Estados que por años no conocieron la alternancia, este 5 de junio votaron por deshacerse del PRI, luego de casi 90 años de vivir bajo las reglas de Gobernadores de este partido. En Veracruz y Chihuahua, los gobiernos de los Duarte (Javier y César) –ambos con denuncias penales– fueron castigados y los ciudadanos brindaron una oportunidad al blanquiazul, al igual que en Quintana Roo. Analistas lo dicen: ayer los votantes sancionaron las malas administraciones de los que se van.
Ciudad de México, 6 de junio (SinEmbargo).– Por años, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha gobernado Veracruz, Tamaulipas, Durango y Quintana Roo. Pero ayer, de acuerdo con politólogos, la ciudadanía votó con «madurez e inteligencia electoral» contra «los malos gobiernos» y vio en la combinación de los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) una alternativa para «sacudirse al dinosaurio».
Hubo alternancia en los estados donde ambos Duarte tuvieron el poder. El priista Javier Duarte de Ochoa, aún el administrador de Veracruz, fue «el caso más notorio» de un voto de castigo, coincidieron los especialistas, y el estilo personal de Javier Corral le permitió obtener el «opaco» Chihuahua que dejará el también priista César Duarte Jáquez.
Además, Quintana Roo, que no ha vivido otro Gobierno salvo del tricolor, esta vez decidió por otra opción luego de la actuación de otro priista: Roberto Borge Angulo.
«Cada estado merece una lógica propia de su clase política a un hartazgo de las condiciones estatales combinadas con un entorno de la política presidencial complicada que ha llevado a los electores a tomar la decisión de un viraje electoral», planteó el politólogo Marco Leopoldo Arellano Toledo. «Es un voto de castigo a la clase política local, a los virreinatos estatales que los gobernadores priistas habían montado y así como hubo una alternancia en el 2000, así parece que la combinación PAN con PRD está siendo explorada por la ciudadanía al menos como una diferente opción política después de tantos años de Gobierno priista».
Los analistas creen que el voto sí es un castigo contra desempeño del Gobierno federal, que conduce Enrique Peña Nieto, pero además, y de manera específica, en contra a otros tres gobernadores del PRI.
El investigador José Fernández Santillán añadió que, aunque «ciertamente es un voto de castigo contra malos gobiernos priistas, hay alternancia geográfica».
Si se ve en al país en un mapa, el PRI siempre había basado su fuerza en los estados del Golfo y ahí hay alternancia. Sin embargo, enfatizó, en Sinaloa y Oaxaca hubo un voto de castigo contra Mario López Valdéz [del PAN] y contra Gabino Cué Monteagudo [PAN-PRD-PT-Convergencia]. «Hay un comportamiento inteligente del electorado», dijo el académico del Tecnológico de Monterrey.
No obstante, más allá de los resultados electorales, concluyó el especialista Arellano Toledo, lo que México requiere es una democracia que trascienda las urnas.
«Lo que se observa es una participación mediana política-electoral de la ciudadanía. Se inclina con ser responsable por su voto, pero no va más allá», aseguró.
LA HERENCIA DE DUARTE
Javier Duarte de Ochoa será recordado por desvío de recursos, una deuda millonaria y nombres de desparecidos y periodistas asesinados. Ése es su legado.
«El caso de Veracruz es el más notorio, el más ostentoso porque Javier Duarte es un mal gobernante. Hay un despilfarro y desvío de recursos y falta de control del estado de años para atrás», expuso Fernández Santillán.
Arellano Toledo realiza la misma lectura. Dadas las condiciones del estado, el tema de la violencia, el endeudamiento, la «esquizofrenia política» que se vive en el Gobierno, enlistó, «sin lugar a dudas es un voto de castigo a esa política y virreinato».
El Gobierno de Javier Duarte fue señalado en febrero pasado por la Auditoría Superior de la Federación de haber desviado más de 77 mil millones de pesos; deja una deuda por 45 mil 879 millones de pesos y, de acuerdo con la organización Artículo 19, durante su administración 15 periodistas han sido asesinados. Veracruz es el espacio geográfico del continente y del país más peligroso para ejercer el periodismo.
El investigador Fernández Santillán determinó que no es que el virtual ganador, el ex priista Miguel Ángel Yunes Linares sea un buen candidato porque sobre él «pesan sospechas de enriquecimiento inexplicable», más bien, expuso, fue un voto de castigo «contra los malos gobiernos».
Desde el arranque de las campañas, Yunes Linares denunció penalmente a Duarte de Ochoa ante la Fiscalía General del Estado por enriquecimiento ilícito. Con documentación, lo señaló por desviar 3 mil millones de pesos. El priista, desde Twitter, lo acusó de «delincuente».
EL OTRO DUARTE Y SU OPACIDAD
César Horacio Duarte Jáquez deja a Chihuahua con una deuda histórica por 42 mil 762 millones de pesos, la cual ha crecido a una tasa anual de 10 por ciento desde que asumió el cargo de Gobernador.
En 2014, el priista fue denunciado penalmente por presunto enriquecimiento ilícito, peculado, y uso indebido de atribuciones y facultades por participar en la creación del Banco Progreso de Chihuahua.
A penas este fin de semana un juzgado español giró una orden de embargo en contra de sus propiedades luego de que procediera una demanda de ACM. De acuerdo con la empresa, Duarte Jáquez le intentó pagar con dinero público parte de un adeudo que asciende a 3 millones 760 mil 570 dólares.
El entonces Senador panista Javier Corral Jurado, quien ha vigilado y señalado a Duarte durante meses, llegó a acusar que la enorme deuda contraída por la entidad norteña se debe «a la corrupción y enriquecimiento ilícito» del todavía Gobernador.
“César Duarte se hizo rico inexplicablemente, pues carece de alguna actividad empresarial económica que pueda justificar ese nivel de ingresos. El caso del Banco Progreso es sólo un caso, pero el más documentado. Lo que en realidad ha sucedido es que el Gobernador ha ido a un saqueo a las arcas del erario. Ha comprado una gran cantidad de ranchos en el estado en los últimos años, ha habido licitaciones amañadas y uso de información privilegiada, directamente y personeros”, dijo a este medio el año pasado.
Los analistas entrevistados contrastan en cuanto a si el panista Javier Corral, quien recibirá este estado de acuerdo con los resultados preliminares, es la persona idónea para sustituir a Duarte.
«El candidato tiene que ver mucho. Javier Corral es un político que desde la derecha ha construido un estilo personal de hacer política y es bienvenida esta opción por la ciudadanía. Si bien tiene la marca y cobijo del PAN, obedece más a oferta personal», consideró el académico Marco Leopoldo Arellano, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Sin embargo, para Fernández Santillán Corral «no era un buen candidato» porque, dijo, «siempre ha jugado para su propio provecho, es un tipo que le gusta atraer los reflectores hacía él».
QUINTANA ROO Y OAXACA
Los habitantes de Quintana Roo no quisieron más PRI. Carlos Joaquín González, de la alianza PAN-PRD, encabeza los resultados para la próxima gubernatura.
Roberto Borge Angulo se va. Durante su administración se reportó represión contra la prensa local e hizo oídos sordos a las denuncias sobre feminicidios. Al final de su mandato, defendió la legalidad del proyecto inmobiliario que planeaba construirse en el Malecón Tajamar, sacrificando a especies nativas, por lo que activistas lo calificaron como «ecocida».
En 2014, a pesar del impacto ambiental que generaría, también arropó a Dragon Mart Cancún, un centro que se planeaba como el de más grande exhibición y venta de productos chinos en el país.
Otra huella que deja es el despojo de predios para entregarlos a desarrolladores inmobiliarios, como el realizado contra 30 familias del municipio de Bacalar.
En Oaxaca, epicentro de pobreza y conflictos magisteriales, la alternancia no dejó contentos a los ciudadanos y el PRI, con Alejandro Murat Hinojosa, volvió.
«En Oaxaca Gabino Cué fue el error de la izquierda. Fue un mal Gobernante corrupto que no supo controlar a la gente», afirmó el investigador José Fernández Santillán.
«Por un lado fue un fracaso de la alternancia, no dio el resultado que se esperaba y por el otro la maquinaria electoral del PRI en ese estado, que es muy pobre, permite una gran capacidad de estructura partidista», sumó Arellano.