Su viaje, según asegura, está cargado de anécdotas memorables, como cuando tan solo unas horas después de salir de Madrid lo llamó el rey de España
EU, 6 ago (EFE).- El ejecutivo argentino de Telefónica, Hugo Scagnetti dice que el mundo es más «seguro y solidario» de lo que se piensa, tras embarcarse en un viaje en moto de unos 80 días alrededor del planeta con el fin de recaudar fondos para niños enfermos en una aventura que se aproxima a su fin.
«El mundo que percibimos no es el mundo real. El mundo real es mucho más seguro que lo que vemos en los medios de comunicación y la gente mucho más solidaria», dijo en entrevista durante su reciente paso por la ciudad californiana de San Francisco Scagnetti, quien atraviesa ahora EE.UU. en su moto de alta tecnología.
El ejecutivo de 49 años, que dirige el área de Conectividad Gestionada y Partners de Telefónica, sufrió una fractura del fémur de la pierna izquierda en el año 2012 cuando estaba de vacaciones en Alemania con su hijo.
Después de la fractura, que hizo que tuviese que someterse a una operación de prótesis de cadera, descubrió que padecía osteonecrosis, una dolencia que provoca la falta de irrigación en el fémur y, eventualmente, su ruptura.
Tras esa intervención comenzó a sentir dolor en la otra cadera y empezó a usar muletas inmediatamente, con el fin de evitar la fractura del fémur.
Scagnetti, quien finalizó también sus estudios de Medicina, aunque nunca llegó a ejercer la profesión, inició entonces una investigación para considerar alternativas a la prótesis y descubrió un tratamiento experimental con células madre en el Hospital La Paz de Madrid al que se sometió.
«Tardó un año, pero se regeneró completamente», recordó el ingeniero de origen argentino, quien dijo haberse llevado un gran disgusto cuando se enteró, en noviembre del 2015, de que el proyecto se suspendía por falta de fondos.
«Me propuse hacer algo para ayudar a que la investigación con células madre continuara», aseguró Scagnetti, quien se preguntó entonces: «¿Qué es lo que más añoré cuando no podía caminar?».
La respuesta fue «viajar», lo que hizo que se le ocurriera la idea de dar la vuelta al mundo en 80 días con el objetivo de recaudar dinero para asegurar la continuidad de la investigación con células madre.
Scagnetti quiere que los fondos que se obtengan durante el viaje, unos 400.000 euros hasta la fecha, se destinen, sobre todo, a ayudar a niños con el síndrome de Calvé-Perthes, una dolencia que provoca la ruptura de la cadera y cuya versión adulta experimentó el propio ingeniero argentino.
Su viaje, que comenzó el 27 de mayo, lo ha llevado ya por España, Francia, Italia, Grecia, Turquía, Georgia, Azerbaiyán, Kazajistán, Uzbekistán, Rusia, Corea y, ahora, Estados Unidos.
La última escala del viaje lo llevará, vía avión, de Toronto a París y de ahí a Madrid, donde finalizará su viaje entre el 15 y el 20 de agosto.
Su compañera de aventuras ha sido una moto Yamaha equipada con un ordenador con sensores que recogen información sobre el rendimiento de la moto, su ubicación exacta y la temperatura ambiental.
Además, un guante de alta tecnología ayuda a medir el estado emocional y el nivel de atención media del conductor en un rango de 0 a 1.024.
Los seguidores de Scagnetti tienen acceso a esos datos en tiempo real a través de un sitio web.
«Mi madre es una de las que sigue todos mis pasos. Ahora mismo me ha enviado un mensaje porque no ve la moto en el mapa y es que tengo el sistema desconectado», afirmó el ingeniero.
Su viaje, según asegura, está cargado de anécdotas memorables, como cuando tan solo unas horas después de salir de Madrid lo llamó el rey de España.
«Conocía perfectamente toda la historia. Me dijo que tuviese mucho cuidado en algunos países y volvió a llamarme de vuelta en Seúl», dijo Scagnetti, quien tuvo la oportunidad de reunirse en persona con el papa Francisco a su paso por Roma.
«Estuve un día y medio con el Papa en el Vaticano y me dijo que con el optimismo y la pasión que yo tenía la gente iba a responder de la misma manera. Y no se equivocó», afirmó el ingeniero.
Recordó también que el Papa Francisco bromeó que debía de calcular bien los días para que no le pasase lo mismo que a Willy Fog, que, debido a los diferentes husos horarios, creyó haber perdido la apuesta que había hecho de dar la vuelta al mundo en 80 días.
En Rusia viajó con una pareja de novios de luna de miel y en Ipsala, un pueblo remoto de Turquía donde estaba convencido de que lo iban a atracar, se hizo con un montón de amigos del club de motociclistas local.
«La solidaridad y amabilidad de la gente ha sido lo más destacado del viaje», afirmó.
Scagnetti, que viaja con un dron con el que ha capturado imágenes de su viaje, planea hacer un documental cuando concluya su aventura, que durará más de su objetivo inicial de 80 días, en parte porque algunos trámites aduaneros se prolongaron much