El Obispo Raúl Vera López denunció que “en este momento en nuestro país vivimos una estrategia de violencia para el control de la población” y que mientras tanto “están saqueando a nuestro país, con la transformación de nuestra Constitución están dejando las manos libres a las grandes empresas del mundo que quieren hacer de nosotros y de nuestro país, presa de ganancias”.
Por Zacarías Cervantes
Ciudad de México, 8 de febrero (SinEmbargo/El Sur).– Raúl Vera López, Obispo de Saltillo y presidente de la Red Solidaria Década Contra la Impunidad, denunció ayer que los mexicanos, y particularmente los guerrerenses, se enfrentan a una articulación de la violencia desde el Estado contra el pueblo, para mantenerlo controlado mediante el temor y el terror.
En un mensaje ante unas 500 personas frente a la iglesia de la Asunción de María, en el Zócalo de Chilpancingo, Vera López dijo que en esta estrategia el Gobierno utiliza lo mismo a los militares y a las corporaciones policiacas que al crimen organizado.
Explicó que por eso casos como el de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala o las ejecuciones y levantones, no son investigados ni se resuelven porque al Gobierno le conviene mantener el miedo y el terror en el pueblo.
El Obispo realiza una vita de dos días a Guerrero en la Caravana por los Caminos del Sur en Busca de la Justicia y la Paz.
Vera López llegó a las 12 y media de este domingo y encabezó una marcha de unas 200 personas de la alameda Granados Maldonado al Zócalo de la capital. Allí se reunió con otras 300 personas que ya lo esperaban.
En el contingente había dirigentes de organizaciones sociales y víctimas de la violencia, y al final ofició allí mismo una misa asistido por el padre Baltazar Vega.
El Obispo llegó resguardado por dos patrullas de la Policía del Estado con unos siete efectivos a bordo en cada una y también se vieron agentes federales vestidos de civil. Durante la reunión y la misa, los uniformados y los civiles se desplegaron por los alrededores mostrando sus armas largas aunque sin obstaculizar el desarrollo de las actividades.
Desde las grades del kiosco, Vera López denunció que “en este momento en nuestro país vivimos una estrategia de violencia para el control de la población” y que mientras tanto “están saqueando a nuestro país, con la transformación de nuestra Constitución están dejando las manos libres a las grandes empresas del mundo que quieren hacer de nosotros y de nuestro país, presa de ganancias”.
Y acusó que lo más triste es que para esa violencia están utilizando tanto a nuestro Ejército y a los cuerpos policiacos como al crimen organizado.
“Eso explica por qué no hay búsqueda de los desaparecidos, eso explica por qué no hay solución al caso de Ayotzinapa, porque quieren que nosotros vivamos aterrorizados, porque quieren que nosotros vivamos sumidos en la inmovilidad”, dijo
Vera comentó que está ocurriendo todo lo contrario; “gracias a Dios, por lo que está pasando cada día somos más las personas que nos unimos y decimos que este país tiene que salir adelante por la vía de la paz, por la vía de la justicia, por la vía del respeto a la dignidad humana, somos muchos más los que queremos esto”, expresó.
Añadió que a través del Evangelio, “Dios nos indica con una luz lo que es capaz de hacer, “y gracias a Dios vamos a tener dentro de unos días al Papa Francisco y yo les pido que pongan mucha atención a su palabra. Es una palabra de esperanza y de confianza para unirnos como comunidad nacional”.
Antes, había escuchado testimonios de dirigentes sociales y de víctimas de la violencia en la entidad. De ellos comentó que no escuchó una palabra de víctimas vencidas, “sino la fuerza de personas que están luchando, y que saben que la verdad está con ellos”.
Agregó que Dios quiere que esta tierra se construya en la paz y en el bien, “y esa situación nos hace a nosotros entender que celebrar nuestra fe no es nada más ir a los templos, celebrar nuestra fe es vivirla en la calle, en los valles, vivirla en la familia, eso es ser cristiano, no es una práctica separada de la vida”.
El clérigo, quien recordó que él se ordenó Obispo en Guerrero y que estuvo más de ocho años en la entidad, dijo:
“Aquí estamos hablando de la vida, de la vida que queremos encontrar en los desaparecidos. También estamos hablando de la vida que nos puede dar de nuevo la justicia, de la preocupación porque no queden en la impunidad crímenes que se siguen repitiendo”.
Denunció que las cosas siguen así por la impunidad en la que se dejan todos los casos, “entonces, está claro que lo podemos cambiar a través del pueblo, con un nuevo pacto social, donde el pueblo vuelva a decir sus sentimientos y dictar una nueva Constitución, hemos madurado como país y lo podemos hacer”.
Dijo que ha estado trabajando con un grupo de distintos estados para hacer una asamblea constituyente, “en donde nosotros vayamos dictando nuestra propia Constitución y llegar al final como un pueblo que creció maduramente, en su capacidad política y pasemos con un nuevo pacto a formar un nuevo país, esto está caminando, ya llevamos más de año y medio trabajando y podemos hacer esto”.