El grupo que inició la protesta está compuesto por ocho mujeres y siete hombres y se ha ubicado a las afueras de las oficinas del Instituto Nacional de Migración (INM) en Hermosillo, Sonora.
Entre las exigencias de la organización está que los miembros tengan una reunión con el titular del INM. También solicitan la intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), así como la de Amnistía Internacional y el Alto Comisionado de la ONU.
México, 8 de mayo (EFE).- Un grupo perteneciente a la caravana de migrantes centroamericanos que arrancó del sur de México en marzo pasado informó hoy del inicio de una huelga de hambre por el «incumplimiento» de los compromisos que alcanzaron con el Instituto Nacional de Migración (INM).
«A la hora de solicitar las visas prometidas vemos que el Gobierno no quiere cumplir con sus compromisos, lo cual nos ha obligado a comenzar el día lunes 7 de mayo a las 12:30 una huelga de hambre pacífica», afirmó en un comunicado Pueblo Sin Fronteras (PSF), organización impulsora de la caravana.
El grupo que inició la protesta está compuesto por ocho mujeres y siete hombres, todos ellos migrantes, y se ha ubicado a las afueras de las oficinas del INM en Hermosillo, en el noroccidental estado de Sonora.
La organización expresó que estas personas se han preparado «psicológica y físicamente» para la huelga de hambre.
La caravana, compuesta por más de mil personas, en su mayoría hondureños, dio comienzo el pasado 25 de marzo en Tapachula, ciudad cerca de la frontera con Guatemala.
A su paso por Matías Romero (Oaxaca), donde el grupo permaneció asentado unos días, el INM otorgó oficios a los integrantes para poder «regularizar» su estancia «y tránsito por México sin los altos riesgos y vulnerabilidad» que sufren los migrantes, señaló PSF.
Hasta la fecha, y pese a los compromisos que alcanzaron con el organismo, la cuestión del otorgamiento de visas humanitarias «no ha sido resuelta con el respeto, agilidad y totalidad convenida».
La organización, que apeló a la «sensibilidad y cordura» de las autoridades migratorias mexicanas, afirmó que permanecerán frente a las oficinas del INM «hasta que las promesas asumidas anteriormente se concreten».
«Al no cumplir las promesas, aproximadamente cien personas reconsiderarán pedir asilo en Estados Unidos y dirigirse a Tijuana», agregó.
Entre las exigencias de la organización está que los miembros del viacrucis tengan una reunión con el titular del INM, Gerardo Elías García, para «resolver las necesidades» de los migrantes que se encuentran actualmente en Hermosillo y Tijuana (Baja California).
También solicitan la intervención de la Comisión permanente del Congreso y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), así como la de Amnistía Internacional y el Alto Comisionado de la ONU, para que las autoridades den una «pronta solución», respetando los derechos humanos y apegada a la «dignidad y derechos» de los migrantes.
La caravana migrante, que se celebra anualmente y en esta edición batió un récord de participación, finalizó oficialmente el pasado 9 de abril, cuando llegó a la Ciudad de México.
A partir de allí, el contingente se dispersó en pequeños grupos, dado que algunos prefirieron solicitar refugio en México y otros continuar hacia Estados Unidos, por diferentes rutas. Alrededor de 300 llegaron a Tijuana, y la mayoría de ellos han comenzado trámites de asilo en Estados Unidos.