Este es el tercer ataque de este tipo en los últimos cinco días en el centro de Bagdad, donde ya cayeron proyectiles los pasados sábado y domingo, en uno de los casos acompañados de impactos también en la base militar de Al Balad, donde hay presencia de tropas estadounidenses.
Bagdad, 8 ene (EFE).– Dos cohetes impactaron este miércoles en las inmediaciones de la Embajada de Estados Unidos en Bagdad, situada en el perímetro de la Zona Verde, que alberga un gran número de legaciones diplomáticas y edificios gubernamentales.
Una fuente del Ministerio de Interior iraquí que pidió el anonimato confirmó a Efe la caída de dos proyectiles tipo Katyusha en esta zona de la capital iraquí, sin que por el momento se haya informado de víctimas o daños materiales.
Este es el tercer ataque de este tipo en los últimos cinco días en el centro de Bagdad, donde ya cayeron proyectiles los pasados sábado y domingo, en uno de los casos acompañados de impactos también en la base militar de Al Balad, donde hay presencia de tropas estadounidenses.
Two Katyusha rockets fell near #US embassy in central Baghdad. embassy’s sirens heard. pic.twitter.com/vNvz6cXT2f
— Barzan Sadiq (@BarzanSadiq) January 8, 2020
Uno de los cohetes del pasado fin de semana causó heridas a cinco civiles tras caer en una vivienda cercana a la Zona Verde.
Todo ello se produce en medio de una grave escalada de tensión en Oriente Medio desencadenada tras el ataque de EU en Bagdad que el viernes acabó con la vida del comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución iraní (IRGC), general Qasem Soleimaní, y líderes de las milicias Multitud Popular, apoyadas por Teherán.
Irán respondió anoche a esta acción con el lanzamiento de misiles contra dos bases militares que albergan a tropas estadounidenses en el oeste y norte de Irak, un ataque que no causo víctimas, según han confirmado fuentes de Bagdad y Washington.
Grupos integrados en la Multitud Popular, agrupación iraquí progubernamental, mayoritariamente chií y que perdió a su número dos en la acción de Estados Unidos que acabó también con la vida de Soleimaní, han amenazado con lanzar acciones contra objetivos estadounidenses como venganza.
Sin embargo, los ataques con cohetes contra la Zona Verde son relativamente frecuentes y se han venido produciendo a menudo con anterioridad al estallido de la escalada entre Washington y Teherán en los últimos días.
ATAQUES EN AL ASAD Y ERBIL
Ayer, el Pentágono confirmó que más de una decena de misiles balísticos impactaron el martes en las bases aéreas que albergan tropas estadounidenses en Irak y aseguró que está claro que los cohetes «se lanzaron desde Irán».
Un portavoz del Pentágono, Jonathan Hoffman, afirmó en un comunicado que todavía no está claro si ha habido víctimas y precisó que el ataque, una posible represalia de Irán por el asesinato por parte de EU del general Qasem Soleimaní, se produjo contra las bases de Al Asad y Erbil.
«Está claro que estos misiles fueron lanzados desde Irán y dirigidos contra al menos dos bases militares iraquíes», agregó la nota y precisó que están trabajando en las evaluaciones iniciales de los daños.
Según el Pentágono, en esas bases permanecen tropas estadounidenses y de la coalición.
«Esas bases han estado en máxima alerta debido a las señales de que el régimen de iraní planeaba atacar nuestras fuerzas e intereses en la región», añadió la declaración.
La Casa Blanca, por su parte, confirmó que el Presidente estadounidense, Donald Trump, fue informado del ataque y que se mantiene en contacto con su equipo de seguridad nacional.
«Estamos al tanto de los informes de ataques contra las instalaciones estadounidenses en Irak», señaló la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, en su cuenta de Twitter.
En diciembre de 2018, Trump visitó junto a su esposa, Melania, la base aérea Al Asad, situada al oeste de Bagdad.
Horas antes de conocerse del ataque, el gobernante estadounidense había descartado que planee sacar próximamente a las tropas de Irak y retiró su amenaza de atacar objetivos culturales iraníes, al comprometerse a «obedecer las leyes» internacionales en ese sentido.
«En algún momento queremos salir (de Irak), pero este no es el momento adecuado», subrayó Trump, al añadir que esa retirada «sería lo peor que le puede pasar a Irak» porque ampliaría la «presencia» de Irán en el país.
Estados Unidos tiene entre 5 mil y 6 mil militares en Irak, según distintas estimaciones, y el asesinato el pasado 3 de enero del general iraní Qasem Soleimaní en una operación del país en Bagdad ha aumentado la presión en el país árabe a favor de una retirada de las tropas internacionales.