El estudio no mencionó la fuente de la energía ni señaló que se hubiera tratado de una agresión, aunque destacó que una investigación anterior sobre este tipo de lesiones se había efectuado en la desaparecida Unión Soviética.
WASHINGTON (AP) — La radiación de microondas “dirigidas” es la posible causa de diversos problemas de salud padecidos por personal diplomático estadounidense en Cuba y China, de acuerdo con un nuevo informe del comité de la Academia Nacional de Ciencias.
El estudio encargado por el Departamento de Estado y difundido el sábado es el intento más reciente para encontrar una causa a las misteriosas enfermedades que personal estadounidense en La Habana comenzó a presentar a finales de 2016.
En el documento se determinó que “la energía de pulsos de radiofrecuencia dirigidos” era la explicación “más factible” de los síntomas, entre ellos intensa presión en la cabeza, mareos y dificultades cognitivas.
Señaló que esta explicación era la causa más probable y no otras consideradas previamente, como alguna enfermedad tropical o problemas psicológicos. El estudio no mencionó la fuente de la energía ni señaló que se hubiera tratado de una agresión, aunque destacó que una investigación anterior sobre este tipo de lesiones se había efectuado en la desaparecida Unión Soviética.
«This activity was supported by Contract 19AQMM19C0090 between the National Academy of Sciences and the Department of State.» https://t.co/xi1gnh3ysL
— bivalve mafia (@CodSprulpa) December 6, 2020
En su informe, el comité de 19 miembros subrayó que enfrentó considerables dificultades en su intento para llegar al fondo de este misterio médico. Entre ellos que no todos los afectados informaron los mismos síntomas y que la investigación de la Academia Nacional de Ciencias no tuvo acceso a todos los estudios previos de las enfermedades, algunos de los cuales son secretos.
“El comité concluyó que estos casos fueron bastante preocupantes, debido en parte al factible papel de la energía de pulsos de radiofrecuencia dirigidos como mecanismo, pero también debido al considerable sufrimiento y debilidad que tuvieron algunos de estos individuos”, dijo el presidente del comité, David Reman, profesor de medicina en la Universidad de Stanford. “Nosotros como nación debemos abordar estos casos específicos así como la posibilidad de casos futuros con un enfoque concertado, coordinado y exhaustivo”.
Las secuelas de salud fueron experimentadas a principios de 2017 por unas dos docenas de estadounidenses afiliados a la embajada de Estados Unidos en Cuba así como por diplomáticos canadienses y personal del consulado estadounidense en Guangzhou, China.
Algunos de los estadounidenses han censurado la respuesta del Gobierno estadounidense a sus quejas de salud y al menos uno demandó al Departamento de Estado.
Entre finales de 2016 y mayo de 2018, diversos diplomáticos estadounidenses y canadienses en La Habana se quejaron de problemas de salud de causa desconocida. Según un conteo del Gobierno estadounidense, 26 estadounidenses fueron afectados.
Algunos informaron haber escuchado sonidos agudos, similares a grillos, cuando estaban en casa o en hoteles, dando pie a la teoría inicial de un ataque sónico.