El 72 por ciento de los alimentos desperdiciados se da en los primeros eslabones de la cadena productiva, desde la precosecha hasta la distribución, y el 28 por ciento ocurre en la venta al menudeo y en los hábitos de los consumidores finales, indica el estudio.
El agua que se utiliza en la producción de alimentos que terminan en desperdicio presenta un volumen que asciende a más de 40 billones de litros y es una cantidad similar al agua utilizada por todos los mexicanos en 2.4 años.
Ciudad de México, 7 de diciembre (EFE).- Los mexicanos desperdician 20.4 millones de toneladas de alimentos al año, desveló hoy el informe «Pérdidas y desperdicios de alimentos en México», realizado por el Banco Mundial, que analiza los impactos ambientales que genera la producción de diversos alimentos representativos del país.
El informe, presentado por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), destaca «la generación de 36 millones de toneladas de dióxido de carbono, un volumen similar a las emisiones generadas por 15.7 millones de vehículos anualmente».
El 72 por ciento de los alimentos desperdiciados se da en los primeros eslabones de la cadena productiva, desde la precosecha hasta la distribución, y el 28 por ciento ocurre en la venta al menudeo y en los hábitos de los consumidores finales.
Asimismo, el agua que se utiliza en la producción de alimentos que terminan en desperdicio presenta un volumen que asciende a más de 40 billones de litros y es una cantidad similar al agua utilizada por todos los mexicanos en 2.4 años.
En cuanto a los impactos económicos, el Banco Mundial reportó que el valor de mercado de los alimentos analizados asciende a 491 mil millones de pesos (25.924 millones de dólares).
Con relación a los resultados, el subsecretario de Fomento y Normatividad Ambiental de Semarnat, Cuauhtémoc Ochoa Fernández, anunció una estrategia nacional para el control de residuos, enfocada «en reducir la pérdida y desperdicio de alimentos».
El plan fue descrito como pionero «entre los países en desarrollo y desarrollados porque considerará la prevención de la pérdida y desperdicio de alimentos a lo largo de toda la cadena de su producción».
Ochoa consideró que «el mayor reto» es lograr una conciencia social en torno a este tema de preocupación medioambiental