En la mesa de negociación con CFE, el Alcalde Gabriel Alvarado se abrió a la posibilidad de que la Comisión presente un plan de financiamiento de la deuda, sin embargo los pobladores insisten en que lo único que aceptarán será “borrón y cuenta nueva”.
Ciudad de México, 7 de julio (SinEmbargo/PeriódicoCentral).- La tarde de ayer el edil de Huauchinango, Gabriel Alvarado Lorenzo asistió a una mesa de negociación en la ciudad de Puebla con representantes del gobierno del estado y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en donde pactó un alto a los cortes del servicio de luz a cambio de un refinanciamiento de la deuda que supera los 470 millones de pesos de todos los pobladores y el Ayuntamiento desde 2009.
Sin embargo, el integrante de la organización Ciudadanos Unidos, Vladimir Quintana declaró a CENTRAL que se mantienen al margen de dicha negociación, ya que lo que ellos piden es un «borrón y cuenta nueva» y la elaboración de contratos para comenzar desde entonces a pagar el servicio de luz.
Los pobladores se niegan a pagar porque señalan que la CFE nunca ha hecho lecturas de sus medidores ni han firmado contrato alguno con la empresa, y resaltan que antes con Luz y Fuerza pagaban un promedio de 250 pesos mensuales, por lo que consideran que la nueva tarifa es exorbitante y “está fuera de la realidad”.
Como método de presión para el pago del servicio, CFE comenzó a realizar cortes de luz en todo el municipio desde hace aproximadamente seis meses. Estos se realizan todos los días alrededor de las 19:00 horas; en un inicio tenían una duración aproximada de una hora, sin embargo desde hace dos meses la falta de electricidad puede durar hasta cuatro horas, lo que afecta a las familias, empresarios, comercios y pone en riesgo la seguridad en el municipio.
Ante la inconformidad, pobladores comenzaron a manifestarse por las principales calles del municipio desde el 5 de febrero de este año siendo la más reciente la realizada el pasado lunes en donde alrededor de 200 personas bloquearon la autopista México-Tuxpan con cortes intermitentes.
Este martes, la CFE informó que Huauchinago, Ahuazotepec y Juan Galindo tienen una deuda por 470 millones de pesos por el servicio de luz de siete años vencidos, desde que se extinguió Luz y Fuerza del Centro y entró la Comisión a proveer el servicio.
Ante los exorbitantes adeudos, Vladimir Quintana refiere que es imposible que las familias paguen para ponerse al corriente, por lo que toda la población inició un movimiento de resistencia social para para exigir “borrón y cuenta nueva”.
Luego de esto, este miércoles el consejo de Ciudadanos Unidos por Huauchinango, integrado por Martha Salomé Rivera, Vladimir Quintana, Particia Grajeda Vargas, Jorge Luis Fuentes Carranza y Miguel Márquez Ríos; llevó a cabo una rueda de prensa en las instalaciones del Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos) ubicadas en la Ciudad de México, donde reportaron pérdidas por 548 millones de pesos causadas por los apagones que aplica desde diciembre del año pasado la Comisión Federal de Electricidad.
Además, indicaron que insistieron en que aunque esta empresa les ha proporcionado el servicio, nunca firmaron un contrato con ellos como usuarios por lo que advirtieron que no están dispuestos a pagar los adeudo.
Habitantes de Huauchinango tienen adeudos hasta por 1 millón de pesos a CFE.
Habitantes del municipio de Huauchinango, en Puebla, tienen adeudos con la CFE de hasta 1 millón de pesos por el servicio que dejaron de pagar desde 2009, por lo que acusan que es imposible ponerse al corriente con la deuda y reclaman desconocer cómo es que la empresa hizo el cálculo del consumo de luz pues nunca han tomado lectura de sus medidores.
Estos adeudos corresponden principalmente a comercios, pues en el caso de casa habitación los cobros son de entre 20 mil hasta 200 mil pesos, sin embargo comercios pequeños han recibido cobros de hasta por 1 millón de pesos.
De acuerdo a los recibos proporcionados a esta casa editorial, se observa que la empresa ha desglosado el total del adeudo en los pagos bimestrales del servicio en donde la mayoría de las tomas de lectura son estimadas, lo que significa que no han acudido a los domicilios a realizarla. Los inconformes mencionan que las cantidades son muy altas para un servicio de casa habitación.
* REPRODUCIDO EN SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE LA AUTORA Y DE PERIÓDICO CENTRAL DE PUEBLA