Big Boy pasó tres décadas de su vida encerrado en una jaula y dedicado a realizar trucos en un circo. Luego de que las leyes mexicanas prohibieron el uso de animales en los circos, el paquidermo fue encadenado y abandonado debido a que sus dueños no tenían dinero para su alimentación y mantenimiento.
Guadalajara, 6 de abril (EFE).- La vida de un elefante asiático de 40 años de edad conocido como Big Boy cambió este martes al ser liberado en un circo mexicano para ser trasladado a un zoológico en la ciudad de Culiacán, al norte de México.
El animal de cinco toneladas conoció la libertad gracias a un grupo de activistas y empresarios que buscaron salvarlo del abandono en el que estaba desde hace seis años en la ciudad de Guadalajara, en el oeste de país.
La Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de la República Mexicana (AZCARM) junto con dos empresarios de México y Estados Unidos informó que desde hace meses trabajaron para darle una segunda oportunidad a este ejemplar de la especie asiática catalogada como en peligro de extinción.
Big Boy pasó tres décadas de su vida encerrado en una jaula y dedicado a realizar trucos en un circo. Luego de que las leyes mexicanas prohibieron el uso de animales en los circos, el paquidermo fue encadenado y abandonado debido a que sus dueños no tenían dinero para su alimentación y mantenimiento.
Este martes el elefante fue liberado en una maniobra de varias horas en las que especialistas de la AZCARM estuvieron a cargo de la revisión médica, la operación técnica y la movilización del animal para ser trasladado de manera segura y con todas las atenciones hacia su nuevo hogar.
Ahora, Big Boy viajará más de 700 kilómetros por carretera hasta el zoológico de Culiacán, en donde pasará un tiempo para su adaptación y recibirá monitoreo y atención médica continua durante algunos meses, informó la asociación.
Se espera que el paquidermo sea trasladado después a un santuario construido especialmente para él y otros animales abandonados que estará ubicado en el Estado de México.
De acuerdo con la AZCARM, la ley que prohibió en 2015 la presencia de animales en los circos dejó a 80 % de ellos en condiciones de mortandad, entre ellos tigres, leones, y otras especies que se mantienen en lugares reducidos y sin las condiciones necesarias que garanticen su bienestar, a falta de ingresos de sus dueños.