San José, 8 jul (EFE).- Ser gay no es un pecado sino ponerlo en práctica, afirmó el arzobispo de San José, Hugo Barrantes, quien opinó que las lesbianas son «más nobles y respetuosas» que los hombres homosexuales.
«El hecho de que lo seás (homosexual) no es pecado, es que lo pongás en práctica», expresó Barrantes en una entrevista publicada hoy por el diario La Nación de Costa Rica.
En ese sentido, el arzobispo dijo que, a su juicio, «hay una inmoralidad terrible en el homosexualismo», al referirse a las relaciones entre dos hombres.
«No me bajan (no tolera) dos hombres teniendo relaciones» porque es algo «antinatural», afirmó el prelado, que terminará su periodo como arzobispo de San José en agosto próximo.
Pero, añadió el sacerdote de 77 años, las lesbianas son «más nobles y respetuosas», y confesó que ha «ayudado» a muchas de ellas.
«No es que el lesbianismo sea el ideal, porque Dios hizo las cosas bien, pero es que en el lesbianismo, las que yo conozco, son educadas por lo menos», expresó Barrantes.
En la actualidad en Costa Rica existe un debate sobre la legalización de las uniones de hecho entre parejas del mismo sexo, y existen varias iniciativas de ley sobre el tema en estudio en el Congreso.
Incluso, las uniones de hecho entre parejas del mismo sexo fueron aparentemente legalizadas por una reforma a la llamada Ley de la Persona Joven, que fue firmada el jueves pasado por la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla.
La ley establece el derecho «al reconocimiento sin discriminación contraria a la dignidad humana de los efectos sociales y patrimoniales de las uniones de hecho que constituyan de forma pública, notoria, única y estable», y agrega que para esos efectos no se aplicará el artículo del Código de Familia que solo permite las uniones entre un hombre y una mujer.
Barrantes aseguró en la entrevista publicada este lunes por el diario La Nación que es «machista» y «campesino», y criticó que en Costa Rica «las minorías se estén imponiendo a las mayorías».
«La mayoría del pueblo es católica. Sí hay unos cuantos abortistas y divorcistas. El gran problema es que estos grupos hacen mucho ruido», expresó.
Barrante habló también de la necesidad de que la Iglesia católica se acerque a personas alejadas de la religión como los divorciados, las familias «disfuncionales» y las personas marginadas.
Sin embargo, aclaró que debe mantener una posición firme en oposición de la fecundación in vitro porque «pone en juego la vida humana», y las uniones entre parejas del mismo sexo.
Costa Rica fue condenada en diciembre por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) y se le ordenó practicar de nuevo la fecundación in vitro, prohibida desde el año 2000, pero la ley para regular el tratamiento se encuentra estancada y sin ningún avance en el Congreso.
El papa Francisco nombró la semana pasada al prelado José Rafael Quirós Quirós, de 58 años, como nuevo arzobispo de San José, en sustitución de Barrantes, quien presentó su renuncia por motivos de edad. EFE
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