“No me permitieron acercarnos para grabar un saludo de la Primera Dama de México, Angélica Rivera. Me interceptaron e intentaron decomisar el teléfono celular. En el forcejeo lograron borrar algunas imágenes y amenazaron con llevarme detenido”, denunció Paco Cobos, el fotógrafo.
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Ciudad de México, 6 de agosto (SinEmbargo).- El periodista que fotografió a Angélica Rivera Hurtado en París, Francia, denunció que escoltas lo acosaron para que borrara las imágenes.
“Estoy en un barrio cerca de los Campos Elíseos, aquí en París, Francia, ando de vacaciones. Paseando por aquí no saben a quién me encontré a Angélica Rivera, la Gaviota, la Primera Dama de México. Yo creo que anda de vacaciones con sus hijas. Me voy a acercar a ver qué es lo que pasa. ¿Ok?”, dijo Paco Cobos, el fotógrafo, en un video que compartió en sus redes sociales.
La imagen se cortó y el hombre comenzó con la narración de los hechos:
“Lo que estaba aquí lo borraron dos hombres que se identificaron como militares mexicanos. No me permitieron acercarnos para grabar un saludo de la Primera Dama de México, Angélica Rivera. Me interceptaron e intentaron decomisar el teléfono celular. En el forcejeo lograron borrar algunas imágenes y amenazaron con llevarme detenido.
“Todo terminó luego de un rato de jaloneos, cuando les dije que no tenían jurisdicción en Francia, que podían llamar a la policía. Y que la calle era un lugar libre en un país en donde también hay libertad de expresión. Uno de los supuestos militares mexicanos, nos siguió durante cuatro cuadras y nos pidió de nuevo que borráramos todo lo que habíamos grabado”.
La imagen regresó y Cobos señaló que los sujetos le pidieron que se identificara y le insistieron que borrara video.
“Ahorita caminamos hasta acá, seis cuadras, porque teníamos miedo. Afortunadamente, aparte del video que yo grabé, hay otro que grabó Natalia, mi hija”, dijo Cobos y mostró lo captado por su consanguínea.
La imagen se cortó y volvió la narración con letreros: “Mi hija de 15 años, asustada se resguardó tras un macetero y comenzó a grabar”.
Volvió la imagen: El fotógrafo estaba parado en el otro lado de la calle; hablaba con dos sujetos.
“La de negro es la Gaviota, las otras son las hijas”, dijo la joven que esperaba a su padre.
El fotógrafo caminaba con los sujetos. Uno le tomaba el brazo. “Le están quitando el video”, dijo la hija. “Qué bueno que estoy grabando”, afirmó.
El padre continuó hablando con los sujetos. La imagen se cortó.
Después se presentaron las fotografías que circularon en redes ayer:
“Lo único que queríamos hacer era cercanos a saludar”, dijo Cobos y concluyó el video.