Algunos médicos empezaron a llamar «síndrome del ano inquieto» a una afectación que presentó un japonés después de que se recuperara de la COVID-19.
Por Carlos Martínez
Saltillo, 6 de octubre (Vanguardia).– Un hombre de 77 años, quien se recupera de la COVID-19, desarrolló una afección que los médicos han denominado “síndrome del ano inquieto”.
El hombre, que no ha sido identificado públicamente, es objeto de un nuevo informe de caso de BMC Infectious Diseases, pues comenzó a notar síntomas después de recuperarse de la COVID-19, desarrollando una necesidad constante de defecar.
El hombre que vive en Japón, buscó tratamiento para un “malestar anal profundo” después de pasar 21 días en el hospital con COVID.
El hombre dijo que la incomodidad le dio una “necesidad esencial de evacuar” sus intestinos. Pero, incluso después de defecar, todavía no se sintió aliviado.
El informe del caso dijo que los síntomas del hombre empeoraron cuando descansaba, se sentía mejor cuando hacía ejercicio y empeoraban de nuevo por la noche. Le hicieron una colonoscopia que detectó hemorroides, pero eso no explicaba sus síntomas.
Las pruebas neurológicas no encontraron problemas con los reflejos de sus tendones en su ano, ni descubrieron ningún problema con la sensación en su perineo (el área entre el ano y los genitales) y la médula espinal.
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