Pese a la victoria de Sanders, Trump y Clinton quedaron un paso más cerca de convertirse en los candidatos de sus partidos. Clinton se llevó fácilmente Mississippi, impulsada por el apoyo entre los votantes negros, y ahora tiene más de la mitad de los delegados que necesita para obtener la candidatura demócrata. Donald Trump ganó el martes las elecciones primarias de Mississippi y Michigan, lo que aumentó su ventaja sobre el Senador de Texas Ted Cruz, su rival más inmediato y que ganó las primarias de Idaho.
Washington, 8 de marzo (EFE/AP/SinEmbargo).- La noche del martes vivió una nueva jornada de las primarias para elegir candidatos presidenciales en EU que se saldó con contundentes e importantes victorias de Donald Trump y con una sorprendente derrota de Hillary Clinton en Michigan, que da alas a su rival, Bernie Sanders.
Aunque eran dos los estados que celebraban primarias demócratas y cuatro republicanas, todos los ojos estaban centrados en Michigan, considerado un estado crucial tanto por la cifra de delegados que repartía (la mayor en ambos casos) como por lo que éste representa a nivel demográfico.
Michigan fue el primer estado en votar del conocido como cinturón industrial de EU (del que, de hecho, es su mayor insignia), una zona antaño pujante, rica y muy poblada que durante las últimas décadas se ha visto fuertemente golpeada por la desindustrialización y que sufrió con especial intensidad la crisis económica.
En el bando republicano, Trump se llevó Michigan por un amplio margen de más de 10 puntos, lo que fue interpretado como muestra no sólo de su solidez en esta campaña sino de que puede lograr buenos resultados en estados con una composición socioeconómica similar como los codiciados Ohio y Pensilvania.
Por parte de los demócratas, el Senador por Vermont y autoproclamado socialista democrático Bernie Sanders dio la gran sorpresa de la noche y se impuso en Michigan (aunque por un margen muy ajustado) a su rival, Hillary Clinton.
Pese a que la diferencia final fue por la mínima, la victoria de Sanders en este estado tiene una significación especial, ya que por un lado demuestra el poderío del Senador en el cinturón industrial y, por otro, desafía a las encuestas, que le vaticinaban una derrota aplastante en Michigan.
Ningún sondeo de los publicados daba a Sanders como ganador en Michigan y, de hecho, las encuestas de los últimos días auguraban una derrota abultada por entre 13 y 27 puntos.
«Los medios corporativos nos habían descartado. Los encuestadores decían que estábamos muy atrás. Pero ganamos. Gracias, Michigan», agradeció a los votantes el propio Senador en la red social Twitter tras conocer los resultados.
Además, , Sanders dijo que Michigan indicaba que su campaña «es fuerte en todo el país, y francamente creemos que nuestras zonas de mayor fuerza aún están por llegar».
Por su parte, el Gobernador de Ohio, John Kasich, quedó tercero en Michigan, por detrás de Trump y Cruz. No era el impulso que esperaba para preparar la crucial contienda de la semana entrante en su estado natal.
En cambio, el Senador de Florida, Marco Rubio, sufrió el martes una nueva noche de decepciones. No consiguió ningún delegado nuevo, una sombría perspectiva para un candidato con el abrumador apoyo de senadores, gobernadores y otros cargos electos del Partido Republicano.
Al margen de Michigan, Clinton y Trump se llevaron el sureño por los bandos demócrata y republicano, respectivamente, (ambos por amplios márgenes sobre sus rivales, especialmente en el caso de la exsecretaria de Estado), mientras que el Senador Ted Cruz se apuntó su séptima victoria de lo que va de campaña en Idaho.
Además de Michigan, Mississippi e Idaho, los votantes republicanos también están llamados este martes a las urnas en el archipiélago de Hawai (de tendencia fuertemente demócrata), que reparte 19 delegados pero del que no se espera que se conozcan los resultados hasta la madrugada del miércoles.
Pese a la victoria de Cruz en Idaho, que se llevará la mayor parte de los 32 delegados en liza en ese estado del oeste de EU, esta nueva jornada electoral sirvió para consolidar el liderazgo de Trump, ya que tanto en Michigan como en Mississippi, que repartían 59 y 40 delegados, respectivamente, se impuso por más de 10 puntos.
«Todos y cada uno de los que me han atacado brutalmente están cayendo. Empezamos siendo diecisiete (precandidatos republicanos) y quedamos cuatro, y no lo están haciendo muy bien esta noche», sacó pecho Trump en una rueda de prensa en Jupiter (Florida) al conocerse los resultados.
A falta de lo que ocurra en Hawai y de conocer los resultados definitivos en Idaho, el gran perdedor de la noche sería el Senador por Florida Marco Rubio, quien al quedar por debajo del umbral del 15 por ciento tanto en Michigan como en Mississippi no se llevaría ninguno de los delegados en esos estados.
La próxima gran cita electoral de las primarias presidenciales de EU será el próximo martes, 15 de marzo, cuando votarán cinco estados: Illinois, Missouri, Carolina del Norte y los preciados Ohio y Florida, que, en el caso republicano, conceden la totalidad de los delegados al candidato ganador por pequeño que sea el margen de la victoria.
HASTA EL MOMENTO TRUMP LIDERA LOS CAUCUS REPUBLICANOS DE HAWAI
El magnate inmobiliario Donald Trump lideraba hoy los caucus (asambleas populares) republicanos de Hawai (EU) con el 35 por ciento de los votos escrutados, en el que es el último resultado pendiente de los cuatro estados que celebraron primarias o caucus este martes en EU.
Trump se alzaba con un 44 por ciento de los sufragios en este archipiélago del Pacífico y por detrás suyo se situaban el senador por Texas Ted Cruz (31 por ciento), el Senador por Florida Marco Rubio (13 por ciento) y el Gobernador de Ohio, John Kasich (10 por ciento).
De confirmarse la victoria de Trump, sería la tercera de la noche, ya que el magnate neoyorquino ya se llevó las primarias celebradas en Michigan y Misisipi por amplios márgenes sobre sus rivales, mientras que Cruz se apuntó un tanto en Idaho.
En Hawai, un estado de tendencia fuertemente demócrata, los conservadores se reparten 19 delegados que deben ayudar a los aspirantes a sumar los mil 237 delegados necesarios para obtener la candidatura presidencial.