López Obrador especificó que la obra fue pausada porque se encontró equipo de la constructora brasileña Odebrecht y aseguró que se proyecta finalizarla en 2023.
Ciudad de México, 7 de noviembre (SinEmbargo).- El Presidente Andrés Manuel López Obrador visitó el reinicio de la construcción de la coquizadora en la refinería de Tula, Hidalgo.
El mandatario informó que después de siete años, se invertirán 60 mil millones de pesos para finalizar la obra, así como se crearán ocho mil empleos y se producirán 30 mil barriles adicionales de gasolinas.
“Con esta coquizadora vamos a tener los combustibles que demanda el mercado interno, es decir, ya no vamos a comprar las gasolinas en el extranjero”, dijo López Obrador.
Además, especificó que la obra fue pausada porque se encontró equipo de la constructora brasileña Odebrecht.
Pese a la problemática planteada por la constructora, se decidió terminar la obra y evitar que se perdiera el avance que se llevaba, se resolvieron problemas administrativos y se pagaron deudas.
Con el reinicio de la obra, López Obrador aseguró que se va a tener más producción de gasolinas y se dejará de importar el combustible del extranjero.
“Ya no vamos a vender el petróleo crudo y comprar la gasolina, eso se hizo por muchos años”, agregó.
También garantizó que la obra significa la reactivación de la economía de la zona debido a que generará trabajos.
El titular del Ejecutivo detalló que la construcción será finalizada para el 2023.
López Obrador estuvo acompañado por la secretaría de Energía, Rocío Nahle García; el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández; el secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O y el director de Petróleos Mexicano, Octavio Romero Oropeza.
La estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) ha estimado que en la planta de Tula se procesarán alrededor de 140 mil barriles diarios de combustóleo para convertirlo en 42 mil barriles de gasolina, 78 mil barriles de diésel y 20 mil barriles de turbosina.
El proyecto, que se emprendió durante el pasado Gobierno de Enrique Peña Nieto, se paralizó desde 2016 debido a “cuestiones de corrupción” en las que estuvo implicada la constructora brasileña Odebrecht, indicó López Obrador.
La planta coquizadora se enmarca en un plan que adelante la administración de López Obrador para eliminar las importaciones de gasolina mediante el fortalecimiento del sistema refinador. En ese sentido el Gobierno ha realizado millonarias inversiones para modernizar las seis refinerías de México, construir otra nueva en el estado sureño de Tabasco y la compra total de una refinería en Houston que tenía Pemex con el gigante neerlandés Shell.
México importó entre enero y septiembre de este año un volumen promedio de 496 mil 909 barriles diarios.