El pez diablo no es oriundo del Río Coy, explicó el líder de los pescadores, fue introducido a los ríos huastecos por gente que los adquirió y luego ya no los quiso en sus peceras.
Por Miguel Barragán
Ciudad de México, 7 de junio (SinEmbargo/Pulso).- El dirigente de la Cooperativa de Pescadores del Río Coy, en Ciudad Valles, San Luis Potosí relató que el turismo y la depredación casi han terminado con el langostino que nada en aguas huastecas.
«Ya se extinguió prácticamente el langostino del Río Coy, debido al pez diablo», dijo Reynaldo Sánchez Castro, dirigente de la Sociedad Cooperativa de Pescadores de Río Coy (SCPRC).
Desde 2016, comerciantes potosinos notaron que recibían menor cantidad de langostinos, platillo considerado gourmet, muy socorrido por los turistas de Valles, cuyo costo puede alcanzar hasta los 4oo pesos.
Sánchez Castro afirmó que la principal causa de la casi aniquilación del langostino es porque el pez diablo se come sus huevecillos.
El pez diablo no es oriundo del Río Coy, explicó el líder de los pescadores, fue introducido a los ríos huastecos por gente que los adquirió y luego ya no los quiso en sus peceras.
Actualmente hay una preocupación creciente al respecto, por lo que la SCPRC pide a la Sagarpa una veda permanente para salvaguardar al crustáceo.