Por Plácido Meléndez
Monterrey, 7 Nov (Notimex).- Con más de 80 mil habitantes de grupos étnicos diversos, Nuevo León tiene la tasa de crecimiento de población indígena más alta a nivel nacional, reveló el responsable de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas en el estado (CDI), José Cerda Zepeda.
En entrevista con Notimex, el funcionario federal dio un panorama sobre este éxodo indígena a territorio nuevoleonés, en búsqueda de mejores condiciones de vida, laboral o educativa, reunirse con familiares y también, afrontar adversidades como la discriminación.
En Nuevo León, citó, “entre 1990 y 2005, la población indígena se duplicó cada cinco años, eso nos implica una tasa de crecimiento de más de 20 por ciento anual y esa tendencia se ha mantenido, probablemente en los próximos años pudiera incrementarse”.
En tanto, mencionó, “en los estados expulsores la tasa de crecimiento negativa, es decir, estados expulsores que antes tenían un uno por ciento de tasa negativa, ahora están creciendo a dos o 2.5, tres por ciento, de tasa negativa”.
Actualmente, indicó, “lo que nos refleja el INEGI en Nuevo León, es de 40 mil hablantes de lengua indígena, pero la población estimada llega a más de 80 mil, por el criterio de hogares censales indígenas, es otro criterio oficial bajo el cual el INEGI contabiliza la población indígena”.
“Hay dos indicadores en la estadística, el de hablantes de lengua indígena y el de población en hogares censales indígenas, ¿qué significa el segundo?, el dato refiere a la población en hogares donde algún pariente en grado ascendente habla la lengua indígena, aunque la persona censada, encuestada, ya no la hable”, explicó.
Cerda Zepeda abundó: “Puede ser por ejemplo que el nieto, el hijo, ya no la hablan, pero el abuelo, el tío, el papá o la mamá, sí hablan la lengua, entonces esos dos datos oficiales, en base al segundo criterio de hogares censales, la población indígena es de más de 80 mil.
“El primer grupo neo lingüístico son los nahuas, que del total de la población indígena de Nuevo León representan cerca del 55 por ciento y provienen principalmente de la región de las Huastecas, Hidalgo, Veracruz, San Luis Potosí, que es el náhuatl de la Huasteca”.
Señaló que el segundo grupo neo lingüístico es el de los tének, normalmente conocidos como huastecos, y ellos provienen también de la huasteca potosina y una parte de la huasteca veracruzana, el norte de Veracruz; el tercer grupo son los otomíes y ellos provienen de Querétaro.
En este contexto, incluso y cuando “Monterrey, ofrece las oportunidades para todos, la inserción de los indígenas no siempre es tan fácil, representa todo un proceso de aprendizaje, de adaptación”, manifestó el responsable de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas en el estado.
“Tenemos por ejemplo, generaciones, familias o personas que han llegado a vivir aquí, hace 20 ó 30 años y sus hijos nacieron aquí, y quizá su proceso de adaptación sea mucho más fácil”, señaló.
En contraparte, añadió, “tenemos una ola de migración que cada vez crece más y que muchas de estas personas no tienen el conocimiento suficiente para aprovechar las oportunidades de la ciudad”.
“En cuestiones laborales, la inserción de los jóvenes, por ejemplo, en las empresas representa todo un reto, que ¿cómo podemos resolver?, podríamos pensar que con el hecho de ayudarlos a familiarizarse con la vida en la ciudad pudiera ser suficiente”, expuso.
Sin embargo, agregó Cerda Zepeda, “finalmente ellos traen otra cultura, otra forma de pensar y de percibir las cosas, que no siempre resulta tan sencillo”.
“Para las mujeres, por ejemplo, y hombres, adultos mayores, el hecho de no leer español, les impide o les representa todo un reto movilizarse, moverse en la ciudad y muchas veces vamos a encontrar personas que se pierden en la ciudad, por no saber leer, que no saben cuál camión tomar, en cuál calle están, fuera de muchas otras situaciones”, manifestó.
“Hablamos de esta realidad difícil que ellos viven, también hablamos de una realidad difícil en la que como sociedad estamos, que –la de Nuevo León- es una de las sociedades con los mayores índices de discriminación en el país”, expresó.
Bajo estas circunstancias, el que mejoren sus condiciones de vida los indígenas en tierras regiomontanas “es una situación relativa, porque Monterrey tiene una sociedad, particularmente hostil hacia las personas con estas diferencias culturales, hay una cultura mucho más regionalista, más pendiente de la prosperidad, el desarrollo y otra identidad regional”.
“Cuando estas personas indígenas sean de la Huasteca, sean de Oaxaca, sean de Guerrero, sean de Chiapas, llegan a la ciudad, no van a encontrar las condiciones más favorables para insertarse, adaptarse a la ciudad, por la cuestión de la discriminación, el rechazo sobre todo a la diferencia cultural”, dijo.