El músico y cantante, conocido también como el Vaquero Rockanrolero tenía fama de irreverente, vulgar y polémico, así había sido mostrado en diversos proyectos junto con la imagen de la típica estrella de rock llena de excesos.
Por Mónica Rubalcava
México, 6 dic (EFE).- Con el documental Soy yo, Charlie Monttana, un trabajo que explora y revindica de forma muy personal la vida cotidiana del rockero mexicano fallecido a mediados de 2020, el director Ernesto Méndez clausurará la segunda edición del Festival de Cine de Barrio este domingo que se ha llevado a cabo de manera virtual debido a la pandemia.
El festival, que promueve la producción de narrativas locales, busca descentralizar el cine de la Ciudad de México y el área conurbada, y su principal objetivo es que las comunidades se vean reflejadas y se apropien de la oferta cinematográfica.
«Quise ver quién era él por eso el documental se llama Soy yo, Charlie Monttana, que es como pregunta y afirmación, ¿quién era esa persona que se ponía la máscara todos lo días y hacía videos en Facebook? ¿Quien era Charlie Monttana?, yo quería encontrar que había abajo del personaje», dice a Efe el director.
La música de Monttana, cuyo nombre real era Carlos César Sánchez, marcó parte de la adolescencia del director debido a sus letras y su rock urbano, pero no fue hasta que salió de la escuela cine que se interesaría en él para hacer su primer documental.
«Yo había visto el reality show que teníaCharlie y a mi no me parecía esa imagen que Charlie explotaba de él mismo, esa imagen no me coincidía con las letras de sus canciones, con la imagen bufonesca y grotesca que los medios presentaban de él», relata.
El músico y cantante, conocido también como el Vaquero Rockanrolero tenía fama de irreverente, vulgar y polémico, así había sido mostrado en diversos proyectos junto con la imagen de la típica estrella de rock llena de excesos.
Sin embargo, en el documental se retrata la ultima parte de su vida, una etapa de madurez, elocuencia y sabiduría genuina así como las verdades a las que el músico había llegado en torno a temas como la creación musical, la vida en pareja, su etapa como esposo y padre, y lo que pensaba de la muerte.
«Todo era un ping pong (tenis de mesa) entre Charlie Monttana y Carlos César Sánchez, entre el artista y la persona, era difícil, salía Charlie y quería ser muy autoritario muchas veces, ya tenia una idea fija de cómo eran las cosas y luego salía el Carlos místico, que tenia una búsqueda espiritual interesante y Charlie no lo dejaba salir era una dualidad compleja», recuerda Méndez.
Su trayecto a las tocadas, ensayos en el estudio, sus vicios simples como la comida chatarra, los lugares cotidianos en los que rondaba como las comidas corridas o su casa con su familia, son los momentos en los que se centra el documental.
«Él decía ¿esto a quién le va a interesar? y creo que eso es lo bonito del documental, que dialoga con la gente desde ahí, desde lo que somos en nuestro día a día, por las cosas simples que hacemos y no por las grandes historias que nos contamos a nosotros mismos y le contamos al mundo de nosotros», asegura.
Ernesto describe a Monttana como un ídolo popular legítimo, como una estrella de rock accesible a la gente y Monttana mismo lo demuestra cuando en algunas parte del documental critica a los artistas que no le han retribuido al pueblo nada de lo que les han dado.
UN DOCUMENTAL PERSONAL
El documental también es una muestra de las propias preguntas que el director se ha planteado durante su vida, es una indagación del sentido de la existencia y de encontrar el motor que hace que los seres humanos sigan adelante.
«Lo que me gustaría que fuera el ‘slogan’ del documental es que la gente diga ‘yo también soy Charlie Monttana’, que se encuentre tanto como yo me encontré en esta búsqueda por la identidad por la que pasamos todas las personas», reflexiona el autor.
Ernesto pasó seis años dedicado al proyecto y nunca supo en realidad qué pensaba el cantante de la obra, pues luego de su presentación en el Festival de Cine de la UNAM, hubo discusiones entre ambos en torno a la distribución de este y la pandemia no dejó que hubiera una última charla antes de su muerte.
«Yo creo que él pensaba que no iba a trascender mucho, cuando el ve que su vida común y corriente, que él no consideraba relevante, le movía cosas a la gente lo sacó de onda, para bien yo creo», considera.
Soy yo, Charlie Monttana cerrará el Feciba este domingo y se podrá seguir por el canal La Octava a las 18:00 horas, además la película estará disponible del 6 al 10 de diciembre por la plataforma digital FilminLatino de forma gratuita.