El menor de 10 años fue encontrado el jueves pasado por un agente de la Patrulla de Fronteras, luego de que el grupo con el que viajaba lo dejara abandonado al oeste de McCallen.
Washington, 8 abril (EFE).- El niño nicaragüense de 10 años que fue abandonado en la frontera de Estados Unidos se encuentra en un centro de detención de Donna, en Texas, donde fue sometido a exámenes médicos, informó la Patrulla de Fronteras.
Según informan medios locales, las autoridades ya han contactado con su familia.
El niño fue encontrado el jueves pasado por un agente de la Patrulla de Fronteras, en una ruta rural cerca de La Grulla, 50 kilómetros al oeste de McCallen.
El vídeo del pequeño pidiendo ayuda a la policía fronteriza se ha hecho viral en las redes sociales y ha dado la vuelta al mundo.
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En un comunicado, la Patrulla explica que el niño, de diez años, «estaba angustiado y llorando» porque al despertarse se dio cuenta que el grupo de migrantes con el que viajaba «lo había abandonado».
El menor de edad fue llevado al centro de detención de la Patrulla de Fronteras en Donna y las autoridades se pusieron en contacto con su familia, según la estación KTSA de la televisión en San Antonio.
El comunicado de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) indicó que el niño fue sometido a exámenes médicos.
«Al igual que todos los niños migrantes que llegan sin compañía (de padre, madre o custodio legal) y la Patrulla los encuentra, el niño será transferido a salvo a la custodia de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados en el Departamento de Salud y Servicios Sociales», añadió CBP.
Según la policía de frontera, «escenas como esta son muy comunes, ya que los contrabandistas continúan abandonando a los niños en áreas desoladas, sin consideración alguna de su bienestar».
La Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras pidió a quienes contemplan entrar de forma ilegal a Estados Unidos que «no crean» a los «contrabandistas de personas» que les alientan a hacerlo y después «ponen en peligro a las poblaciones más vulnerables».
El Gobierno del Presidente Joe Biden ha continuado la política de su predecesor, Donald Trump, por la cual los migrantes adultos y grupos familiares que llegan a la frontera son expulsados a México.
Pero el Gobierno de Biden ha adoptado una política diferente con relación a los menores de edad que llegan sin compañía y les da albergue temporal mientras localiza a sus familias.
Los centros de detención de CBP -donde los menores no deben permanecer más de 72 horas – y los albergues supervisados por el Departamento de Salud tienen actualmente más de 20 mil menores de edad bajo su custodia.