Redacción/SinEmbargo
07/12/2015 - 12:00 am
Pemex: Gasolina barata en EU ¿Y aquí cuándo? ¿Y las promesas de EPN?
El jueves pasado, Petróleos Mexicanos (Pemex) estrenó la primera de cinco gasolineras en Houston, Texas, y al mismo tiempo mostró que los análisis de especialistas sobre la intención de este Gobierno federal de, de plano, reducirla a su mínima expresión, no están equivocados. ¿Por qué? Por lo que se ha venido alertando desde antes de […]
El jueves pasado, Petróleos Mexicanos (Pemex) estrenó la primera de cinco gasolineras en Houston, Texas, y al mismo tiempo mostró que los análisis de especialistas sobre la intención de este Gobierno federal de, de plano, reducirla a su mínima expresión, no están equivocados.
¿Por qué? Por lo que se ha venido alertando desde antes de que se comenzara a discutir la Reforma Energética: con los cambios constitucionales planteados por el Presidente Enrique Peña Nieto, Pemex se iba a quedar con el peso de la historia a cuestas, pagando culpas ajenas, en este caso de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) a la que ha financiado, y seguirá, por más de 77 años, y por la añeja debilidad del Estado mexicano para recaudar impuestos.
Y así sigue Pemex, pagando onerosos impuestos a Hacienda y ahora con el lastre de estar aislado de las nuevas licitaciones, sin producción de crudo ni dinero, alejada cada vez más de su naturaleza como una de las grandes compañías petroleras en el mundo.
Ahora, además, los administradores de Pemex se han puesto cínicos de cara a los mexicanos. Uno de los argumentos más fuertes de la Reforma Energética, que esgrimió Peña Nieto, respaldado por los legisladores del PRI y sus partidos aliados, fue que las gasolinas no subirían en 2016 y que, paulatinamente, bajarían de precio por la competencia, la mayor oferta, mejor calidad de los combustibles y bla, bla, bla…
Lo cierto es que el jueves, de tajo, Pemex comenzó a vender en Houston la gasolina sin plomo de 95 octanos en 1.54 dólares por galón; es decir, en 6.93 pesos por litro si se considera que el pasado jueves el billete verde cerró en bancos hasta en 17.02 pesos.
En México, la gasolina Magna se oferta en las estaciones de la Franquicia Pemex en 13.57 y la Premium en 14.38 pesos por litro. Mientras que en la frontera norte el precio varía: la Magna se vende en 12.04 pesos por litro y la Premium en 14.38 pesos.
Es decir, allá vende la gasolina a la mitad del costo que aquí, por la ineficiencia de las autoridades hacendarias para recaudar por otras vías y por la cadena de concesiones que hace, por ejemplo, al sindicato, cuesta el doble.
La bofetada a los mexicanos es mayúscula, y tanto el Presidente, como el Director de Pemex y los legisladores que aprobaron la Reforma Energética debieran dar una explicación por la majadería.
A partir del 1 de enero de 2016 la historia del mercado de la venta de combustibles en México se escribirá completamente diferente al cierre de este año: Pemex Refinación iniciará una cuesta hacia abajo que podría llevarla a la quiebra en no más de ocho meses, han advertido los empresarios gasolineros mexicanos, que enfrentarán, también en desventaja, la llegada de grandes corporaciones.
Sus ganancias se verán afectadas en más de 30 por ciento porque, por la Reforma Energética, tendrán que pagar un elevado impuesto a la Secretaría de Hacienda, que busca tapar los huecos que dejó la baja del precio del barril del petróleo a nivel mundial y para restarle a la paraestatal competitividad.
¿Qué clase de calidad de gestión es ésta? Ni en el Gobierno, ni en Hacienda, ni en Pemex hay voluntad política para que las cosas mejoren para los mexicanos. El objetivo, está claro: Pemex sigue siendo la vaca lechera del Gobierno federal en términos fiscales, aunque le haya cortado los brazos, y los ciudadanos un buey que jala con el pesado yugo y a los que no se deja de explotar.
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