Además de reducir los riesgos para el personal sanitario, este método consigue acelerar el proceso de diagnóstico y es un 50 por ciento más económico que las pruebas de detección normales, realizadas con muestras de hisopos en nariz y garganta.
Ciudad de México, 7 de septiembre (SinEmbargo).- Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) diseñaron un método eficaz y seguro para la detección de COVID-19 a través de una mínima recolección de saliva, compartió la institución en un comunicado.
Además de reducir los riesgos para el personal sanitario, este método consigue acelerar el proceso de diagnóstico y es un 50 por ciento más económico que las pruebas de detección normales, realizadas con muestras de hisopos en nariz y garganta.
Bastan 2 mililitros de saliva para obtener resultados eficaces, explicó al medio universitario, Susana López Charretón, del Departamento de Genética del Desarrollo y Fisiología Molecular del Instituto de Biotecnología (IBt), quien con su equipo de trabajo aplica este método en Morelos desde junio, con la intención de implementarlo en otros estados.
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— Sala de Prensa UNAM (@SalaPrensaUNAM) September 7, 2020
«Sería una gran ventaja para nuestro país. De hecho, ya nos escribieron de España para que les comentemos nuestras experiencias y empezar a trabajar con este sistema en sus comunidades», dijo.
Con este método «se puede hacer la auto-toma, con lo que se ahorran insumos y el procesamiento puede ser más rápido. Esto no tiene nada qué ver la prueba diagnóstica, que sigue siendo el RT-qPCR, la prueba de oro para la detección del virus», aclaró la investigadora.
Uno de los grandes beneficios del proyecto reside en la posibilidad de incrementar el número de pruebas, ya que con la actual pandemia los materiales necesarios para la realización de RT-qPCR se agotan con rapidez, por lo que la recolección de saliva surge como una alternativa.
López Charretón añadió que ya existe un método similar en Estados Unidos, desarrollado por la Universidad de Yale y aprobado por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA), del país vecino, además de Japón.
En cuanto a la reanudación de actividades, la científica señaló la importancia de muestreo en poblaciones grandes. «Por ejemplo, si queremos que los empleados de una fábrica regresen, lo ideal sería muestrear un porcentaje representativo de ellos, como lo piden las autoridades de la Ciudad de México; los mismos requerimientos son para los trabajadores de la UNAM y los niños en edad escolar».
El estudio, recientemente publicado en Journal of Clinical Microbiology, se llevó a cabo con los investigadores del IBt Joaquín Moreno, Marco Antonio Espinoza, Carlos Sandoval y Carlos Arias en colaboración con la Secretaría de Salud de Morelos.
Con ayuda del personal sanitario del estado, los investigadores solicitaron a 253 pacientes 2 mililitros de saliva, que suele conseguirse con dos minutos en la boca.
Este procedimiento protege al personal de salud de un posible contagio, dado que en la recolección de pruebas con hisopo el paciente puede toser o estornudar, lo que requiere de mayor protección y sanitización, además de un constante cambio de cubrebocas, grafas, etc.
«El primer paso es realizar un hisopado de nariz y garganta, el problema es que cada vez hay menos hisopos, especialmente para la nariz, por lo que sólo se está usando la muestra orofaríngea, lo que reduce a la mitad el material colectado para la detección del virus», explicó López Charretón.
Por otro lado, la investigadora destacó que en el Instituto de Biotecnología también trabajan en el diseño de una prueba serológica para detectar a personas asintomáticas que pasaron por la enfermedad.
