Este sábado el Partido de la Revolución Democrática (PRD) realizará su Consejo para elegir al nuevo presidente nacional de esa fuerza política; el puntero para presidir al Sol Azteca es el Diputado federal Agustín Basave Benítez.
Ciudad de México, 6 de noviembre (SinEmbargo).– El nuevo perredista y candidato favorito para presidir al Partido de la Revolución Democrática (PRD), Agustín Basave Benítez, heredará corrupción, división y escándalos relacionados con el narcotráfico.
El Diputado federal aseguró que espera ser electo presidente del Sol Azteca este 7 de noviembre y que lo primero que hará cuando llegue, es trabajar muy seriamente en el tema de la corrupción al interior de la fuerza política.
“Yo creo que tenemos que hacer un trabajo muy serio, muy profundo en contra de la corrupción adentro del partido. En todos los partidos la hay, en todos los partidos hay problemas, en todos los partidos hay personas que se han desviado. Candidatos, presidentes municipales, gobernadores, en todos los partidos, no solamente en el PRD. Nosotros tenemos que hacer un esfuerzo para contrarrestar eso al interior del partido y tenemos que hacer más de lo que hemos hecho”, dijo el principal candidato a sustituir a Carlos Navarrete Ruiz en el cargo de dirigente nacional del Sol Azteca.
Uno de los escándalos más graves que ha envuelto al partido y que heredará Basave Benítez, es la infiltración del crimen organizado en su ediles.
La crisis del partido se agravó en septiembre del año pasado con la desaparición de 43 normalistas de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos en Iguala, municipio gobernado en ese entonces por José Luis Abarca Velázquez del PRD.
Abarca se encuentra procesado por sus vínculos con el narcotráfico y su presunta participación en la desaparición de los jóvenes, mientras que hace unos días elementos del Ejército mexicano y de la Policía federal aprehendieron en una casa en Cuernavaca, Morelos, al Edil de Cocula, Guerrero, el perredista Erick Ulises Ramírez, y a un presunto operador del cártel de los “Guerreros Unidos”, Adán Zenén Casarrubias Salgado, alias “El Tomate”, hermano de Sidronio Casarrubias, líder de ese grupo criminal.
Sidronio Casarrubias fue señalado por participar en el ataque y desaparición de los 43 estudiantes la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014.
Con el Alcalde electo de Cocula fue capturado Eloy Flores Cantú, quien se identificó como Asesor Jurídico del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Cámara de Diputados.
La detención se llevó a cabo en un domicilio ubicado al sur de la capital de Morelos, donde fueron decomisadas dos armas de fuego, una larga, una corta y un paquete con cocaína.
Cabe destacar que el perredista Erick Ulises Ramírez tomó posesión del cargo como alcalde el pasado 30 de septiembre.
Los detenidos fueron trasladados a las instalaciones de la Subprocuraduría Especializada en Investigaciones de Delincuencia Organizada (SEIDO) en donde se dictó un arraigo para el Alcalde de Cocula por 40 días.
Agustín Basave expuso que espera que este sábado la mayoría de los consejeros voten por él y reconoció que muchos ya dan por hecho que será el nuevo dirigente.
“Yo sigo adelante y espero que tenga el apoyo mayoritario de los consejeros, vamos a ver el sábado. Hay gente que lo da por hecho. Yo no, yo como Santo Tomás, ver para creer”, expuso.
El nuevo perredista agregó que además de su prioridad de trabajar en torno a la corrupción al interior del partido, deberá realizar “grandes transformaciones” para superar la crisis que significó la escisión que llevó a la fundación de Morena.
CORRUPCIÓN Y NARCOTRÁFICO ENTRE PERREDISTAS
La detención del Edil de Cocula hace unos días se sumó a la larga cadena de errores en los que ha caído el partido. A pesar de los sucedido en el caso de Abarca Velázquez y de que los perredistas nombraron una Comisión Especial para analizar el caso Ayotzinapa al interior del partido, se volvió a repetir que fuera propuesto un candidato para participar en los comicios del 7 de junio con presuntos nexos con el narcotráfico.
Apenas en mayo de este año, un mes antes de la elección de junio, el informe de la Comisión Especial del partido encabezada por Pablo Gómez Álvarez y que nombró el Consejo Nacional en noviembre del año pasado, para analizar la llegada del ex Alcalde de Iguala a la presidencia municipal, reveló que a José Luis Abarca sólo le bastó decidirse a ser Alcalde de Iguala, Guerrero, para movilizar a los dirigentes del PRD y elegirlo como candidato, a pesar de que ni siquiera era militante de la fuerza política ni era conocido por estar involucrado en la política del municipio.
Abarca era más bien un “empresario joyero” que había apoyado a Lázaro Mazón Alonso en su campaña y al Gobernador con licencia Ángel Aguirre Rivero, reveló.
Pero inesperadamente, planteó el informe, Abarca decidió que quería ser Alcalde y fue electo gracias al apoyo de los líderes locales de Nueva Izquierda (NI) o “Los Chuchos” y de Alianza Democrática Nacional (ADN), ambas corrientes o “tribus” hegemónicas al interior de la fuerza política.
Lo eligieron pese a que se hizo una encuesta en donde le ganó por dos puntos el aspirante Oscar Díaz Bello, quien era apoyado por Aguirre Rivero y que al final decidió apoyar la candidatura de Abarca, por solicitud de Lázaro Mazón.
Fueron Sebastián de la Rosa, dirigente estatal de la corriente Nueva Izquierda o “Los Chuchos”, quien apoyó la candidatura de Abarca. Apoyado en Lázaro Mazón y en el “buen visto” final de Ángel Aguirre.
De acuerdo con el informe, el líder de “Los Chuchos” apoyó la candidatura de Abarca porque era una propuesta “que tenía mucha aceptación de la clase media y de los empresarios”.
La “Comisión Abarca” detalló que se realizó una encuesta en Iguala y Oscar Díaz resultó favorecido por dos puntos, sobre Abarca.
Sin embargo se declaró “un empate técnico” y la cúpula perredista del estado se reunió para elegir al candidato. Se reunieron el presidente del partido Carlos Reyes, Sebastián de la Rosa, Evodio Velázquez, Víctor Aguirre, David Jiménez Rumbo y Celestino Cesáreo.
“Víctor Aguirre se opuso a la candidatura de Abarca en aras de promover la de Díaz Bello, bajo el argumento de que éste había obtenido una mejor posición en la encuesta realizada. Según el mismo Víctor Aguirre, la decisión sobre la candidatura de Abarca fue tomada al final con la participación personal de Ángel Aguirre, a la sazón Gobernador del Estado, en la mesa de acuerdos y sobre la base de que Díaz Bello ocupara la candidatura a Diputado local del distrito de Iguala”, concluyó la investigación.
El informe también dio cuenta que fue el mismo Lázaro Mazón, quien admitió, llamarme a Ángel Aguirre para pedirle el apoyo para José Luis Abarca.
El apoyo a la candidatura de Abarca, llevó a Oscar Díaz solicitarle a Jesús Zambrano Grijalva, entonces presidente nacional del partido, investigar si Abarca tenía nexos con el crimen organizado.
Debido a la solicitud de Oscar Díaz, Zambrano Grijalva, también miembro de “Los Chuchos”, indagó y tuvo conocimiento de los nexos de los hermanos de María de lo Ángeles Pineda Villa, esposa de Abarca, con el grupo delincuencial Guerrero Unidos.
Antes de que Abarca fuera electo el ex dirigente solicitó de forma verbal a Alejandro Poiré, Secretario de Gobernación en ese entonces, que le informara si José Luis y su esposa tenían vínculos con uno de los grupos que procedían de los Beltrán Leyva o cualquier otro.
“Jesús Zambrano, en su calidad de presidente nacional del PRD, hizo una consulta verbal con el Secretario de Gobernación, el cual, a decir del propio Zambrano, le mencionó la pertenencia de los hermanos de María de los Ángeles Pineda a un grupo de delincuentes y el encarcelamiento de uno de ellos, todo lo cual era público y precisamente el motivo de la consulta”, planteó el informe.
Sebastián de la Rosa, entonces dirigente de NI en Guerrero, indicó que recibió como respuesta de Zambrano que “ninguno de los dos, [Abarca y Pineda] estaba siendo investigado con motivo de posibles vínculos con el referido grupo delincuencial a pesar de la pertenencia al mismo de los hermanos de la esposa de Abarca”.
El informe de la “Comisión Abarca” expuso que los dirigentes políticos Iguala, consideraban normal la administración de José Luis Abarca y en el mejor de los casos, algunos tenían “miedo” a la represalias de los hermanos de María de los Ángeles Pineda Villa.
En 2013 fueron asesinados en hechos distintos los perredistas Justino Carbajal Salgado y Arturo Hernández Cardona, con dos de sus colaboradores.
Sin embargo todo siguió con normalidad: “Algunos sostienen que, a pesar de algunos hechos violentos, las condiciones podrían considerarse como normales y que no existía un ambiente de especial inseguridad o zozobra. Por su lado, otros consideran que el clima era de violencia y amenazas dentro de un silencio entendible por el miedo a provocar represalias provenientes de Abarca, María de los Ángeles Pineda y el grupo delincuencial al que habían pertenecido los hermanos de esta última”, concluyó el informe.
Para la “Comisión Abarca”, el PRD Guerrero falló. En el documento los perredistas también enfatizaron en la obligación del Gobierno federal en alertar sobre los nexos de los candidatos, con el crimen organizado.
“No existe, en síntesis, un sistema de alerta política sobre el fenómeno de infiltración y captura del Estado por parte de la delincuencia organizada”, concluyeron los perredistas.
Luego acordaron y se comprometieron en hacer todo los posible por blindarse y evitar postular a candidatos, de los cuales se sospechara nexos con el crimen organizado.
En noviembre del año pasado el PRD aprobó el Protocolo del Comité Ejecutivo Nacional para Fortalecer la Cultura de la Legalidad y la Ética Política y que establece que el PRD entregará toda la información de la que tenga conocimiento en la que se presuma la existencia de conductas delincuenciales a las instancias federales de lucha contra la delincuencia organizada: a la Procuraduría General de la República (PGR), al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y al Centro de Investigación de Seguridad Nacional (Cisen).
Pero rechazó que los militantes perredistas votaran por sus candidatos a diputaciones para las elecciones de 2015 a través de encuestas y aprobó que sean electos por los consejeros.
En julio de este año, Jesús Zambrano dijo en entrevista con SinEmbargo que si algún aspirante resultaba con algún tipo de sospecha, el partido debía evitar postularlo.
“A la luz de los acontecimientos yo te diría el que con leche se quema, el jocoque se le sopla. No se le debió postular [Abarca] pero yo indagué con los órganos de inteligencia del Estado mexicano y me dijeron que no tenían ninguna indagatoria relacionada con el individuo. Empezaron fallando los cuerpos de seguridad del Estado mexicano y yo me confié en eso, y simplemente dije: ‘no porque se diga, cuando ya indagué, no hay que postularlo’.Hoy, teniendo en cuenta una experiencia de este tipo, si se vuelve a presentar un caso de estas características, diría, absolutamente nada de postularlo, al diablo con su pretensión, prefiero cometer una injusticia ahorita y no pagar por ella con otras consecuencias después”, dijo.
A pesar de los esfuerzos anunciados por el partido, no pudieron evitar el escándalo ahora con un nuevo edil: electo después de los sucesos de Iguala y en un municipio donde según la versión de la Procuraduría General de la República (PGR), fueron quemados los estudiantes: Cocula.
La historia se repite, un Edil perredista fue arraigado por supuestos nexos con el narcotráfico. Herencia que Navarrete y el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) en turno, dejará a Basave, en caso de que hoy se convierta en el líder perredista, y a los nuevos secretarios del partido.
