Washington, 8 may (dpa) – Tras la liberación el lunes de tres jóvenes que habían permanecido secuestradas más de diez años en una vivienda en la ciudad estadounidense de Cleveland, surgieron críticas por la actuación de la policía, según revelaron hoy medios locales.
Los vecinos aseguran que en varias ocasiones se advirtió a la policía sobre hechos llamativos en esa casa de Cleveland.
Las autoridades locales rechazaron las críticas y aseguraron que las mujeres permanecían atadas con cuerdas y pocas veces se les dejaba salir, la mayoría de las veces brevemente al jardín.
Aparentemente los vecinos habrían relatado en los últimos años haber visto a «mujeres encadenadas» y «mujeres desnudas gateando en el jardín». «Pero no lo tomaron en serio», dijo una de las vecinas, Elsie Cintron, que consideró que la llamada de emergencia que hizo una de las víctimas, Amanda Berry, tampoco fue tomada demasiado en serio.
La policía, por su parte, indicó que en la última década hubo solo dos advertencias en relación con el domicilio afectado y que no tuvieron nada que ver con las mujeres desaparecidas. Las autoridades prometieron realizar una investigación interna sobre la llamada de emergencia de Berry, sobre todo para saber por qué los funcionarios que la atendieron no permanecieron comunicados con la mujer hasta que llegaron los vehículos policiales.
Berry fue liberada el lunes con ayuda de un vecino, que escuchó sus gritos pidiendo ayuda, la vio agitando la mano a través de un hueco y por eso se acercó a la puerta de la vivienda. La mujer llamó luego a la policía desde la casa de su vecino.
«Amanda es la verdadera heroína», dijo el vicejefe de policía Ed Tomba. «Ella encaminó la situación (…) Sin ella no estaríamos aquí ahora». Berry, de 27 años, había desaparecido cuando tenía 16.
La policía liberó a otras dos mujeres y una niña de la casa: Gina DeJesus y Michelle Knight, de 23 y 32 años respectivamente. DeJesus había desaparecido el 2 de abril de 2004 cuando tenía 14 años cuando se encontraba de camino del colegio a su casa. Knight estaba desaparecida desde 2002. La niña, de seis años, es aparentemente hija de Berry, aunque se desconoce quién es su padre.
Las tres mujeres y la niña fueron llevadas con sus familias a lugares apartados. El dueño de la vivienda en la que se encontraban y principal sospechoso, Ariel Castro, de 52 años, fue detenido junto a sus dos hermanos, de 50 y 54 años. La justicia le dio a la policía 48 horas para presentar una acusación concreta contra estos hombres. Las autoridades no quisieron revelar por el momento cómo eran retenidas o si fueron víctimas de abusos sexuales.
Los investigadores revisaban entre tanto la vivienda y los alrededores en busca de otras posibles víctimas de secuestro. Knight dijo, según los medios, que hace diez años había otra mujer con ellas, pero que luego desapareció.