«Nos gustaría ver un plan holístico en el Gobierno, que podría ser un catalizador para el desarrollo y, en este caso, para el desarrollo sustentable», apuntó Mohd Sharif, secretaria general adjunta de la ONU.
Eduardo López Moreno, titular de la ONU-Hábitat en México, explicó que se han realizado estudios sobre el Tren Maya y el territorio, por lo que cooperarán con el Gobierno para asegurarse de que se proteja el medioambiente, la economía local y los valores de las comunidades.
México, 7 de octubre (EFE).- La ONU manifestó este lunes su respaldo a los proyectos de infraestructura del nuevo Gobierno mexicano en el sur del país, en particular el Tren Maya, pero pidió «un plan integral» para garantizar el desarrollo sustentable y el respeto a las comunidades.
Tras inaugurar el Día Mundial del Hábitat en Ciudad de México, Maimunah Mohd Sharif, directora ejecutiva del Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat), afirmó que la agencia está dispuesta a trabajar con la Administración federal para ofrecer su experiencia en el Tren Maya, que abarcaría los estados de Yucatán, Tabasco, Chiapas, Quintana Roo y Campeche.
«Nos gustaría ver un plan holístico en el Gobierno, que podría ser un catalizador para el desarrollo y, en este caso, para el desarrollo sustentable», apuntó en rueda de prensa Mohd Sharif, quien también es secretaria general adjunta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Uno de los grandes proyectos del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien llegó al poder en diciembre pasado, es el Tren Maya, un transporte de carga, turístico y de pasajeros que cruzará el sureste mexicano, donde ha generado rechazo por parte de comunidades indígenas que consideran que amenaza el medioambiente y sus tradiciones.
Aunque el Comité de Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD) expresó hace un mes su inquietud por las consultas a pueblos indígenas mexicanos «que no cumplen con estándares internacionales», la directiva de la ONU indicó ahora que acompañarán al Gobierno federal.
«No es solo el proyecto de un sueño. Es un proyecto de desarrollo urbano, de administración urbana. Deberíamos considerar el aspecto económico, ambiental, social, físico y humanitario», mencionó Mohd Sharif.
Eduardo López Moreno, titular de la ONU-Hábitat en México, explicó que se han realizado estudios sobre el Tren Maya y el territorio, por lo que cooperarán con el Gobierno para asegurarse de que se proteja el medioambiente, la economía local y los valores de las comunidades.
«Las diferencias en los indicadores de desarrollo y oportunidades nos dicen claramente que este tren es mil 500 kilómetros de oportunidades y derechos que se pueden llevar al sureste de México», afirmó el funcionario internacional.
El Gobierno de López Obrador está abierto al acompañamiento de las Naciones Unidas en «los principales proyectos estratégicos del país», aseveró Martha Delgado, subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Además del Tren Maya, detalló Delgado, esto incluye el Corredor Transístmico, un proyecto de infraestructura para comunicar los océanos Pacífico y Atlántico en el sureste mexicano, y el Plan de Desarrollo Integral para Centroamérica, que busca abordar las causas de la migración en México, Guatemala, Honduras y El Salvador.
Rogelio Jiménez Pons, director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), también defendió el Tren Maya como un proyecto que «representa» los objetivos de desarrollo sustentable de la ONU para 2030 «de no dejar a nadie atrás».
La ONU eligió este año a Ciudad de México como sede del Día Mundial del Hábitat, que se celebró en el Museo Nacional de Antropología con presencia de funcionarios internacionales, del Gobierno mexicano y de presidentes de diversos municipios del país.
Mohd Sharif destacó la desigualdad y la generación de residuos como los retos más relevantes para ONU-Hábitat, pues informó que al año las ciudades generan 10.000 millones de toneladas de basura, de las que solo 20 por ciento se reciclan.
Para ello, pidió a las ciudades mexicanas unirse al reto #WasteWiseCities (ciudades inteligentes con los residuos), por lo que firmó un acuerdo con el Gobierno de Ciudad de México y alcaldes de municipios como Guadalajara, Reynosa y San Luis Potosí.