El trofoblasto es un grupo de células que provee nutrientes al embrión y se desarrolla como parte importante de la placenta, y había sido apuntado como uno de los principales sospechosos de permitir que la infección del zika pasara de la madre a la criatura en desarrollo.
Washington, 5 abr (EFE).- Un nuevo estudio publicado hoy por la revista Cell Host & Microbe descartó que el virus del Zika llegue al feto en desarrollo a través de las células de la placenta conocidas como trofoblasto, una de las principales hipótesis que se habían barajado hasta ahora.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Pittsburgh (Pensilvania, EU) observó el comportamiento del virus en un trofoblasto humano desarrollado en el laboratorio y comprobó que, a diferencia de lo que se había sostenido hasta ahora, este no resultó infectado por el zika.
El trofoblasto es un grupo de células que provee nutrientes al embrión y se desarrolla como parte importante de la placenta, y había sido apuntado como uno de los principales sospechosos de permitir que la infección del zika pasara de la madre a la criatura en desarrollo.
«El trofoblasto es la primera línea de defensa del bebé contra cualquier cosa que provenga de la sangre materna, así que se podía esperar que estas células tuvieran alguna manera de resistir las infecciones virales», indicó Yoel Sadovsky, uno de los autores del estudio.
«Con base en nuestro modelo, parece que el trofoblasto tiene una capacidad inherente de resistir la proliferación del virus del Zika, aunque no hemos descartado otras vías por las que el virus pueda acceder a la cavidad fetal», añadió Sadovsky.
En otro estudio, también publicado hoy por Cell Host & Microbe, investigadores de la Universidad de Washington usaron ratones para observar cómo se desarrolla el virus en ellos y cuáles de sus tejidos son los más vulnerables, y comprobaron que la infección de zika en los roedores replica la de los humanos.
El brote actual del zika en América, un virus nuevo en el continente, está rodeado de preguntas que la ciencia trata de responder a contrarreloj ante lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera una emergencia de salud global.
Su rápida expansión y las enfermedades que se le asocian han obligado a los organismos y agencias de salud a reconocer lo mucho que se desconoce sobre un virus que fue descubierto en 1947 en el bosque Zika de Uganda. EFE