Todas las muertes del Frente / Mikel, clon de Meade para CDMX

Todas las muertes del Frente
A pesar de que se ha anunciado su “muerte” en muchas ocasiones, la realidad es que a pesar de las diferencias que existen entre algunos de sus integrantes no ha logrado terminar con el Frente Ciudadano, lo cual podría significar que la coalición va en serio y convertirse en real oposición para Andrés Manuel López Obrador y José Antonio Meade en la contienda por la presidencia, lo único que falta es definir a su candidato, aunque no será sencilla la elección y hoy en El Universal, el periodista Carlos Loret de Mola, escribe que: “en cuestión de horas sabremos si finalmente se concreta el Frente Partido Acción Nacional-Partido de la Revolución Democrática-Movimiento Ciudadano y supera los numerosos anuncios de su muerte. Los crujidos en estas últimas horas suenan fuerte, pero no ha habido derrumbe. […]. Que si Los Chuchos no quieren, que si Héctor Bautista se sale, que si Margarita lo mató, que si Mancera opera bajo instrucciones de Los Pinos para dinamitarlo, que si esto, que si lo otro. Ni se salen unos, ni lo mató ella y Mancera ya dijo que él no lo va a romper. Sus potenciales adversarios, Morena y el Partido Revolucionario Institucional, han anunciado como un hecho y hasta festejado repetidas veces la desaparición del Frente. En contraste, desde el 5 de septiembre sus protagonistas han insistido en que el Frente va. […]. Hasta el cierre de esta edición no se ha concretado un acuerdo. Pero tampoco se ha roto la negociación. El Frente, pues, está vivo. […]. Personalmente pienso que el Frente no puede descartarse como competidor real en 2018. Que Meade vs. López Obrador no será necesariamente ‘la final’ en la sucesión presidencial. La razón central es que, hoy por hoy, la porción más grande del electorado mexicano es la que conforman ciudadanos que ya no quieren al Partido Revolucionario Institucional en Los Pinos… pero tampoco quieren que llegue López Obrador. Eso no significa que esa porción mayoritaria le pertenece al Frente. Pero el potencial está ahí. Una propuesta inteligente, una comunicación eficaz y una campaña profesional pueden hacer que el […] Frente sea en realidad una fuerza muy competitiva en busca de la Presidencia. En este momento, aun cuando la discusión interna sea fuerte y hasta agria, son muchos más los incentivos para que los tres partidos se mantengan en la coalición que para que decidan ir cada uno por su cuenta. El cierre de filas de gobernadores y corrientes perredistas a favor del Frente es quizá el ejemplo más diáfano. […]. La oportunidad para el Frente ahí está. A ver si la aprovechan o terminan por hacer bueno el obituario largamente redactado”.

En Milenio, el periodista Joaquín López Dóriga, escribe sobre las posibilidades de que el Partido de la Revolución Democrática al final de cuentas vaya sin alianzas por la presidencia de la República, toda vez que hay desacuerdo entre quién será el candidato del Frente, y en caso de que termine por no concretarse nada, Miguel Ángel Mancera será el candidato del Partido de la Revolución Democrática, por lo que nos comenta lo siguiente: “primero surgió el llamado Frente Opositor, un proyecto de Ricardo Anaya formado por Partido Acción Nacional y Partido de la Revolución Democrática, para buscar, él, la Presidencia de la República sin tener que pasar por el proceso de selección interna de su partido. A este autollamado Frente Opositor, se agregó Dante Delgado, presidente de esa franquicia que es Movimiento Ciudadano y cambió el nombre a Frente Ciudadano por México, siendo, como es, un acuerdo cupular que excluía, y excluye, a los ciudadanos. […]. Así pasaron los días entre celebración y negociaciones cupulares en las que Delgado hizo las veces de vocero mientras Ricardo Anaya con Santiago Creel y Alejandra Barrales con jefes de algunas tribus hablaban de posiciones secundarias, toda vez que desde su anuncio, que no creación, quedó establecido lo que han repetido: la candidatura es presidencial para el Partido Acción Nacional, Anaya, y la de Ciudad de México para el Partido de la Revolución Democrática, Barrales, es decir, el reparto por y para los presidentes de los partidos. En el camino excluyeron a Miguel Ángel Mancera y siguen discutiendo el método de selección cuando ya está resuelto, es Anaya. En medio de la indefinición, que corre a favor del panista por los plazos fatales, el lunes gobernadores y jefes de tribus perredistas ungieron al jefe de Gobierno como su candidato presidencial, a lo que Delgado respondió ayer reiterando que en lo que queda del Frente, la presidencial es para Anaya, y Ciudad de México para Barrales, y que Mancera fuera senador, lo que la Constitución le prohíbe al igual que los gobernadores que por ley no pueden dar ese chapulinesco salto. Para como van las cosas, el Partido de la Revolución Democrática irá solo en la presidencial con Mancera como su candidato y Anaya lo será también, pero con los despojos del Frente o del Partido Acción Nacional”.

Las horas se acaban y en el Frente Ciudadano no terminan por ponerse de acuerdo, y aunque hay versiones divididas respecto al acuerdo final sobre quién será el candidato de la coalición y sus complicaciones, que incluso llegan a hablar de una ruptura, también las hay en el sentido de que se está a punto de llegar a un acuerdo para todos y así ir juntos a las elecciones presidenciales, y del tema, hoy en el Excélsior, el periodista especializado en temas parlamentarios, Francisco Garfías, escribe que: “el Frente Ciudadano por México vive horas decisivas para su alumbramiento. El destape de Miguel Mancera como la carta del Partido de la Revolución Democrática para la candidatura presidencial de la alianza provocó urticaria en el Partido Acción Nacional. […]. En el Partido de la Revolución Democrática tampoco están muy contentos con la postura de ‘Anaya o nada’ que mantiene el azul. Dicen que el equipo del jefe del Partido Acción Nacional se ha visto soberbio y arrogante en las negociaciones. Los panistas se vieron mezquinos con Mancera. Le ofrecieron una senaduría pluri para que no tuviese que renunciar a la jefatura de Gobierno, pero a condición de que declinara a la candidatura presidencial, nos aseguran. A Dante Delgado, dueño del Movimiento Ciudadano, Raúl Flores de plano lo calificó de ‘rastrero’. Y es que el veracruzano hizo pública ayer su propuesta en Twitter para destrabar las negociaciones. Está basada, dice, en los resultados de 2015 y el número de candidaturas. ‘La candidatura para presidente debe ser para el Partido Acción Nacional, mientras que la presidencia del Senado debe ser para el doctor Miguel Ángel Mancera’, escribió. […]. ¿Se le habrá olvidado a Dante que la presidencia de la Mesa Directiva se elige por el Pleno del Senado? Estamos seguros de que no. Extraño, pues, que ya ande repartiendo cargos. Jesús Zambrano no se abstuvo de criticar la propuesta: ‘No es correcto ni suena bien que alguien se sitúe diciendo a qué iría cada quien, porque aquí nadie es dueño de nada. En todo caso, debe ser resultado del acuerdo de todos’, subrayó. Pero, a diferencia de Raúl Flores, el diputado de Nueva Izquierda jura que el Frente está a ‘horas’ de alcanzar un acuerdo. […]”.

En Milenio, su columna de trascendidos Trascendió, asegura que no fue del agrado de Jesús Zambrano la declaración del dirigente del partido Movimiento Ciudadano, donde puso un ultimátum para que los partidos que integran el Frente ciudadano por México lleguen a un acuerdo para determinar las candidaturas de cara al 2018, y del tema nos cuentan que: “que el ex dirigente perredista Jesús Zambrano, principal negociador de su partido en la construcción del Frente Ciudadano, tronó contra el líder de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, y le hizo saber que no acepta ningún ultimátum, después de que el veracruzano emplazó al Partido Acción Nacional y al Partido de la Revolución Democrática a concretar la coalición en 72 horas y hasta ‘repartió’ las candidaturas a la Presidencia y al Gobierno de Ciudad de México. ‘No será un partido el que le diga a los otros qué hacer’, expresó el número dos de Los Chuchos”.

Mikel, clon de Meade para CDMX
De manera inesperada se dio el pronunciamiento de Mikel Arriola, actual Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social sobre sus intencions de competir por la candidatura del Partido Revolucionario Institucional para la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, ya que no estaba contemplado entre los principales contendientes, aunque, si José Narro Robles, no termina de decidirse a tomar la candidatura, el tricolor no vería mal su postulación, y justamente del tema, hoy en La Jornada, el periodista Julio Hernández López, escribe que: “Mikel Andoni Arriola Peñalosa escenificó ayer un extraño autodestape al anunciar, durante una entrevista televisiva, que aspira a ser el próximo candidato del Partido Revolucionario Institucional a la jefatura del Gobierno de la Ciudad de México. Su nombre no es conocido popularmente y en términos políticos su solitario punto de referencia es que forma parte del equipo cercano a José Antonio Meade Kuribreña, el precandidato único del tricolor a presidir la República, bajo cuyo cobijo ha ocupado varios cargos públicos y en cuya estrategia electoral se apunta, tratando de repetir el esquema pepetoñista del no priísta que trabaja en gobiernos priístas: Arriola no tiene partido y, con ese perfil ciudadano, el Partido Revolucionario Institucional-Los Pinos pretende simular una ciudadanización desde las alturas de la burocracia partidizada. La autopostulación de quien actualmente es Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social […] podría convertirse en el fenómeno político de las décadas recientes si hubiera masas votantes que le reconocieran cuando menos una vigésima parte de los enormes logros que ha proclamado desde ese Instituto Mexicano del Seguro Social, con una audacia muy apreciada en el mundo de fantasía mejor conocido como Peñalandia. […]. La insólita intención de un tecnócrata sin mayores bases sociales […] de competir en un terreno tan competido como es Ciudad de México, muestra la disociación de la realidad que se vive en las alturas políticas pinoleras, donde creen que el uso del poder institucional les permite jugar a la política, postulando a un personaje como Arriola si es que el secretario de Salud, José Narro, ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, sigue indispuesto para asumir esa postulación priísta tan predestinada al fracaso. […]”.

Dos nuevos cambios se tienen previstos en el gabinete Presidencia, y se espera que sean los últimos antes de que acabe el mandato de Enrique Peña Nieto, y estos son, la renuncia de Aurelio Nuño a la Secretaría de Educación Pública, que va a coordinar la campaña presidencial de José Antonio Meade, y de Mikel Arriola, que deja la Dirección del Instituto Mexicano del Seguro Social para dedicarse a su campaña para tratar de ser el nuevo Jefe de Gobierno, y del tema, en El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: “dos cambios están en puerta en el gabinete del Presidente Enrique Peña Nieto, uno para hoy y el otro para el jueves. Nos explican que el Secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, presenta este miércoles su renuncia para irse como jefe de la campaña del precandidato del Partido Revolucionario Institucional a la Presidencia, José Antonio Meade. Y el Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social, Mikel Arriola, deja mañana su cargo para anotarse como precandidato priísta a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. En la primera línea para los relevos, nos comentan, está el subsecretario de Planeación, Evaluación, y Coordinación de la Secretaría de Educación Pública, Otto Granados Roldán, y Tuffic Miguel Ortega, director de Incorporación y Recaudación del Instituto Mexicano del Seguro Social. Los dos movimientos serán los últimos del año en el gabinete legal y ampliado del jefe del Ejecutivo, nos explican”.

De manera sorpresiva se tomó el anuncio de Mikel Arriola de competir por la candidatura por la jefatura de gobierno por parte del Partido Revolucionario Institucional pues, de entre los aspirantes que estaban contemplados, el Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social no aparecía entre las opciones, y en el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “menuda sorpresa causó el autodestape de Mikel Arriola como precandidato del Partido Revolucionario Institucional a la Ciudad de México. De hecho, los primeros sorprendidos fueron los propios priistas pues el nombre del director del Seguro Social ni siquiera aparecía entre los posibles suspirantes que barajaba Eruviel Ávila. Los más fuertes para la nominación eran José Narro y Enrique de la Madrid, pero quién sabe si al final los descartaron o ellos declinaron. El que menos se esperaba que fuera Arriola era Salomón Chertorivski. Según cuentan en el entorno del funcionario capitalino, ambos estuvieron metidos en el war room los últimos meses, preparando la candidatura, pero de Chertorivski. Se quejan de que Arriola tuvo acceso a estudios, estrategias y propuestas; y a la mera hora… ¡se les volteó! Y eso que eran amigos”.

Meade y los tecnócratas
En El Universal, el periodista Salvador García Soto, escribe sobre la figura de los tecnócratas, que tiene muchos años de haber aparecido en México, pero a pesar de su antigüedad, no han podido realizar modificaciones pertinentes para beneficiar a la sociedad, pero sí para beneficiar a su grupo de amigos y personas cercanas, a pesar de su preparación académica y de este tema, hoy nos asegura que: “el doctor Meade es una persona muy preparada; cursó la carrera de economista y abogado al mismo tiempo. Habla perfectamente inglés, casi mejor que su lengua materna. Tiene fama de buena persona, respetuoso de su familia; militante católico, educado y decente. […]. El poder de la tecnocracia radica en su control de la Secretaría de Hacienda, por la que Meade pasó con Calderón y Peña Nieto. Desde ahí dominan al resto de instituciones públicas, incluyendo al Congreso de la Unión, al que engañan cada año con proyectos de ingresos y egresos trampeados que, al final del ejercicio fiscal, arrojan resultados opuestos a lo autorizado por los legisladores. Todos los proyectos del gobierno federal, y la mayoría de los que ejercen estados y municipios, son revisados y aprobados por técnicos de Hacienda. Para ello idearon una estructura burocrática-administrativa que mantiene, supuestamente, las tres subsecretarías históricas, pero han creado 25 Unidades administrativas, cuyo presupuesto es igual al de una subsecretaría de Estado. La mayoría de ellos son financieros, economistas y administradores reconocidos por el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la OCDE, ‘ministros de finanzas del año’ o hasta presidentes del Banco Internacional de Pagos, etcétera, y aun así lograron lo imposible: quebrar a Pemex y a la Comisión Federal de Electricidad. […]. Se opusieron a construir nuevas instalaciones y refinerías porque, decían, “no es buen negocio”, y hoy compramos casi toda la gasolina a Estados Unidos; despilfarraron recursos cuando el petróleo valía más de 100 dólares; le entregaron a Josefina Vázquez Mota 100 millones de dólares para supuestos proyectos de ayuda a mexicanos en Estados Unidos; permitieron el saqueo de Sedesol en tiempos de Rosario Robles y se hicieron disimulados con la Estafa Maestra. […]. Llegaron al poder con Salinas, pero con Ernesto Zedillo consolidaron su presencia omnipotente en las decisiones nacionales, a través de personajes como Aspe, Serra, Ortiz Martínez, Gurría, Gil Díaz, Carstens, Cordero, González Anaya, Lozoya, y destacadísimamente Luis Videgaray. Hoy, con la candidatura del doctor Meade, están a punto de seguir haciendo realidad la declaración-augurio del secretario de Estado norteamericano, Richard Lansing, quien dijo en 1924: ‘México es un país extraordinariamente fácil de dominar; basta controlar a un solo hombre: el presidente. Tenemos que abandonar la idea de poner en la Presidencia mexicana a un ciudadano americano, ya que eso llevaría otra vez a la guerra. […]. Con el tiempo, esos jóvenes llegarán a ocupar cargos importantes y eventualmente se adueñarán de la Presidencia. Sin necesidad de que EU gaste un centavo o dispare un tiro harán lo que queramos. Y lo harán mejor y más radicalmente que nosotros'”.

Inseguridad: sociedad al quite
En el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura ante la falta de seguridad en el país y las ocurrencias de los candidatos presidenciales de analizar ofrecer amnistía a líderes criminales, que no que es del agrado de la la mayoría de la gente, lo que toca es que la sociedad cumpla con su parte y haga las denuncias pertinentes para que las autoridades se hagan cargo de hacer justicia, pues las acciones de tomar justicia por propia mano lo único que hacen es generar más violencia, de esto nos habla hoy: “el deterioro de la seguridad pública en el país es dramático. Y no hay forma de entenderlo, sino como un estrepitoso fracaso de la clase política. Los debates que hemos escuchado en días recientes no hacen sino confirmar esta conclusión. […]. Teóricamente, en una democracia el ciudadano renuncia a proteger por sí mismo su vida y la de sus seres queridos y sus bienes y pone esa responsabilidad en manos de la autoridad. Pero en México es cada vez más frecuente que el ciudadano se vea orillado a adoptar medidas de forma personal para hacer frente a la inseguridad. Éstas pueden ser pasivas […] o activas […]. Mientras tanto, ¿qué sucede en el estrato de las autoridades? El gobierno federal cruza acusaciones con los gobernadores y éstos con los presidentes municipales. Los partidos se recriminan unos a otros su insensibilidad o desconocimiento sobre el tema. Y las Fuerzas Armadas son obligadas a hacer una función que no les corresponde para llenar el vacío de unas policías que no sirven o de plano no existen. […]. Por desgracia, la temporada electoral que ya tenemos encima no puede sino empeorar las cosas. […]. 1) Generalmente, los tiempos de transición se han constituido en momentos de franca debilidad institucional para enfrentar a los criminales, que saben bien cómo aprovecharlos. 2) La batalla por los cargos de elección popular reduce la de por sí débil voluntad de los partidos políticos para construir acuerdos de cualquier tipo, incluidos los que tienen que ver con la seguridad pública. 3) Los posicionamientos que sobre este tema comenzamos a escuchar por parte de quienes seguramente serán candidatos a dichos cargos denotan una escasa voluntad de atender en serio esta grave situación. Se ha puesto mucho énfasis en la ocurrencia […] lanzada el pasado fin de semana por Andrés Manuel López Obrador para recuperar la paz pública mediante una ‘amnistía’ a los delincuentes. Coincido con quienes han dicho que se trata de una pésima idea, pues, entre otras cosas, se olvida de la justicia que se debe hacer a las víctimas, todo en aras de confiar en que los delincuentes se porten bien en el futuro. […]. Dicho eso, hay que señalar que ninguno de sus eventuales rivales en la contienda que culminará el 1 de julio ha mostrado alguna tesis que resulte novedosa para sacar al país de este atolladero o siquiera la disposición de discutir seriamente con el resto de las fuerzas políticas para encontrar una solución. […].  Afortunadamente, hay lugares del país donde, de esa manera, la seguridad pública se ha mantenido o se ha recuperado. No hay político que se haga el sordo cuando la sociedad se organiza en serio. Lo que no sirve de nada es tomar partido por alguna de las fuerzas políticas que achacan a las otras la responsabilidad exclusiva de lo que está pasando, o pensar que con la llegada de alguna de ellas a la Presidencia en 2018 es suficiente para que el problema se resuelva”.

Los perezosos
En el Reforma, el académico, columnista y politólogo, Sergio Aguayo, escribe sobre la necesidad de la aprobación y aplicación de la Ley de Seguridad Interior en México, pero una ley muy distinta a la que se pretende aprobar hoy en día, ya que la actual propuesta, a su entender, carece de muchos fundamentos y marco jurídico para que pueda funcionar al 100 por ciento, y por eso, nos comenta que: “necesitamos una Ley de Seguridad Interior enmarcada por una estrategia integral. […]. Estoy entre los que reconocen a las Fuerzas Armadas haber cargado con la mayor responsabilidad en el combate al crimen organizado. Se justifica que entre 2006 y 2016 el presupuesto del Ejército y la Marina creciera sustancialmente. Faltaba el marco jurídico que regulara su papel y Ejecutivo y Legislativo tuvieron tiempo de sobra para hacer una ley dentro de la estrategia integral anunciada por el Presidente. En agosto de 2016, Enrique Peña Nieto dio una clase de estrategia al candidato Donald Trump. Le dijo que la manera de enfrentar a los ‘cárteles y otras organizaciones criminales’ era con ‘un enfoque integral’. Le recordó que los ‘flujos ilegales’ de ‘armas y dinero en efectivo’ estadounidenses son tan letales como el tráfico de drogas que sale de México hacia Estados Unidos. Cuando el Presidente ordenó que sus diputados y senadores aprobaran la Ley de Seguridad Interior se olvidó de la integralidad y las 14 cuartillas de la iniciativa de ley destacan por su pobreza intelectual. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) destazó la iniciativa. En su pronunciamiento del 29 de noviembre enumeró defectos, citó confusiones y señaló carencias: la definición de Seguridad Interior además de ‘amplia y ambigua’ se enreda con la de Seguridad Nacional; es ‘discrecional’, opaca y carece de ‘mecanismos reales y efectivos de rendición de cuentas’; y es riesgoso que ‘las Fuerzas Armadas realicen tareas de investigación y prevención de delitos’. […]. Felipe Calderón se fue a la guerra sin estrategia e ignoraba la magnitud del enemigo que enfrentaría. Enrique Peña Nieto ya entiende lo que está en juego pero siguió la senda del panista. ¿Por qué el Ejecutivo y el Legislativo no han elaborado una gran estrategia dentro de la cual se inserten las leyes y reglamentos que se requieran? Una explicación estaría en su pereza e indolencia ante temas complejos y a la defensa de intereses y complicidades; su energía la dedican a ganar elecciones y a aplicar recetas elaboradas en Washington que han fracasado en México. La Ley de Seguridad Interior hace algunas concesiones a los inconformes. Promete respetar los derechos humanos y busca demostrarlo dando un mayor protagonismo a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que enfrentará un dilema si la ley, como parece, es aprobada: ¿Presentará una acción de inconstitucionalidad? Tendrá 30 días naturales a partir de la entrada en vigor de la ley. Si opta por ese camino debería discutir los conceptos de invalidez en consultas públicas. […]. Independientemente de la decisión del Senado, la ciudadanía consciente tiene otra tarea: conminar a los candidatos a la Presidencia para que, en materia de seguridad, dejen a un lado las ocurrencias y los lugares comunes y presenten un bosquejo de estrategia integral que sustituya la visión reduccionista expresada en la Ley de Seguridad Interior. Tienen que demostrar que tienen la capacidad y la voluntad de proponer mejores estrategias y leyes que las padecidas durante once años”.

Amnistías, AMLO y Monreal
En Milenio, el periodista Carlos Marín, escribe sobre la propuesta de Andrés Manuel López Obrador de analizar dar amnistía a criminales con tal de que regrese la paz a México, y hasta hace días nadie de su partido había salido a respaldar o defender esta postura, hasta que ayer, Ricardo Monreal, salió a pronunciarse al respecto, tratando de explicar que más de perdón, se trata de una reconciliación, y del tema escribe que: “las críticas a lo de amnistiar a quienes han enlutado a más de 100 mil familias en estos 11 años desató severas críticas a Andrés Manuel López Obrador. Antier se resaltó aquí que nadie del partido que fundó salió a respaldarlo, pero ayer uno de sus más prominentes leales, Ricardo Monreal […], tuiteó que a lo que se refiere Andrés Manuel López Obrador tiene un elemento ‘inusitado’ respecto del perdón de las víctimas […], porque su perdón es para ‘la reconciliación personal y social’. Más allá de que amnistiar (viene de amnesia) es olvidar y de que no son los presidentes, sino los congresos quienes expiden ese tipo de leyes, cabe recordar que gracias a Monreal se abrogó la expedida en 1978 a favor de los guerrilleros urbanos y rurales que delinquieron por móviles políticos, con el propósito de reincorporarlos a la vida pública”.

A cuentagotas
Luego de que se hubo varios conflictos al interior de la Cámara de Diputados por la designación del primer Fiscal General de la Nación, por fin hay un acuerdo al respecto en donde se prohíbe que el actual procurador sea en automático el primer Fiscal del país, lo que significa un avance en este tema, y del mismo, hoy en el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: “finalmente la Cámara de Diputados avaló la reforma constitucional que impide que el procurador general de la República en funciones se convierta en el primer fiscal general de la nación. Por unanimidad, con 360 votos, se aprobó que, una vez constituida la Fiscalía General de la República, el Senado deberá designar inmediatamente a su titular. Guadalupe Acosta Naranjo, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, advirtió: ‘No quisiéramos encontrarnos con la sorpresa de que aquí aprobamos esta reforma a la Constitución y luego en el Senado de la República la congelen, nos parecería un gravísimo error”. Esta reforma ha sido la manzana de la discordia desde septiembre. En su nombre han detenido el reloj legislativo, han sesionado sin quórum y han realizado la práctica que más les gusta, la del chantaje. ¿De verdad les importa México?’.

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