Científicos de la Universidad de Medicina de la Prefectura de Kioto, Japón, realizaron una investigación que demostró que el virus SARS-CoV-2 puede permanecer hasta 9 horas en la piel humana, cinco veces más que la influencia A (IAV); ambos virus mueren en 15 segundos al aplicar etanol 80 por ciento (alcohol etílico).
Kioto, Japón, 6 de octubre (RT).- Científicos japoneses de la Universidad de Medicina de la Prefectura de Kioto, en un reciente estudio, han descubierto que el coronavirus SARS-CoV-2 puede permanecer activo en la piel humana durante unas 9 horas, cinco veces más que el virus de la influenza A (IAV).
La investigación, que se publicó en la revista académica Clinical Infectious Diseases, reitera la importancia de la higiene personal y el lavado de las manos.
Para llevar a cabo el estudio y no poner en peligro a personas sanas, los investigadores usaron piel humana obtenida de muestras de autopsias. Al mezclar el SARS-CoV-2 y el virus de la influenza
A con el medio de cultivo o moco de las vías respiratorias superiores y aplicarlo en la piel humana, encontraron que el tiempo de supervivencia del coronavirus fue significativamente mayor: 9 horas del SARS-CoV-2 frente a 1.8 horas del IAV.
Cabe destacar que ambos virus se inactivaron más rápidamente en la piel que en otras superficies como acero inoxidable, vidrio y plástico. Además, el virus de la influenza A se inactivó más rápidamente en moco que en medio de cultivo en estas superficies, mientras que el SARS-CoV-2 mostró una estabilidad similar en ambas condiciones.
El tiempo de supervivencia en acero inoxidable, vidrio y plástico fue significativamente mayor para el SARS-CoV-2 (11 horas) que para el IAV (1.7 horas). No obstante, ambos virus se inactivaron por completo en 15 segundos tras el tratamiento con etanol 80 por ciento (alcohol etílico). Así que un desinfectante con la proporción de alcohol etílico indicada mata sin dificultad ambos virus.
De este modo, el equipo ha llegado a la conclusión de que la supervivencia de 9 horas del SARS-CoV-2 en la piel humana puede aumentar el riesgo de transmisión por contacto en comparación con el virus de la influenza A, acelerando así la pandemia, pero la higiene adecuada de las manos puede prevenir la propagación de esta infección, que se ha cobrado la vida de más de un millón de personas en todo el mundo.