Naciones Unidas, 6 nov (EFE).- El Secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, alertó hoy sobre la escalada de la violencia en Burundi y condenó el asesinato de varios civiles en las últimas semanas, entre ellos el del hijo de un destacado activista de los derechos humanos.
«La repetida violencia y asesinatos en Burundi deben parar», señaló Ban en un comunicado de su portavoz, en el que urgió a las autoridades del país a dar protección a todos los civiles, sin importar su afiliación política.
El jefe de la ONU reclamó además terminar de forma «inmediata» con la «impunidad generalizada» con la que se han cometido estos «horrendos actos».
Ban se refirió específicamente al asesinato hoy del hijo de Pierre Claver Mbonimpa, un conocido defensor de los derechos humanos en Burundi, tras haber sido arrestado por la Policía.
El diplomático coreano condenó además los pronunciamientos públicos «que parecen dirigidos a incitar a la violencia y al odio contra diferentes grupos de la sociedad».
Además, subrayó la necesidad de impulsar una solución política a la crisis que vive Burundi y ofreció el apoyo de Naciones Unidas para ello.
En los últimos meses el país africano ha sido escenario de una preocupante ola de violencia, con el asesinato de grandes personalidades como el exjefe de la Inteligencia, Adolphe Nshimirimana, o del excoronel del Ejército y comandante tutsi durante la guerra civil (1993-2005), Jean Bikomagu, así como muertes anónimas de jóvenes y agentes de Policía.
En total, las revueltas populares que comenzaron a finales de abril para protestar contra los planes del Presidente Pierre Nkurunziza de perpetuarse en el poder han costado la vida de más un centenar de personas.
Cientos de miles de personas han huido del país por miedo a la represión política y han buscado refugio en Ruanda, Tanzania y la República Democrática del Congo, según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).