Abraham Calderón se basó en el 19S para ejemplificar los códigos de ética que deben regir a la Ingeniería Civil.
Ciudad de México, 8 mayo (SinEmbargo).- Abraham Calderón Rodríguez, estudiante de octavo semestre de Ingeniería Civil en la Facultad de Ingeniería de la UNAM, obtuvo el primer lugar de la Student Technical Paper Competition del 2018 ASCE Texas Symposium, organizada por la American Society of Civil Engineers (ASCE).
El alumno se enfrentó a representantes de otras 16 escuelas de educación superior: 5 mexicanas, entre las que destacaban el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey y la Universidad Panamericana, y 11 de EU.
Este es el segundo año consecutivo en que la Facultad de Ingeniería obtiene el primer lugar; en 2015 quedó en segundo.
Abraham explicó que el certamen consiste en dos partes, redactar un ensayo en donde se relacionan la ética con la ingeniería, el cual se envía con anticipación y se presenta ante un jurado.
El tema designado para este año fue: “Las redes sociales y la ingeniería civil”.
La presentación debe tener una duración de cinco minutos; “lo más importante es transmitir bien el mensaje y convencer al jurado”, agregó. Después se desarrolla una sesión de preguntas y respuestas, y finalmente la evaluación.
En su ensayo ¿Son las redes sociales una amenaza?, el estudiante ejemplificó la importancia de conocer los códigos de ética que deben regir a la ingeniería, además de comprenderlos para aplicarlos.
Uno de los ejemplos fue lo ocurrido en la Ciudad de México con el sismo del pasado 19 de septiembre de 2017, que dañó muchas construcciones; la gente, preocupada, comenzó a subir imágenes de sus casas a las redes sociales.
En Twitter, recordó, se creó una cuenta llamada #RevisaMiGrieta. Ahí, los ciudadanos subían sus fotos y recibían comentarios. “En el ánimo de ayudar opinabas ‘esta es muy pequeña, no te preocupes’, o ‘es grave, sal de ahí’, pero sólo veíamos una parte, no la estructura completa. ¿Qué pasaba si era un departamento que no había sufrido mayor daño, ubicado en el octavo piso, pero las viviendas de abajo estaban completamente afectadas?”.
Esta situación se relaciona con un código de ética: tomar decisiones hasta tener la información completa. “Creo que los ingenieros no tomamos la parte humanística y social con la seriedad que deberíamos, y hay que hacer hincapié en que son muy importantes”.
De igual manera, para evitar la corrupción o mantener la confidencialidad de una obra es necesario guiarse por la ética: “no publicar en las redes sociales mis fotografías en la obra, ni las del trabajo mismo”.
Éste puede ser un problema complejo que no tiene solución hasta que los ingenieros civiles saben que existen los códigos de ética, los conocen y entienden, subrayó.
El universitario agradeció a quienes lo ayudaron en su preparación para el certamen, como el profesor Josué Garduño, y a sus compañeros Carlos Ibarra y Virgilio Andrade, quienes concursaron en años anteriores y le dieron consejos.
Además, a los docentes que tomaron parte en la simulación del concurso y que cuestionaron al joven alumno como si fueran jueces. “Gané por la instrucción que tuve y la seguridad con la que presenté mi trabajo”, consideró.