El cortometraje muestra cómo Alex busca cumplir la promesa que le hizo a su hija de estar siempre con ella, a la par que lucha por mantenerse en una sociedad prejuiciosa y discriminatoria que le cierra la puertas en la música y de todo al convertirse en padre y gestar a su bebé en su propio vientre.
Morelia, Michoacán, 7 de diciembre (SinEmbargo).– El Festival de Cine Independiente Cuórum Morelia presentó Victoria, un cortometraje dirigido por Eloisa Diez que forma parte de su selección en competencia y que aborda la gestación trans masculina.
Alex Reyes, protagonista de esta historia, detalla que en la pequeña ciudad donde vive en los Altos de Jalisco hay tan sólo tres mercados, pero 35 templos, cada uno con propia fiesta patronal, lo que provoca que a lo largo del año los fuegos artificiales nunca acaben.
Ahí en esa ciudad tan conservadora creció, vivió su transición y vive con la tristeza del arrebato de su primera hija por su anterior pareja y el nacimiento de la segunda, Victoria.
«Originalmente creíamos que íbamos a hacer una especie de denuncia en cuestiones jurídicas, incluso sin tener nada que ver en cuestiones de identidad o de orientación. Nosotros queríamos hacer una denuncia sobre cómo no tenemos una protección los padres cuando somos separados de nuestros hijos en el momento en que nos separamos de nuestra pareja, cómo nuestros hijos crecen lejos de nosotros con el beneplácito de las autoridades. Las leyes son buenísimas, pero ya en la practica nos encontramos con estas dificultades y eso es lo que queríamos retratar originalmente», cuanta Alex Reyes en entrevista con SinEmbargo.
El cortometraje muestra cómo Alex busca cumplir la promesa que le hizo a su hija de estar siempre con ella, a la par que lucha por mantenerse en una sociedad prejuiciosa y discriminatoria que le cierra la puertas en la música y de todo al convertirse en padre y gestar a su bebé en su propio vientre.
«Al paso del tiempo yo regreso a la música porque ya tenía 20 años que no me dedicaba para nada, empiezo a estar con mi pareja actual, Fernanda, que estudia en el Conservatorio Nacional de Bellas Artes, ella estudia dirección coral y me incluye en los coros, de hecho así nos conocimos porque ella era mi maestra de canto y cuando comienza nuestra relación ella tenía las mismas ideas que yo, quería tener hijos, pero precisamente en este ajetreo de que todavía le faltaban 5, 7 años para terminar sus estudios, me dice ‘tú ya tienes 39 años, vamos a esperar a que yo termine el conservatorio o aprovechamos que ya tenemos los recursos presentes». Así se planteó por primer vez en ser padre y que fuera su cuerpo, que ya llevaba años en tratamiento de hormonas por la transición quien lo tuviera.
Pero también pensó en la posibilidad de documentarlo.
«Yo no sabía si si quiera iba a funcionar porque ya tenía cuatro años en transición y había estado tomando muchas hormonas y cuando le comento a Eloisa lo que estamos pensando, ya más como una amistad que como la directora del corto. Ella me dice ‘considéralo, no te voy a obligar, es algo demasiado íntimo, es algo demasiado rompedor, es algo que sería muy chocante para cierto público, pero a la vez yo creo que va a romper barreras'».
Victoria explora en la masculinidad, y en eso que convierte a los seres humanos en padres y en una sociedad como la de México donde aún este tema es tabú.
«Eloisa logra en este corto retratar de una mera muy cálida, muy amable, una cosa tan compleja como es la historia de Victoria, cómo es abordar la gestación trans masculina que es una cosa que sucede. En Estados Unidos y en Canadá hay muchos grupos en Facebook en donde se habla abiertamente de la gestación trans, en donde todos los días, alguien más sube sus fotografías, pero aquí en México no, aquí sí es una diferencia enorme. A mí si me tocó recibir muchos señalamientos por parte de la misma comunidad trans, que me dijeron que era una incoherencia completa que yo viéndome como me veo me pusiera a gestar un bebé, pero yo soy el papá de Victoria, ella tiene a su mamá y tiene a su papá, que soy yo. Y esa es la historia que venimos a mostrar».
Alex presenta con recelo aún el corto, dice que en un país como México este tema provoca odio, y no se equivoca, nuestro país se encuentra segundo lugar al sumar 79 crímenes de odio en 2020 en Latinoamérica, sólo después de Brasil, según el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT de la Fundación Arcoíris.
«Es peligroso. Yo digo que estamos en el primer lugar de crímenes de odio porque no vamos a tomar como crímenes de odio únicamente los que están dirigidos a la comunidad LGBT, lo feminicidios también son crímenes de odio. Entonces, si sumamos estas dos estadísticas en México efectivamente tenemos el primer lugar por mucho en crímenes de odio. Nosotros nos ponemos en el ojo del huracán y ahí es donde dices ‘hasta dónde es necesario un mártir más’».
El corto es dedicado por Alex a sus dos hijas, un retrato de una promesa que no se la permitir cumplir y la muestra del origen de Victoria que nadie más le puede contar, porque ya está ahí plasmado.
«Me ha sorprendido mucho y me ha gustado mucho que la palabra más frecuente que la gente se ha acercado a decirme después de las exhibiciones ha siDo que el corto es conmovedor. Siento que si yo voy y me paro frente a una audiencia y cuento mi historia, pues va generar sorpresa, va generar muchos pensamientos, muchas ideas, pero sobre todo creo que levanta un muro porque la gente empieza a decir el porqué yo no debía haber hecho eso, y en el cine pasa muy diferente, el cine baja un poco más la guardia, suspende la incredibilidad y comienza a ver lo que vienen a ofrecer, y hasta después lo digieres, la manera en que lo presenta Eloisa te genera empatía a pesar de ser una historia tan extraña, te genera una manera de entender la gestación trans porque sí era algo que no se había logrado mucho. Hay algunas personas que han gestado a sus hijos y quieren compartir su historia que de entrada ya sabes de qué se trata, y pones tu barrera, me tocó verlo mucho, antes de gestar a Victoria me puse a investigar, me puse a ver que había en los medios al respecto y sí vi mucho odio, muchos comentarios feos, para las personas trans que había gestado a nuestros hijos. Entonces creer que Victoria ha cambiado, transforma un poquito esa dinámica».