El sacerdote Joseph Maurizio, de 70 años, fue declarado culpable en septiembre en un proceso por turismo sexual.
Por Joe Mandak
PITTSBURGH, Pennsylvania, EE.UU. (AP) — Un sacerdote condenado por acusaciones de tener relaciones sexuales con niños pobres en Honduras y que alegó que los fiscales retuvieron indebidamente pruebas en su caso no recibirá un nuevo juicio, dijo un juez en un fallo.
El sacerdote Joseph Maurizio, de 70 años, fue declarado culpable en septiembre en un proceso por turismo sexual.
El Juez federal Kim Gibson rechazó la apelación de Maurizio, lo que abre el camino para que le dicten sentencia el 2 de marzo, a menos que se interpongan más apelaciones.
El juez, de Johnstown, determinó que la declaración de un acusador fue retenida indebidamente, pero que esa situación no habría modificado el resultado del juicio al sacerdote.
«Dada la evidencia sustancial que existe en este caso… la corte considera improbable que un jurado hubiera absuelto al acusado en un segundo juicio», escribió Gibson en el fallo emitido el lunes.
La apelación, que obligó una audiencia ante el Juez la semana pasada, mencionaba la declaración de un chico acusador que dijo a los investigadores que el sacerdote no había «abusado» de él.
El menor dijo a un investigador federal que otros «piensan mal de mí» debido a su contacto con Maurizio. Después agregó «quizá piensan que en verdad abusó de mí pero no fue el caso».
Sin embargo, el Juez dio la razón a la fiscal federal adjunta Amy Larson, que había argumentado que la utilización por parte del chico de la palabra «abuso» se refería a un solo acto y no a otros abusos de los que se acusó al sacerdote.
El Juez coincidió con la fiscalía en cuanto a que el chico aclaró después su afirmación a los investigadores y confirmó que el sacerdote lo había acariciado, aspecto que Larson dijo era congruente con el testimonio del menor durante el juicio.