollos y su efecto en la salud, así como el impacto medioambiental que supone su crianza y matanza.
Es así como las investigaciones no sólo muestran la realidad que aqueja los más grandes males de la sociedad en la que vivimos sino que aporta a la lucha y el trabajo por la protección animal desde distintas áreas, desde la educación, la legislación, la vinculación empresarial y las políticas alimentarias; líneas estratégicas en las que trabajamos desde Igualdad Animal y que no serían posibles sin el equipo de investigadores.
