Muchos de los habitantes de la metrópoli australiana, la ciudad más poblada de la nación oceánica, salieron a las calles cubriendo sus caras con mascaras para protegerse de la contaminación.
Sídney (Australia), 6 dic (EFE).- Más de un centenar de incendios arden en la costa este de Australia, varios de ellos en la periferia de Sídney, que este viernes se ha visto afectada por una espesa capa de humo que ha llevado a la cancelación de eventos deportivos previstos durante el fin de semana.
Muchos de los habitantes de la metrópoli australiana, la ciudad más poblada de la nación oceánica, salieron a las calles cubriendo sus caras con mascaras para protegerse de la contaminación.
En la redes sociales junto a la etiqueta #sydneysmoke (Sídneyhumo) los usuarios colgaron centenares de fotos en los que se aprecia diferentes puntos de la ciudad con un cielo teñido de un intenso humo naranja.
El ex Primer Ministro Malcolm Turnbull publicó en la red social Instagram una foto de Sídney cubierta por el humo tomada desde un avión y achacó a la crisis climática la ferocidad de los fuegos que arrasan el país desde principio de noviembre.
«Esta es la realidad del cambio climático: (temperaturas) más calientes y húmedas se traducen en más incendios. Tenemos que acelerar la transición hacia la energía con cero emisiones (contaminantes)», apuntó el exmandatario.
En el estado de Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sídney, 46 focos arden sin control, incluidos seis bajo la alerta «observar y actuar», que se aplica cuando está en riesgo la seguridad pública, según indicó el Servicio Rural de Bomberos.
Este organismo precisó que al menos 684 casas han quedado destruidas a causa de unos fuegos que se expanden por todo el estado y se acercan a grandes zonas urbanas, incluido el oeste de Sídney.
Shane Fitzsimmons, comisionado del Servicio Rural de Bomberos, alertó en rueda de prensa de las duras condiciones a las que se enfrentarán los bomberos durante la temporada de incendios, que no se espera concluya hasta marzo.
«Entre ahora y febrero esperamos lluvias por debajo de la media y temperaturas por encima de lo habitual durante estos meses, lo que desafortunadamente indica un incremento en el peligro de incendios», señaló el comisionado.