Por Martí Quintana
Mérida (México), 6 nov (EFE).- México y Cuba relanzaron hoy sus relaciones con la firma de cinco acuerdos en materias clave en un encuentro cargado de simbolismo por ser la primera visita de Estado del Presidente cubano, Raúl Castro, impulsor de la apertura económica en la isla.
En un ambiente distendido y ante numerosos medios de comunicación, los mandatarios escenificaron el que parecía el punto y final a más de una década de distanciamiento durante las Administraciones de Vicente Fox y Felipe Calderón, entre el 2000 y el 2012.
«En el relanzamiento de esta relación bilateral, en el encuentro entre países hermanos, es que hemos refrendado el cariño, respeto y admiración que ambos pueblos se han brindado con el tiempo», dijo el Presidente de México, Enrique Peña Nieto.
En un mensaje a la prensa desde el Palacio de Gobierno del estado de Yucatán, en el sureste de México, Castro coincidió en que los vínculos entre naciones «se renuevan y fortalecen» en el ámbito «no solo político y diplomático», sino también «cultural, comercial, económico y científico-técnico».
Peña Nieto, quien impulsó el acercamiento con la isla desde el inicio de su mandato en diciembre de 2012, resaltó el interés mexicano de que «más inversionistas» nacionales inviertan en la Cuba de la apertura económica.
Que «puedan ver en esta actualización del modelo económico cubano una oportunidad de contribuir al fortalecimiento de la relación económica», dijo.
El guante lo recogió Castro, impulsor del cambio económico tras sustituir a su hermano Fidel como gobernante en 2006, destacando el «interés» de empresas mexicanas, especialmente de agricultura y turismo, en invertir en la isla.
Sobre todo, dijo, a través de la Zona Especial de Desarrollo del Mariel, pensada para facilitar la inversión extranjera en Cuba.
«La experiencia mexicana es reconocida y constituye un apoyo importante en el proceso de remodelación económica que estamos llevando adelante», señaló Castro.
México es el séptimo emisor de turismo para la nación caribeña y su sexto socio comercial -el tercero de América Latina- con un comercio bilateral que supera los 500 millones de dólares anuales, lo que supone, especialmente para la isla, un balón de oxígeno a sus finanzas.
Los mandatarios atestiguaron hoy la firma de dos memorandos de entendimiento, uno en materia migratoria y el otro de colaboración académico-diplomática, un programa de cooperación en turismo y otro en alimentación y una carta de intenciones para la colaboración técnica en la educación básica.
Estos se suman a nueve instrumentos legales ya firmados en el mandato de Peña Nieto (2012-2018), lo que prácticamente iguala los 15 suscritos antes de su llegada al poder entre ambas naciones, remarcó el presidente mexicano.
Sobre el memorando de entendimiento para garantizar un flujo migratorio legal, ordenado y seguro, Peña Nieto destacó que permitirá «combatir y prevenir la trata de personas y otros delitos asociados a la migración» en México, país trampolín para muchos cubanos para entrar ilegalmente a EU.
Sobre los acuerdos en educación, dijo que estos permitirán ampliar y fortalecer los lazos méxico-cubanos y luchar en favor de la alfabetización, la lectura y el deporte, en donde «Cuba es un ejemplo a seguir».
Por su parte, Castro dedicó gran parte de su mensaje a recordar la histórica «relación especial» entre ambos países, y agradeció la posición de México tras la Revolución cubana.
Si entonces fue el único país latinoamericano en no cortar relaciones con la isla «presionado por Estados Unidos», hoy juega un papel «destacado» en la denuncia del «ilegal e inmoral» bloqueo económico que EU impuso a la isla hace más de cinco décadas.
Posteriormente, en la comida de honor ofrecida al gobernante cubano, Peña Nieto recordó que México votó una vez más en la Asamblea General de la ONU en contra del bloqueo, como lo ha hecho en las últimas décadas.
«Queremos que a Cuba le vaya bien, que toda su gente tenga mejores oportunidades para elevar su calidad de vida», afirmó, al tiempo que celebró el restablecimiento de sus relaciones diplomáticas con EU.
«Es una decisión histórica que favorece la distensión hemisférica y da cauce a una agenda trilateral: Cuba, México, Estados Unidos», aseveró.
El Presidente mexicano también habló de las reformas estructurales que afrontan las dos naciones y dijo que se deben «aprovechar las profundas transformaciones».
Esta visita de Estado, que finaliza el sábado, se ha caracterizado por un marcado secretismo del Gobierno cubano sobre la agenda oficial que, no obstante, se contrapone a un visible afán entre Gobiernos de exteriorizar su buena sintonía.