La casa del boxeador Fernando Montiel fue una de las que resultaron inspeccionadas durante el operativo que llevó a la captura del «Chapo». El incidente no pasó a mayores para el pugilista.
Ciudad de México, 8 de enero (SinEmbargo).- El deporte no ha sido ajeno a la recaptura de Joaquín Chapo Guzmán. Una casa propiedad del boxeador Fernando «Kochulito» Montiel fue cateada por elementos de la Secretaría de Marina (Semar). Se pensaba que ahí podía estar escondido el narcotraficante.
Según publicó Juan Futbol entre los revisados se encontraba el de Fernando. En el operativo desplegado en la ciudad de Los Mochis por la Marina, en la recaptura del «Chapo» Guzmán, varias viviendas del sector norte de dicha ciudad fueron inspeccionadas, una de ellas resultó ser la del ex campeón mundial de box
Cerca de las cinco de la mañana el boxeador escuchó disparos de armas automáticas. Las balas sonaban cerca de su casa. Metió a su familia en una recámara. La idea es que estuvieran todos a salvo.
Después Montiel escuchó golpes en las puertas de sus vecinos. Se asomó por la ventana y entonces detectó que los responsables del alboroto eran elementos de la Semar.
Los marinos, solicitaron al pugilista, permiso para ingresar a su hogar, en el fraccionamiento Las Palmas, a lo que accedió. Ellos se dieron cuenta que se trataba de una figura pública cuando vieron sus trofeos y fotografías. Así, después de revisar su hogar le pidieron autógrafos y se fueron.
Horas después el Gobierno de México confirmó que Guzmán Loera fue detenido por elementos de la Marina. El mismo Presidente Enrique Peña Nieto lo dio a conocer por redes sociales.
La madrugada de este jueves, agentes de la Semar y presuntos delincuentes se enfrentaron en varias calles del sector Scally de Los Mochis, Sinaloa, tras recibir un mensaje anónima en el cual se denunciaba que en un domicilio de la zona se encontraban sujetos armados.
Se trata del tercer arresto del «Chapo» luego de dos fugas. Guzmán se había escapado por un túnel de un penal de alta seguridad. Había sido visto en Durango y Sinaloa, donde había fuertes operativos para dar con él. Ahora está preso, después de que elementos de la Marina dieran con su escondite y lo siguieran por aire y tierra, e incluso por las alcantarillas. Algunos de los presuntos asociados del capo murieron en el enfrentamiento, varios más fueron arrestados.
