López Obrador ironizó que en Valle de Bravo, Ixtlahuaca, Tejupilco, Atlacomulco y Jilotepec se votó [a favor del PRI] con un fervor cívico como en Europa. Resaltó que la diferencia de al menos 10 puntos porcentuales de participación entre los distritos ganados por el PRI y los de Morena es porque «se compran votos, se rellenan urnas y se falsifican».
Ciudad de México, 7 de junio (SinEmbargo).- El líder del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, dio esta noche «una muestra de lo que significa un fraude de Estado», luego de que el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) diera por ganador de la contienda en el Estado de México al priista Alfredo del Mazo Maza.
En un video difundido en su cuenta de Twitter, López Obrador explicó que la evidencia del «fraude de Estado» está en que los distritos ganados por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) «sistemáticamente» hubo más participación de votantes que en los que triunfó Morena.
El dos veces candidato presidencial señaló que en distritos como en Texcoco, donde «por obvias razones» ganó la ex Alcaldesa Delfina Gómez Álvarez, participó entre 43 y 54 por ciento de los ciudadanos registrados en el padrón electoral. Mientras que donde «supuestamente gana el PRI» participó entre el 66 y 64 por ciento.
El tabasqueño ironizó que en Valle de Bravo, Ixtlahuaca, Tejupilco, Atlacomulco y Jilotepec se votó con un fervor cívico como en Europa, pues registraron entre el 62 y 66 por ciento de participación.
«En esos cinco distritos el PRI se otorga 388 mil 341 votos, en cinco de los 45 distritos y Morena obtiene 160 mil 871 votos».
López Obrador resaltó que la diferencia de al menos 10 puntos porcentuales de participación entre los distritos ganados por el PRI y los de Morena es porque «se compran votos, se rellenan urnas y se falsifican». Además de que , dijo, el Gobierno federal usa programas sociales para coaccionar el voto.
«Así como hay crimen de Estado, hay fraude de Estado», sentenció el líder de Morena y pidió al Presidente Enrique Peña Nieto aceptar el triunfo de Delfina Álvarez y dejar de ser el «jefe de una pandilla de delincuentes».
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