La revista El Chamuco y los hijos del averno rendirá homenaje a Eduardo del Río con «Queremos tanto a Rius», muestra que será inaugurada hoy, sábado 7 de julio. La exhibición, abierta hasta el 7 de octubre, está integrada por alrededor de 250 piezas, algunas inéditas elaboradas por sus amigos y colaboradores para esta ocasión y otras íntimas halladas en los cajones de su casa.
Ciudad de México, 7 de julio (SinEmbargo).- Quienes conocíamos a Rius siempre decíamos que había nacido demasiado pronto. Que de un día para el otro estaba viejo y no iba a ver cómo ese México por el que tanto había luchado iba a un día despertar y comenzar el camino para el entendimiento y la prosperidad.
Decía Rius que la ociosidad es la madre algunos dibujos, que un dinosaurio anda buscando todavía a Tito Monterroso, que el Papa merece un premio muy especial.
Decía Rius que los agujeros negros son fenómenos cósmicos que ocurren en la cabeza de los políticos.
Escenas de la vida cotidiana, objetos que cobran vida, la Historia Mexicana y sus posibles desatinos, homenajes a la imaginación, mínimos bestiaries, la sátira de esta sociedad tan nuestra, es una de sus últimas antologías, publicada por Almadía.
Decía Rius que la realidad, la patria, nuestra vida, son tal y como las vemos, pero que resultan más divertidas si les ponemos imaginación y de paso dudamos un poquito de ellas.
Eduardo del Río, Rius, nació en Zamora, Michoacán, el 20 de junio de 1934 y falleció en Tepoztlán el 8 de agosto de 2017. El último trabajo que lo involucra es el documental hecho por Armando Casas, director de TV UNAM.
“Le hice una muy larga entrevista. Tenía un proyecto apoyado por el FONCA para entrevistar a los caricaturistas mexicanos más importantes, para después desarrollar un documental o una serie de televisión, que terminó existiendo para el Canal 11. Me costó mucho trabajo Gabriel Vargas, él no daba entrevistas, tenía la mitad del cuerpo paralizado, pero lo convencimos. Me costó trabajo Naranjo, porque él tenía la idea de que la televisión no era algo interesante. Afortunadamente entendió y tuvimos una estupenda relación, nos llegamos a ser amigos”, recuerda Casas.
“Cuando llegó el turno de Rius, fue un hombre muy accesible, yo tenía la ventaja además de haber empezado este proyecto con José Hernández, el caricaturista que ahora presenta sus libros sobre el Che. La primera pregunta que le hice fue si no estaba cansado de tantas entrevistas. Era generoso dando las entrevistas y me empezó a explicar algo que uno intuía, eso de decir siempre lo mismo, de repetirse. Hicimos una entrevista larga que abarcaba todo lo que él había hecho, su propio aprendizaje del dibujo, sus influencias, sus libros. Quedó tan contento que nos invitó a comer”, agrega.
“Poco tiempo antes de que se muriera, yo hice la última entrevista audiovisual. La hice con El Fisgón. Se ve bien, ya traía una bolsita como diálisis, él mismo la escondió, siempre estuvo lúcido. En la entrevista estuvo simpático, interesado, hablando que él pensaba que iba a cambiar el pensamiento de mucha gente con su obra. Creo que él lo consiguió, es el gran educador de los mexicanos durante los años 60 y 70, en el régimen autoritario en el que vivíamos. Pensaba que el PRI se iba a ir por su obra y eso lo decepcionó mucho tiempo, pero al final se dio cuenta de que no era su función”, dijo Armando.
Dibujante autodidacta, sus primeras caricaturas aparecieron en la revista Ja-Já, en 1955. Ha colaborado en casi todas las revistas y periódicos importantes de México, como Proceso, Siempre!, El Universal, Ovaciones, La Prensa y La Jornada. Fundó revistas como La Gallina, Marca Diablo, La Garrapata, El Chahuistle y El Chamuco. Alcanzó su gran popularidad con la historieta “Los Supermachos”, en la que combinaba el humor con la crítica política, y cuyo tiraje semanal alcanzó los 250 mil ejemplares.
A UN AÑO DE SU MUERTE: UN JUSTO HOMENAJE
El próximo 8 de agosto hará un año que se fue Rius. Con pocas ganas y sin saber que Morena iba a ganar las elecciones y dar por terminado el PRI. Para conmemorar su memoria, la revista El Chamuco y los hijos del averno, integrada por sus amigos y colaboradores, presentará la exposición Queremos tanto a Rius, en el Museo del Estanquillo, donde será inaugurada hoy, sábado 7 de julio a las 13:00 horas.
“Es un homenaje que hacemos sus colegas al año del fallecimiento del maestro. La exposición muestra varias facetas que presentan aspectos poco conocidos de Rius. Hay una sección especial que le rinde tributo y rescatamos trabajos de él poco vistos”, explicó el caricaturista y curador de la muestra, Rafael Barajas “El Fisgón”.
Acompañado de la hija de “Rius”, Citlali del Río, por Beatriz Sánchez Monsiváis, secretaria de la Asociación Cultural El Estanquillo, el caricaturista Rafael Pineda “Rapé” y del director del recinto, Henoc de Santiago, Barajas enfatizó que Eduardo del Río fue uno de los caricaturistas más importantes del siglo XX, un periodista y educador que se convirtió en una figura de referencia para la sociedad mexicana.
“Fue un hombre muy inteligente, culto, un dibujante muy solvente —pero sobre todo—, un hombre divertido. Rius no era un dibujante académico, pero termina siendo un dibujante espléndido. Forma parte de esta generación de dibujantes a quienes los clásicos apodaban despectivamente moneros, que hacen un dibujo muy sencillo, pero eficaz, porque tenían la capacidad de conjuntar un dibujo fácil con una gran habilidad narrativa”, dijo.
LA EXPOSICIÓN QUEREMOS TANTO A RIUS
La exposición el público podrá ver la etapa creativa de “Rius”, entre 1957 y 1959, cuando el autor de más de 120 libros consolidó su estilo. “Todo artista empieza buscando su propia ruta y poco a poco encuentra una forma de hacer las cosas a su manera. Eduardo del Río encontró su estilo cuando publicó en La Prensa, a partir de esas fechas consolidó su firma, la que usó hasta el final de sus días”, señaló Barajas.
Citlali del Río, quien presenta de manera especial un video dedicado a “Rius”, comentó que “la exposición no sólo tiene cosas de caricatura que mucha gente no había visto, incluido nosotros hasta hace poco tiempo, sino trabajos de otras ramas de las artes visuales, especialmente pintura. Por eso la muestra es muy valiosa, porque mi papá siempre quiso una exposición donde los caricaturistas muestren su parte no caricaturista, en este caso pictórica”.
El público podrá conocer —hasta el 7 de octubre—, alrededor de 250 piezas, algunas especiales, prestadas por la esposa de “Rius”, Micaela Flores, y su hija Citlali, como grabados, acuarelas, una colección de soles, algunas fotografías de su juventud, las caricaturas de sus inicios en la revista Ja-Ja y material inédito del movimiento estudiantil de 1968, así como trabajo que sólo fue publicado en una ocasión.
“El próximo 8 de agosto se cumple un año de que se nos adelantó. Extrañamos a Rius y queríamos recordarlo con esta exposición que ofrece trabajos suyos que encontramos en los cajones de su casa ─obras muy íntimas que nadie conoce─, y con una serie de homenajes y tributos que le hicimos sus colegas, alumnos e hijos putativos”, compartió el caricaturista Rafael Pineda “Rapé”.
La muestra reúne de manera especial el trabajo de distintos caricaturistas como Francisco Toledo, Helio Flores, José Ignacio Solórzano “Jis”, Cintia Bolio y Óscar Conti “Oski”, así como el de los integrantes de El Chamuco y los hijos del averno —revista de humor político fundada en 1996 por “Rius” y conformada por Barajas, “Rapé”, Patricio Ortiz, José Hernández y Antonio Helguera—, quienes presentarán una obra especial para recordar al gran maestro de la caricatura política.
Queremos tanto a Rius también exhibirá trabajo de Felipe Galindo “Feggo”, Antonio Arias Bernal, Bernardo Fernández “Bef”, Dr. Alderete, Chema Skandal y Citlali Potamu (Citlali del Río), además de obra del caricaturista Abel Quezada, del diseñador gráfico Alejandro Magallanes y del fotógrafo Rogelio Cuéllar.
“Eduardo del Río dejó una cantidad de libros que todo México debería leer por su capacidad de divulgación y de explicarnos con bolitas y palitos prácticamente la vida, la política y la ideología. Nos dejó una inercia de concientización de todo lo que nos rodea y la capacidad de poder decidir por lo que nos contaba a través de sus libros”, remarcó Rafael Pineda, Premio Nacional de Periodismo 2016 por su caricatura Alfombra.
