557 migrantes han perdido la vida en su deseo de ir a Estados Unidos a través de la frontera de Ciudad Juárez-El Paso.
Ciudad Juárez, 6 noviembre (EFE).- Una misa binacional en Ciudad Juárez, en la fronterizo estado mexicano de Chihuahua, recordó este sábado a los migrantes fallecidos en su intento de cruzar a Estados Unidos.
La homilía tuvo lugar en El Punto, un centro religioso donde se ubica un monumento al Papa Francisco, y fue celebrada por obispos de las ciudades fronterizas de ambos países: Nuevo Casas Grandes y Ciudad Juárez (México) y El Paso y Las Cruces (Estados Unidos).
TEMEN MORIR EN SU TRAYECTO
Uno de los asistentes a la ceremonia religiosa fue Miguel Ángel López, originario del mexicano estado de Guerrero. Lleva tres meses en Ciudad Juárez y su trayecto fue un largo recorrido en autobús.
«Vengo huyendo de la violencia en Guerrero, yo tenía miedo de llegar hasta acá, temía perder la vida, mucha gente teme un secuestro en el recorrido que hacen», declaró a Efe.
Otra de los presentes, Anayely Santos, de 30 años, igualmente originaria de Guerrero, detalló que lleva tres meses en esta urbe fronteriza y viene en compañía de su esposo y su hija de nueve años.
«Es triste como muchos migrantes pierden la vida en su intento de cruzar a Estados Unidos, muchos buscan lo mejor para su familia y nadie sabe cómo fallecieron. Lo más triste es que la familia espera a su familiar y no llegan», dijo a Efe.
Al subir las escaleras para acercarse al presbiterio, un altar recordó a los migrantes fallecidos. Su decoración se compuso de las tradicionales flores de cempasúchil amarillas y anaranjadas, además de pan dulce, pan de muerto, tazas típicas mexicanas y las fotografías de refugiados que perecieron en su búsqueda por cumplir el sueño americano.
También se colocaron de prendas de ropa como pantalones, gorras y calzado sobre arena y un pequeño nopal (cactus). Esto en representación de su trayecto por el desierto.
En la parte superior del altar, se pudo leer el número 557 en color negro, la cantidad de migrantes que han perdido la vida en su deseo de ir a Estados Unidos a través de la frontera de Ciudad Juárez-El Paso.
TRATO DIGNO A MIGRANTES
El Padre Javier Calvillo, director de la Casa del Migrante de Ciudad Juárez y uno de los organizadores del evento, comentó que en esta misa se pide por los migrantes difuntos y se habla de la realidad en materia de migración.
«Cada país tiene su soberanía de regularizar la situación migratoria, pero cuando vemos tratos inhumanos, podemos decir que hay crisis. En Chihuahua vemos las desapariciones y en Estados Unidos vemos las persecuciones a caballo, vemos las realidades», declaró a Efe.
Dijo también que «todos somos migrantes». «México tiene varias nacionalidades, nadie puede decir que la migración es mala» y añadió que seguirá apoyándolos ya que todos tenemos el derecho a buscar una mejor vida.
Otro de los religiosos que apoyó en la organización fue Marco Raposo, director del Ministerio de Paz y Justicia de la Diócesis Católica de El Paso.
«Esta misa expresa la solidaridad en las diócesis de la frontera, en acompañamiento a los hermanos migrantes. Tratamos de seguir el mensaje del santo padre, expresamos los valores de solidaridad, acompañamiento y de justicia», mencionó a Efe.
Con respecto al cambio de política migratoria con el Gobierno de Joe Biden en Estados Unidos, dijo a Efe Fernando García, director de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, que en la frontera siguen las expulsiones de migrantes, incluso de niños.
«Siguen los abusos, no importa quien este en la administración, mientras estén los abusos los vamos a denunciar», concluyó.
Durante la misa, el obispo de Ciudad Juárez, José Guadalupe Torres, pronunció: «Destruyamos muros y construyamos puentes, es importante un trato digno para los migrantes».
Decenas de niños migrantes entregaron cruces pequeñas de madera a los obispos, como símbolo de la protección que esperan. Otro grupo de migrantes ondeaban banderas de diferentes países, en muestra de los lugares de los que llegan los indocumentados a México y Estados Unidos.