México, 6 Nov (Notimex).- El principal desafío de la política educativa es la reducción de las desigualdades en las oportunidades de aprendizaje, aseveró Eduardo Backhoff Escudero, consejero del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).
Señaló que de acuerdo con la primera aplicación del Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (Planea) a una muestra de alumnos de sexto de primaria y tercero de secundaria, quienes viven en situación de más desventaja tienen menores niveles de logro.
Son variados los factores que influyen en los resultados, como los relacionados con las condiciones de bienestar o de pobreza de los hogares, así como aquellos que refieren a los recursos con los que cuentan las escuelas, sus condiciones de organización y funcionamiento.
La valoración, aplicada a 104 mil 204 alumnos del último grado de nivel básico de tres mil 446 escuelas, señala que 49.5 por ciento de ellos se ubica en el nivel más bajo de logro y tiene un dominio insuficiente de los aprendizajes clave en Lenguaje y Comunicación.
Sólo una tercera parte de los alumnos se ubica en el segundo nivel de logro, con 33.2 por ciento, los cuales muestran apenas un dominio indispensable para la comprensión de información contenida en textos expositivos y literarios:
En nivel tres se ubican 14.6 por ciento de los evaluados, mientras que 2.6 por ciento del grupo logran comprender textos argumentativos y de artículos de opinión.
Matemáticas es la materia en la que los niños tiene menos aptitud, ya que 60.5 por ciento de los alumnos están en el nivel más bajo y apenas tienen la capacidad de realizar tareas básicas como escribir y comparar números naturales, de acuerdo con los resultados del Planea.
En el segundo nivel se encuentra 18.9 por ciento de esos estudiantes, quienes pueden resolver problemas aritméticos básicos como suma, resta, división y multiplicación con números naturales.
Backhoff Escudero explicó que las cifras cambian un poco en el tercer grado de secundaria, cuya muestra se aplicó a 144 mil 517 alumnos de tres mil 529 escuelas.
En Lenguaje y Comunicación, 29.4 por ciento de los educandos se ubica en el lugar más bajo, 46 por ciento están en el segundo nivel de logro y 18.3 por ciento en el tercero.
Solamente 6.1 por ciento alcanzan a identificar secuencias argumentativas y valorar sus fundamentos de apoyo, lo cual los coloca en el primer nivel.
Las expectativas bajan en lo que se refiere a números, ya que 65.4 por ciento de los jóvenes tienen el nivel más bajo y tan sólo son capaces de tareas sencillas como comparar o realizar cálculos con números naturales.
En ese sentido puntualizó que 24 por ciento se ubican en segundo nivel de la evaluación, 7.5 por ciento en el tercero y 3.1 por ciento alcanzan el logro adecuado y resuelven problemáticas en sistemas de ecuaciones o calculan volumen de cuerpos redondos.
El especialista indicó que los cambios en el ámbito educativo maduran lentamente y por esa razón no es posible esperar cambios a corto plazo.
Para ello se deberá hacer un esfuerzo sostenido e integral con el objetivo de que los resultados de aprendizaje se muevan en la dirección de garantizar el derecho de todos a una educación de calidad.
Además de Eduardo Backhoff, a la presentación asistieron la consejera presidenta del INEE, Sylvia Schmelkes del Valle, y sus compañeros Margarita Zorrilla Fierro, Teresa Bracho González y Gilberto Guevara Niebla.
En representación de la SEP acudieron los subsecretarios de Planeación y Evaluación de Políticas Educativas, Otto Granados Roldán, y de Educación Básica, Javier Treviño Cantú.
El propósito de la evaluación Planea es conocer la medida en que los estudiantes logran el dominio de un conjunto de aprendizajes esenciales en diferentes momentos de la educación obligatoria y se aplica en conjunto con la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Al respecto esa dependencia emitió un comunicado en el que subrayó que los resultados obtenidos corroboran la pertinencia y la importancia de la reforma educativa.
Lo obtenido en la prueba “nos permitirá contextualizar el desempeño de las escuelas para que, desde sus ámbitos de acción, puedan diseñar estrategias y acciones en favor de la calidad educativa”.
La dependencia federal dejó claro que los resultados son una responsabilidad compartida de todos los agentes educativos, incluyendo a los alumnos y sus familias que desde sus respectivos ámbitos de actuación contribuyen de diferentes maneras al desarrollo de los aprendizajes.