Kerber venció hoy a Venus Williams por 6-4 y 6-4 e impedió que la final se disputara entre las dos hermanas Williams. El titulo se defenderá entre Williams y Kerber el sábado y será la reedición de la definición en el Abierto de Australia a comienzos de este año, en la que la alemana alzó su primer título de Grand Slam.
Londres 5 julio (EFE).- La alemana Anquelique Kerber desafiará este sábado a la seis veces campeona de Wimbledon la estadounidense Serena Williams, en la final del All England, con el recuerdo de su primer título del Grand Slam, logrado a finales de enero en el Abierto de Australia cuando venció a la actual número uno del mundo.
En Melbourne, Kerber, de 28 años, cuarta del mundo, y que será segunda este lunes superando a la española Garbiñe Muguruza, venció en la final de Melbourne a Serena, por 6-3, 3-6 y 6-4. Este jueves dio un nuevo golpe al liquidar a su hermana Venus, por 6-4 y 6-4 para impedir un duelo totalmente Williams en Wimbledon, y aspirar al segundo grande de su carrera.
Kerber inició la temporada con la final de Brisbane, despuntó al ganar el título en el estado australiano de Victoria y luego hizo semifinales en Charleston y Miami. Inició la gira de tierra con una prometedora final en Stuttgart, pero luego se desplomó y no fue capaz de ganar ni un solo partido en Madrid, en Roma, ni en Roland Garros, donde cedió ante la holandesa Kiki Bertens.
Firmó la alemana cuartos en Birmingham, ya sobre hierba, y en Wimbledon ha rehecho su juego. Contra Venus alcanzó la plenitud, imponiendo su mayor juventud en solo 73 minutos.
Kerber ya había ganado en tres de las cinco ocasiones a Venus, la de la mayor edad en esta edición en Wimbledon con 36 años, y también se había apuntado la victoria en los JJ.OO. de Londres, sobre hierba, en este mismo recinto, único precedente en esta superficie.
Venus era la jugadora de mayor edad en avanzar a las semifinales de un Grand Slam, desde Martina Navratilova en Wimbledon en 1994 (37 años y 258 días).
«Es una campeona, ha ganado aquí muchas veces», explicó Kerber sobre su victoria, «intenté moverla muy bien, y el último punto fue increíble», añadió.
«Hoy era un día completamente nuevo y todo funcionó, tengo un gran sentimiento y mucha experiencia acumulada en los últimos años, lo que me ha valido alcanzar mi segunda final de un Grand Slam», señaló Kerber
«Este es un torneo totalmente diferente, nuevo. Tengo que salir totalmente concentrada para hacer todo lo que pueda en la final», dijo sobre su rival en la final, la gran Serena que disputará su final 28 de un Slam.
Un tiro cruzado en una arriesgada subida de Venus puso punto final a la aventura de la mayor de las Williams. El partido fue un carrusel de roturas de servicio, con ocho en total.Venus cometió 21 errores no forzados, y en varios intercambios pareció agotada.
Kerber ganó 63 puntos, por 58 de la estadounidense, que salió de la central del All England con un cierto sabor a despedida final.
Antes, Serena completó una obra de demolición casi perfecta al derrotar a la rusa Elena Vesnina, por 6-2 y 6-0 en 48 minutos, la semifinal más corta en la historia de Wimbledon, y alcanzar por novena vez esta final, además de situarse a tan solo una victoria de igualar la marca de la alemana Steffi Graf, con 22 títulos ganados del Grand Slam. También aseguró el número uno durante unas semanas más.
Campeona en 2002, 2003, 2009, 2010, 2012 y 2015, pero sin ganar un Slam desde el año pasado en Wimbledon, el dominio de Serena fue aplastante. Sabedora de que en los cuatro duelos anteriores contra Vesnina, nunca había perdido ni un solo set, la pequeña de las Williams se empleó libre de responsabilidad, y con un tenis de gran poder y efectividad.
A los nueve minutos ya había colocado Serena el 3-0 en su casillero, y a los 22 dominaba por 5-1. Su servicio, inabordable, sus restos, mortíferos y su agresividad a flor de piel, hicieron que el partido fuese un completo monólogo de la americana.
Serena acabó con 11 saques directos y sin conceder ni un solo punto de rotura con su servicio. Rompió cuatro veces el de Vesnina, y logró 28 golpes ganadores, por nueve de su rival. Con su servicio solo cedió tres puntos en el primer set, y ninguno en el segundo. Toda una demostración de fuerza.
«Sentí que no tenía ninguna oportunidad hoy, eso es lo primero», dijo una resignada Vesnina. «Y que Serena estaba jugando realmente bien. Estaba en racha y su servicio le funcionaba genial. Ha tenido un gran porcentaje de primeros y los colocaba de forma impresionante», puntualizó.
«Hubiera preferido estar más rápida de piernas hoy para poder defender mejor, pero ella fue mucho mejor en todos los aspectos, sobre la pista», dijo Vesnina, que está condenada en la jornada de hoy a verse las caras con Serena y su hermana, en los cuartos de final de dobles, donde hace pareja con su compatriota Ekaterina Makarova.
Serena ha ganado cinco de las siete veces que se ha enfrentado con Kerber. La alemana, además de la reseñada de Melbourne este año, se impuso el 2012 en Cincinnati. El del sábado será su primer encuentro sobre hierba, y la tercera final de un Slam para Serena en lo que va de año.
Kerber aspira a ser la primera jugadora que derrote a Serena en dos finales del Grand Slam en el mismo año, y a convertirse en la sucesora de Steffi Graf, la última germana que ganó en el All England, en 1996