La influencia entre Rivera y el artista español Pablo Picasso (1881-1973) fue recíproca y abarcó una perspectiva artística no exenta de carices antropológicos.
Por Zoilo Carrillo
México, 8 de junio (EFE).- «Picasso y Rivera: Conversaciones a través del tiempo», exposición inaugurada hoy en el Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México, busca acercar dos culturas que, separadas por un océano, se rozaron a través del arte y de sus propios orígenes.
Ciento cuarenta y siete obras guarnecen la pulcritud de los muros del Palacio de Bellas Artes tomando como punto de partida el encuentro ideológico y artístico entre ambos pintores en la bohemia París de 1914.
Uno de los curadores de la muestra es Juan Coronel Rivera, poeta y nieto del muralista mexicano Diego Rivera (1886-1957).
La influencia entre Rivera y el artista español Pablo Picasso (1881-1973) fue recíproca y abarcó una perspectiva artística no exenta de carices antropológicos.
«Rivera le explicó el muralismo a Picasso y Picasso le explicó el cubismo a Rivera», contó Coronel durante un recorrido para la prensa.
Esta confluencia de dos personajes esenciales del arte del siglo XX ejemplifica para la sociedad contemporánea la importancia de entendernos.
«Una de las cuestiones que es fundamental de esta muestra es que cuando se están desarrollando el cubismo y el muralismo estamos hablando de dos pintores de izquierda, dos pintores con ideología, dos pintores a los que les interesaba la comunicación con la gente», destacó el curador a Efe.
«Todo eso ya se perdió», añadió, haciendo un análisis de la naturaleza del arte contemporáneo, relegado a cubrir necesidades elitistas.
«El mundo está convulso pero el arte contemporáneo no está respondiendo a esa convulsión», aseveró.
La exhibición se desmarca, por su propia naturaleza, de esta tendencia para, según el curador, «integrar a las masas».
Por su parte, la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Lidia Camacho, no dudó en calificar la exposición de una de las más importantes del año.
«Es un trabajo comparativo histórico visual de estos dos grandes artistas del siglo XX», dijo en conferencia de prensa.
Describió la exuberancia de la muestra como el «fruto del trabajo compartido entre el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles (LACMA) y el Palacio de Bellas Artes».
Camacho destacó que en el montaje se podrán apreciar 16 grabados de la «Suite Vollard», de Picasso, considerada una de las obras gráficas más importantes del siglo XX, la pieza «Hombre del cigarrillo», de Rivera, así como obras que nunca habían salido de sus museos.
Otras voces se suman al diálogo de los artistas y son las de las culturas grecolatina y precolombina, que resultaron vitales para la evolución de sus carreras artísticas.
Varias piezas escultóricas están presentes en la exposición acompañando a los pintores y expandiendo el significado de sus obras.
Para Coronel, tal como relató a Efe, el interés por el pasado de sus culturas fue crucial «para lograr las perspectivas modernas que hicieron uno y otro».
La exclusividad también impregna la exposición incluyendo obras como «Flauta de pan», de Picasso, siendo la primera vez que es cedida por el museo del artista.
Los otros curadores de la muestra, presentes en el evento, fueron Diana Magaloni, directora del Programa de Arte de las Antiguas Américas del LACMA, y el director del museo, Michael Govan.
Magaloni hizo hincapié durante el recorrido en la capacidad de Picasso de reflejar mediante el cubismo el estado de una sociedad despedazada después de la guerra.
Tras esto, el artista español regresó al clasicismo, y al respecto Magaloni comentó que la enseñanza que deja es la de la tradición «como elemento que nos cohesiona».
La muestra estará abierta al público a partir del 9 de junio y se quedará durante los meses estivales para cerrar el 10 de septiembre.
El Palacio de Bellas Artes acompañará la exposición con actividades como muestras de cine, un concierto y varias charlas que orientadas a extender el diálogo con la sociedad.
Se espera trascender la connotación artística para alcanzar significados sociales a partir de dos artistas que exhumaron los orígenes de sus culturas para comprenderse.