El candidato demócrata celebró que más de 74 millones de estadounidenses votaran por su fórmula presidencial. «La gente habló y fuerte», dijo esta noche en un mensaje a medios.
Ciudad de México, 6 de noviembre (SinEmbargo/AP).– Joe Biden, candidato demócrata a la Presidencia de Estados Unidos, dijo que las cifras recabadas hasta esta noche indican que ganarán la contienda electoral con una mayoría clara en el Colegio Electoral y con más de 74 millones de votos populares, una cifra histórica.
El también exvicepresidente de EU en la administración de Barack Obama destacó que ganarán, además, estados republicanos que los demócratas no ganaban en dos y tres décadas.
«La gente habló y fuerte», dijo. No quiere más divisiones, quiere unidad, además de combate a la COVID-19 y una economía fuerte, añadió el candidato que se acerca en cada momento a la Oficina Oval de la Casa Blanca.
Han dicho claramente que quienes votaron quieren que el país se unifique. “Más de 74 millones de estadounidenses hablaron fuertemente a favor de nuestra fórmula presidencial y estamos esperando los resultados, pero no estamos esperando a hacer el trabajo”, expuso.
En ese sentido, dijo que ayer tuvo reuniones con grupos de personas expertas en salud pública y económica para enfrentar la crisis por la COVID-19.
Joe Biden recordó que EU «ha sufrido mucho», aseguró que entiende lo que sienten las familias al perder un hijo o a un ser querido, y por eso, expuso, trabajará para atajar la pandemia.
«No podemos revivir a los muertos, pero sí podemos salvar muchas vidas», dijo Biden desde su cuarto de guerra en Delaware, donde tiene su hogar.
Los desacuerdos fuertes son inevitables en una democracia, son buenos, la fortalecen, planteó, y agregó que la finalidad de la política no es encender las llamas sino presentar soluciones a los problemas. «Seremos oponentes pero no enemigos: somos estadounidenses», afirmó.
Tune in as I address the nation on the current state of the race. https://t.co/w0er4issEk
— Joe Biden (@JoeBiden) November 7, 2020
Voy a asumir «el deber de curar a todos los estadounidenses porque voy a gobernar para todos», afirmó.
El candidato demócrata opinó que no hay motivos para que EU no se apropie del siglo XXI porque es una gran nación. «No hay nada que no podamos hacer», expuso.
El candidato dijo que mañana dará de nuevo un mensaje, y se despidió: «Dios bendiga a los Estados Unidos, y Dios bendiga a nuestras tropas».
AVANZA LA TRANSICIÓN
El equipo de transición de Joe Biden no está esperando el veredicto de la contienda presidencial para ponerse a trabajar.
Mientras continúa el escrutinio en varios estados donde las elecciones no se han decidido, el colaborador de Biden, Ted Kaufman, es el encargado de garantizar que el exvicepresidente pueda comenzar la formación de un gobierno en anticipación a su victoria.
Kaufman, un exsenador de Delaware, fue asignado para que ocupara el escaño de Biden cuando éste fue elegido vicepresidente. También trabajó en el equipo de transición de Barack Obama en 2008 y contribuyó a redactar una iniciativa que formalizó el proceso de transición presidencial.
Biden solicitó inicialmente a Kaufman en abril que comenzara a trabajar por si acaso en una transición provisional, poco después de que el exvicepresidente asegurara la candidatura presidencial al término de las primarias demócratas. Ahora, cada día que pasa después de los comicios sin que haya un ganador declarado es un día menos para comenzar formalmente los preparativos para asumir la Casa Blanca.
La transición puede ser un proceso intenso incluso en circunstancias normales. Pero esta vez, se ha constituido un peculiar limbo político.
El equipo de Biden está avanzando pero no puede concretar todo lo que necesita ser atendido; el Presidente Donald Trump continúa afirmando sin pruebas que le están «robando» la elección.
Esta situación es al menos reminiscente de la contienda presidencial del año 2000 y la disputa legal postelectoral por un recuento en Florida. Al cabo de más de un mes, la Corte Suprema decidió la disputa entre el republicano George W. Bush y el demócrata Al Gore, truncando el periodo de transición a sólo 39 días antes de la inauguración presidencial en enero de 2001.
Clay Johnson, que encabezó el equipo de transición de Bush, dijo que los asesores de Biden “no pueden esperar a tener la certeza de que el Presidente electo es realmente el Presidente electo. Necesitan apresurarse y avanzar”.
“Tienes que asumir que lo eres sin ser presuntuoso, pero más vale que estén trabajando duro como si lo fueran”, dijo Johnson en referencia al equipo de Biden. “Y deberían haber comenzado a hacerlo el pasado martes en la noche”.
El equipo de Biden se rehusó a hacer declaraciones sobre el proceso de transición. Sus asesores más cercanos afirman que la principal prioridad será anunciar a un jefe de despacho de la Casa Blanca, y después conjuntar las piezas necesarias para enfrentar al coronavirus.
Un Presidente debe hacer 4 mil nombramientos y más de mil 200 deben ser ratificados por el Senado. Esto podría suponer una dificultad para Biden en virtud de que el Senado podría continuar bajo control republicano.
El proceso de transición comienza formalmente una vez que la Administración General de Servicios determina al ganador basándose en todos los hechos disponibles. Es una definición lo suficientemente ambigua que le permitiría a Trump presionar al director de la agencia para prolongar el proceso.
Tampoco está claro si el Presidente se reuniría en persona con Biden. El Presidente Barack Obama se reunió con Trump menos de una semana después de las elecciones, pero no había dudas de que había superado a Hillary Clinton en votos electorales.
–Con información de AP.