Ciudad de México, 7 de enero (SinEmbargo).-Centenares de enfermeras, enfermeros, trabajadores sociales y terapistas de rehabilitación física, la mayoría de ellos vestidos con su característico uniforme blanco, marcharon la tarde de ayer en la capital del país, para protestar contra la reversión del programa de profesionalización.
La profesionalización busca elevar la calidad de la atención a pacientes y promover la formación académica de los trabajadores, a partir de incentivos laborales. Sin embargo, el año pasado la iniciativa fue echada para atrás por la titular de la Secretaría de Salud (SS), Mercedes Juan López.
Ante ello, el pasado 3 de diciembre, los trabajadores del sector salud se movilizaron en una protesta que, según sus cálculos, sumó a 10 mil personas.
La manifestación de ayer no congregó a tantos en la capital del país, pero el ejercicio fue replicado en otras varias ciudades del país. A decir de los organizadores, hubo protestas en 22 entidades, incluidas Jalisco, Veracruz, Chiapas, Guerrero, Querétaro, Oaxaca, Guanajuato y Zacatecas.
La movilización, realizada en el mismo día en que se conmemoró el Día de la Enfermera, fue encabezada por representantes de cada una de las escuelas de Enfermería y centros de trabajo que participaban en la marcha, todos integrados a la Asamblea Intergremial de Enfermeras, Trabajadoras Sociales y Terapistas Rehabilitadores (Aigett).
Entre ellos estaban empleados de la SS, la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia, las escuelas de Enfermería de la UNAM Zaragoza e Iztacala, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), y Petróleos Mexicanos (Pemex). También participaron enfermeros de hospitales privados y estudiantes de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la Universidad Tecnológica de México (UNITEC), el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y escuelas incorporadas, así como de la Secretaría de Salud del Gobierno del Distrito Federal y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
La marcha partió de la calle de Doctor Márquez esquina con avenida Cuauhtémoc, en la zona centro del Distrito Federal, con dirección a la sede de la SS.
A su paso por las avenidas Cuauhtémoc, Chapultepec y Paseo de la Reforma, los manifestantes coreaban consignas como: “Pueblo, escucha, tu salud está en la lucha”, “No hay gasas, no hay alcohol, pero sí hay corrupción”, “La salud no es una mercancía, es un derecho humano que defiende Enfermería” o “Peña, culero, respeta al enfermero”.
Enfermeras y enfermeros, así como terapistas y trabajadores sociales, también portaban enormes mantas en las que se leían mensajes del tipo “Sin recursos no hay salud” y “Somos licenciados, no somos artesanos”.
La razón de tales mensajes es que el pasado 3 de septiembre, la Secretaria de Salud federal, Mercedes Juan López, emitió una convocatoria de profesionalización en el Diario Oficial de la Federación, cancelando un compromiso presidencial previo que reconocía académica y monetariamente a los licenciados en enfermería, trabajadores sociales y terapistas.
Luego de la publicación de dicha convocatoria comenzó una movilización del gremio de enfermeras en toda la República. En Twitter bajo el hashtag #TodosSomosEnfermeros, ciudadanos se solidarizaron con el sector.
Ante estas reacciones, Mercedes Juan echó para atrás la convocatoria que modificaba las condiciones laborales de las enfermeras.
Sin embargo, el 2 de diciembre lanzó otra convocatoria, que los inconformes consideran un remedo de la primera. Ésta plantea que algunos trabajadores de la salud podrían inscribirse al programa de profesionalización entre el 11 y 15 de diciembre, atravesándose un fin de semana en que no laboran las oficinas administrativas, lo que provocó el descontento de los empleados del sector salud que hizo emerger las nocivas condiciones de trabajo.
Los enfermeros, trabajadores sociales y terapistas inconformes consideran que la convocatoria merma las aspiraciones de profesionalización, pues plantea reconocimientos limitados. En contraparte, lo que piden es un mecanismo de profesionalización universal.
El 3 de diciembre, un día después de que la nueva convocatoria fuera emitida, miembros de la Aitegg realizaron una marcha en el Distrito Federal para solicitar una reunión con Mercedes Juan.
En las oficinas de la dependencia les informaron que el día 10 serían recibidos por la titular de la dependencia. Ese día, de acuerdo con integrantes del gremio, llegaron a las oficinas y dijeron que no estaba.
Ayer la escena se repitió. Pese a que esperaban ser recibidos por la funcionaria, al llegar a la sede de la SS, la comisión de representantes de los trabajadores esperó por varios minutos a que salieran a atenderlos.
Por la tarde, en una entrevista con Radio Fórmula, Mercedes Juan había dicho que habría una comisión responsable de recibirlos y que ello ocurriría si «acreditan que son personal realmente que trabaja en la Secretaría».
El comentario de la funcionaria enojó a los trabajadores inconformes, quienes ya instalados afuera de la SS exigieron la presencia de Mercedes Juan.
Cuando finalmente alguien salió a atenderlos, los integrantes de la comisión se enfrascaron en un estira y afloja con Alejandro Cejudo Juárez, jefe del departamento de Servicios y Vinculación Laboral de la SS, quien indicó a los enfermeros que sólo podrían pasar 20 de ellos, aun cuando la comisión estaba integrada por 38 personas. El funcionario arguyó que no había suficiente espacio en el edificio para recibirlos a todos.
En principio, los trabajadores se negaron a que sólo entrara una parte de la comisión de representantes.
Luego de que Cejudo los mantuvo a la espera de una respuesta por más del tiempo que él mismo les había indicado, los miembros de la comisión, molestos, decidieron poner un ultimátum y advirtieron con bloquear la avenida Paseo de la Reforma. Luego, decidieron que igualmente bloquearían la vialidad de forma temporal.
La posibilidad de instalar un plantón afuera de la SS había sido una posibilidad latente durante toda la marcha. Para ese momento, la alternativa fue planteada de nueva cuenta ante la falta de una respuesta para ser atendidos.
Finalmente, la comisión de representantes accedió a que ingresaran 20 de ellos a dialogar con las autoridades de la SS.
Tras más de una hora de diálogo con tres funcionarias de la SS, la comisión de representantes de los trabajadores de enfermería, trabajo social y rehabilitación informó que se acordó establecer una mesa de negociación el próximo 16 de enero, para revisar el pliego petitorio de los trabajadores inconformes.
La minuta que ambas partes firmaron tras la reunión plantea dos puntos: el establecimiento de la mesa de diálogo con autoridades que tengan facultad resolutiva del pliego petitorio, y que en el futuro se respete la representación de la comisión.
La reunión se realizó con las funcionarias María de las Nieves García, titular del Secretariado Técnico del Consejo Nacional de Salud; Gabriela Romo, directora general de Recursos Humanos; y Juana Jiménez, presidenta de la Comisión Permanente de Enfermería, informó Rafael Soto Cruz, integrante de la comisión de representantes y enfermero rescindido desde hace 8 meses del IMSS.
Con la firma de la minuta, se eliminó la posibilidad de instalar un plantón frente a la SS, como había advertido la comisión previamente.
El pliego petitorio de la Aigett plantea la profesionalización universal para Enfermería, Trabajo Social y terapia y Rehabiltación física en todas las instituciones de salud; detener el deterioro de los servicios de salud; no represión contra los compañeros trabajadores; y establecer la mesa de diálogo con autoridades de la SS, pues no se reconocerá a otro interlocutor.
“Les dejamos claro que no vamos a permitir que rebajen la enfermería. Que ni con la pantomima que perpetraron en este momento se va a debilitar la fiera que tiene este movimiento. Por lo tanto no vamos a permitir que se nos vuelva a citar y no se nos reciba”, dijo Marcos Rojas, también miembro de la comisión y estudiante de Enfermería de la UAM Xochimilco, al término del evento, en referencia a la actitud con que fueron tratados previamente.